lunes, 7 de febrero de 2011

Los 491 segundos más miserables


FERNANDO LÁZARO / Madrid/ El Mundo

EL MUNDO desvela los cinco documentos policiales clave del chivatazo del 'Faisán'

Zapatero embustero

Un reducido equipo de agentes destinados en 2006 en la Comisaría General de Información fue el encargado por el juez Grande-Marlaska de poner cara y nombre a los responsables del chivatazo a ETA en el bar Faisán de Irún. Durante meses, fueron recogiendo y analizando las pistas, los datos, los indicios que existían para tratar de desentrañar uno de los episodios más controvertidos de la seguridad del Estado durante la presente legislatura. El equipo capitaneado por el polémico Carlos G. fue elaborando informe tras informe para el juez. Y, poco a poco, puso nombres y apellidos a mandos policiales y políticos que presumía que podían tener una relación directa. EL MUNDO.es ofrece hoy los cinco informes reservados en los que concluye que el que fuera director general de la Policía Víctor García Hidalgo fue quien ordenó dar el chivatazo. Los números de teléfono policiales han sido parcialmente borrados por motivos de seguridad.

PRIMER INFORME.Fechado el 26 de junio de 2006, se centra básicamente en explicar con todo detalle que se ha producido el chivatazo al dueño del bar Faisán, Joseba Elosua, y a defender que la delación es un acto policial. Detalla quiénes fueron los policías que tuvieron conocimiento previo de que Elosua, entre otros, iba a ser detenido. «La txakurrada avisándome de la forma que me ha avisado...», decía Elosua en sus conversaciones intervenidas, «...para no fastidiar el proceso», le dijeron.

SEGUNDO INFORME.Fechado el 7 de agosto de 2006, está titulado Informe de análisis del tráfico de llamadas registrado en los repetidores de telefonía el día 4 de mayo de 2006 (11.10-11.40) en la zona de Behovia-Irún. Los agentes analizaron las llamadas que se produjeron en la zona del bar Faisán. En apenas cuatro folios, ya detectan lo que, según su criterio, era la llamada del chivatazo, a las 11.23 horas, y con una duración de 491 segundos. Informan al juez de que el jefe superior de Policía del País Vasco y un inspector destinado en Vitoria podrían ser los autores.

TERCER INFORME.Fechado el 4 de septiembre, los agentes informan al juez del seguimiento de los teléfonos móviles de estos dos manos policiales sospechosos. Y alertan ya de las llamadas que el jefe superior cruza con su director general, el también imputado Víctor García Hidalgo. Es decir, para el 4 de septiembre, el juez Garzón ya tenía sobre la mesa informes policiales en los que se apuntaba a los ahora tres imputados: García Hidalgo, el jefe superior del País Vasco y el inspector de Vitoria.

CUARTO INFORME.El informe principal, el 376, el que dio lugar a las citaciones como imputados de los mandos policiales, se presentó en enero de 2007 ante el juez. En los 57 folios no sólo detallan cómo se produjo el chivatazo a ETA, sino que concretan e identifican qué papel tuvo cada uno de los imputados y señala con el dedo a otros mandos policiales que también pudieron tener relación directa o indirecta con el chivatazo. Los agentes, además, avanzan los movimientos extraños que se produjeron en Francia y que evitaron la actuación de Le Vert contra la trama de extorsión etarra. En el folio 43, los policías incluyen un «gráfico de la relación de dependencia», en el que aparecen los imputados, los investigados y sus dependencias orgánicas. En su escrito también señalan con el dedo acusador al comisario jefe de la Brigada de Francia y a la inspectora jefa de la sección de análisis. Y en el folio 56 lanza sus conclusiones: García Hidalgo «marca el inicio de los actos desarrollados de forma inmediata y vía telefónica por el jefe superior tendentes a frustrar el operativo jurídico-policial» Y asegura que el objetivo era «evitar la detención de Gorka Aguirre». Sitúa al jefe superior del País Vasco como el brazo ejecutor de la voluntad de García Hidalgo, y al inspector de Vitoria como el mando operativo que utiliza el jefe superior para llevar un teléfono a Elosua. Pero, además, concluye que el comisario jefe de la brigada de Francia está en contacto permanente con el jefe superior en los momentos críticos, pese a no tener ninguna dependencia con él. «Participa en la fase de reacción, cuando los hechos discurren en Francia, en donde, a requerimiento del jefe superior, con su actuación, evita el inicio del operativo en dicho país». Y también señala que la inspectora jefe de análisis de la Unidad de Información de San Sebastián «participa en todas las fases proporcionando la información requerida por el jefe superior».

