miércoles, 9 de febrero de 2011

El comisario que orientó las pesquisas del 11-M


. MANSO / F. LÁZARO / Madrid/ El Mundo

Cabanillas presentó los informes que vinculaban la matanza con Bin Laden

Desde su puesto de comisario jefe de la Unidad Central de Inteligencia (UCI), José Cabanillas, responsable ahora del Instituto de Estudios de la Policía, fue responsable de orientar el contenido de la mayoría de los informes clave que sostuvieron la relación de los atentados del 11-M con Osama bin Laden y la yihad internacional. Muy bien relacionado con el PSOE, se trata de una persona de confianza del ex comisario general de Información Telesforo Rubio, que fue apartado por el juez Fernando Grande-Marlaska de la investigación del chivatazo por comunicarle el soplo con tres días de retraso.

Durante el juicio del 11-M, el ex director general de la Policía Agustín Díaz de Mera acusó a Cabanillas de haber manipulado un informe para descartar la posibilidad de una relación entre ETA y los islamistas. Cuando declaró en la vista, el jefe de la UCI admitió que había elaborado ese documento después de que, tras la operación Nova, se desvelasen algunos vínculos entre etarras y presos salafistas como Abdelkrim Bensmail. Ahora bien, negó que lo hubiese alterado y afirmó que su contenido descartaba, precisamente, cualquier posible colaboración entre ambos grupos terroristas.

Entre otras cosas, dijo que entre unos y otros sólo había «compañerismo» y que los islamistas usaban el diario Gara «como mantel». También rechazó que fuese cierto que el etarra Henri Parot entregase a Bensmail la fórmula de la cloratita que se le incautó a éste: aseguró que se trataba, en realidad, de «un producto cloratado» distinto, pero en la acusación que presentó la Fiscalía contra el argelino se precisa que se hallaron en su celda «una serie de hojas manuscritas, entre las que se encontraba la fórmula para fabricar explosivos que textualmente expresa: EXP. V. Cloratita».

Asimismo, Cabanillas fue uno de los peritos que consideró que la importancia que tenía determinar la marca de los explosivos para acreditar la autoría del 11-M sería «mínima». «Para mí, el hecho simple de que hallemos un explosivo u otro me tiene sin cuidado», aseveró.

Previamente, en marzo de 2006, había protagonizado una entrevista radiofónica en la que intentó desacreditar algunas informaciones que había publicado este periódico. Así, calificó de «disparatado» que Emilio Suárez Trashorras pudiese haber declarado que el jefe de la célula del 11-M Jamal Ahmidan, El Chino, le aseguró que los dos etarras detenidos en Cañaveras (Cuenca) con una furgoneta cargada de explosivos eran amigos suyos. El inspector que tomó esa declaración al ex minero confirmó durante el juicio que había sido así.

Cabanillas también despreció la declaración del inspector jefe Miguel Ángel Álvarez, que aseguró ante el juez que no puede acreditarse que la mochila de Vallecas estuviese entre los efectos que se recogieron en la estación de El Pozo y se llevaron a la morgue de Ifema. El comisario valoró que ese testimonio «no es relevante», pero la propia sentencia del tribunal de la Audiencia Nacional admitió que la prueba clave que señaló a Jamal Zougam en la víspera de las elecciones generales había seguido «un periplo extravagante».

1 comentario:

  1. Es vomitivo todo esto, gracias a este y otros más de la kgb, salió todo como salió.
    Queremos saber la verdad del 11-M.
    La verdad os hará libres.

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