La Seguridad Social, en rojo

F. NÚÑEZ / Madrid/ El Mundo

Después de 11 años ininterrumpidos de superávit, las cuentas del sistema de la Seguridad Social han vuelto en 2010 a los números rojos. Pero se trata de un apunte contable.

¿Está la caja de las pensiones en déficit?

No. En realidad, sigue en superávit, exactamente en 1.181 millones, es decir, en un 0,11 del PIB. Pero las cuentas de todas las administraciones de la Seguridad Social registraron déficit en 2010. Ello se debe a que en la contabilidad nacional se suma la caja de las pensiones (suministrada por las cotizaciones) junto a otras partidas sociales, como por ejemplo el seguro de desempleo y las aportaciones del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).

¿Quién tiene déficit entonces?

Estos dos últimos entes (un 0,29% y un 0,06% en términos de PIB). Pero ese dinero (unos 3.700 millones) tiene que pagarlo el Estado aunque a la hora de computarse figuren en el conjunto de las cuentas de la Seguridad Social. Esa liquidación se hará en su momento y por tanto la pensiones todavía registran superávit, aunque cada vez es menor.

¿Ocurre algo similar con las cuentas de las autonomías?

Las cuentas que ayer hizo público el Gobierno tienen anotaciones aparte. En realidad, para el Estado español el déficit conjunto de las autonomías no es ese 2,83% de media sino un 3,39%. Pero deberá irse normalizando periódicamente.

¿Cómo se realizará ese ajuste?

Esa diferencia de más de medio punto se debe a que el Gobierno adelantó a las CCAA dinero a cuenta de los ingresos previstos en 2008. Y lo hizo pensando en que la economía no iba a derrumbarse de la forma en que sucedió. Es decir, les dio más dinero que el que luego recaudó. Y han de devolverlo (también los ayuntamientos). El Ejecutivo les ha dado un año de moratoria y un plazo de cinco años más. Por eso anota un déficit del 2,83% en la contabilidad nacional como si se hubiera devuelto, pero también apunta el 3,39% a cuenta de lo que se le devolverá.

¿Son creíbles las cuentas de las comunidades autónomas?

La principal duda es qué pasará después de las elecciones de mayo. Es decir, cuando los nuevos gobiernos levanten las alfombras. La mirada por ejemplo se fija ahora en Andalucía, donde parece que el PP puede ganar. Sólo hay que ver que el nuevo Gobierno catalán ha descubierto que el agujero supera los 7.600 millones, el triple del anunciado por el tripartito liderado por José Montilla.

¿Hay facturas en los cajones?

Es la sospecha. Sin embargo, ayer la vicepresidenta Salgado achacó este aumento, no detectado en las cuentas del tercer trimestre, al paso desde la contabilidad de caja a la nacional. Es poco creíble.