QUINTO INFORME. Es un documento complementario al principal, en el que se detallan las relaciones entre los implicados. Desvela el vínculo de amistad entre el jefe superior y García Hidalgo. También detalla los vínculos de los policías imputados con otros agentes que tenían acceso a la información sobre el operativo. Con estos datos, tratan de aportar cómo el presunto autor del chivatazo obtuvo los datos que le permitieron poner en marcha la operación del Faisán. También detalla los vínculos de estos mandos con los responsables de la lucha antiterrorista española que intervinieron en Francia, cercanos a Le Vert. Se detalla quiénes fueron todos los policías que tuvieron una participación directa en la actuación contra la trama de extorsión y el papel que desempeñaba cada uno.

OORBYT.es

>Fernando Lázaro resume hoy en EL MUNDO en Orbyt los hechos del chivatazo a ETA.

Madrid

«Tranquilo, que con Baltasar no hay problema»

Mandos de la Comisaría de Información estuvieron con el juez durante la investigación

Los informes policiales no se limitan al estudio científico de las llamadas telefónicas de los sospechosos. Durante meses, los teléfonos de muchos de los investigados estuvieron bajo vigilancia. Pero, pese a que era conocido por muchos mandos de la Policía, a algunos agentes de la Comisaría General de Información no pareció importarles. ¿Se sentían impunes? Pues a tenor de sus conversaciones, preocupados por la actuación del juez (durante la mayor parte del proceso, Garzón) no precisamente. Y así lo demostró en una que se reproduce en el cuarto informe. Tuvo lugar el 14 de septiembre de 2006 entre el jefe superior del País Vasco y el comisario con carné profesional 15.671, destinado en la Comisaría General de Información, «en el transcurso de la cual el jefe superior sospecha que el cese del director de la Policía tiene relación con los hechos».

Comisario.- No te preocupes por esas tonterías, que eso está aquí arreglado, ¿eh?

J.S.P.- No, ya veremos.

Comisario.- Sí..., joder, acabo de hablar con Manolito también para tranquilizarle lo mismo. Hacedme caso, estáte tranquilo que con Baltasar no hay problema.

Y es que este comisario de Información mantiene una relación muy estrecha y personal con el magistrado Baltasar Garzón.

De hecho, según explicaron a este periódico fuentes policiales, las reuniones de este comisario con el entonces instructor del caso del chivatazo mientras estaba al frente de la investigación fueron frecuentes. Y en alguna de ellas estuvo presente incluso el máximo responsable de la Comisaría General de información, Miguel Valverde.

Y es que, durante meses, la sombra de la sospecha sobre la actuación de la Comisaría General de Información en estos hechos fue notable. Aún hoy existen las dudas sobre si pudo haber otros mandos policiales de la lucha antiterrorista implicados en el caso Faisán. Porque lo que tienen claro los investigadores (aunque no esté en su plan de actuación ni nadie se lo haya ordenado) es que, tras descubrirse el chivatazo, ha habido una operación político-policial para taparlo y evitar que los agentes llegaran a conclusiones contundentes.

Ahora, el temor entre los imputados y entre aquéllos que están bajo la sombra de la sospecha es enorme, tanto que los contactos de estos mandos con personalidades del mundo político de primer nivel, tanto del PSOE como del PP, se han multiplicado después de que el juez Ruz haya decidido reactivar unas pesquisas que estaban completamente paradas mientras estuvieron en manos de Garzón.

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