Teatro Alcázar, Madrid. Sábado, 15 de enero de 2011. Doce de la mañana. Abarrotado el patio de butacas; abarrotados los palcos.
El escenario es una caja negra. A la izquierda, un atril blanco con una franja color magenta. A la derecha, dos banderas: la bandera española y la bandera europea.
Saliendo de atrás del patio de butaca aparecen unas personas que provocan que los asistentes rompan en aplausos en cuanto se dan cuenta de su entrada. No suena ninguna música para anunciar su llegada. Caminan hacia la primera fila y saludan vueltas de cara hacia el teatro abarrotado. Se sientan en la primera fila.
Se apagan las luces. Y se proyecta un video de apenas cuatro minutos en el que distintos ciudadanos van explicando por qué se comprometieron con un proyecto político regenerador llamado Unión Progreso y Democracia. La música de fondo es una preciosa canción de Warren Zevon, “Desperados under the eaves”.
Termina la proyección y toma la palabra el primero de los intervinientes, David Ortega, elegido por sus afiliados de Madrid para encabezar la candidatura de UPyD al Ayuntamiento de la capital. A partir de ese momento van desfilando por el escenario otros once candidatos de distintos lugares de España: Extremadura, Andalucía, Aragón, Canarias, Valencia, Asturias, Galicia, Murcia… Todos los acentos de España; un mismo discurso, un mismo compromiso, una misma voz.
Entre los candidatos salen al escenario dos personas que no lo son; uno de ellos es un actor que nos habla del compromiso, de la rebeldía, de la educación, de la cultura… El otro es un sindicalista que nos habla de la necesidad de recuperar el respeto por lo que somos como sociedad, que nos habla de la humillación que representa el sometimiento y el silencio, que nos recuerda que alguien quiso cavar una zanja para dividirnos y enfrentarnos entre conciudadanos españoles.
Después, para acabar, sube al escenario la portavoz de ese partido que nació hace tres años para defender la cohesión, la libertad y la igualdad entre españoles.
Empieza por dar las gracias a todos los candidatos que han sido elegidos por otros ciudadanos en un proceso de primarias con el objetivo de presentarse a unas elecciones políticas y representar desde las instituciones al conjunto de los ciudadanos. Les agradece su generosidad, su altruismo, su valor al dar un paso al frente. Les agradece que no practiquen con su actitud lo que Álvaro Pombo denuncia como “la ira del español sentado”. Les agradece que hayan decidido no esperar a que otros resuelvan los problemas. “Hay que ver la cantidad de tiempo que pierden los seres humanos esperando”, decía un personaje de Indiana Jones en “La Calavera de Cristal”…
La portavoz recuerda que el partido al que todos representan no es más que un instrumento al servicio de la sociedad que viene a romper con los viejos roles, con una forma vieja de hacer política; recuerda que los ciudadanos les van a juzgar no por lo que digan sino por lo que hagan y por cómo lo hagan; y que por eso su actitud ha de ser la de la autocrítica en la acción.
Habla de que la crisis financiera estalló porque se relajaron los controles sobre el riesgo; y que la crisis política en España tiene su origen en que se relajaron los controles democráticos. Explica que el problema de nuestro país no es la crisis económica y social, por grave que esa sea; que si no se arregla la crisis política e institucional, la económica no tendrá solución.
Apela a la necesidad de recuperar para la política a millones de ciudadanos que se sienten huérfanos, al margen, que consideran a los partidos políticos como auténticos carteles que sólo se ocupan de “lo suyo”. Habla de que la democracia necesita de la política, dice que sin participar en política no es posible construir la democracia. Recuerda a su padre, lo que aprendió de él. Y cita a Hannah Arendt: “No se puede ser feliz sin participar de la felicidad pública; no se puede ser libre sin la experiencia de la libertad pública; finalmente, no se puede ser libre y feliz sin comprometerse, sin formar parte del poder político”.
Llama a comprometerse para regenerar la democracia, para devolver a los ciudadanos el control sobre la política. Denuncia que lo peor que ha ocurrido en España es el empeño del Presidente del Gobierno en la pasada legislatura de dividir al país en dos frentes, de enfrentar a la ciudadanía, de romper la cohesión entre españoles. Dice que ese fue el pecado mortal de los socialistas, aunque no perderán las elecciones por ello sino por la crisis económica.
Sostiene que la mayoría de españoles no se sienten de ninguna barricada enfrentada a otra; no se sienten ni son de ningún frente. Dice que UPyD no tiene enemigos; que tiene adversarios durante las elecciones; y que al día siguiente de votar les considera a todos compañeros, personas con las que trabajar para resolver los problemas de la mejor manera posible.
Afirma que los únicos enemigos de UPyD son los enemigos de la democracia, los que han asesinado a ochocientos cincuenta y ocho de nuestros conciudadanos. Y recuerda que vivimos todos con un poco más de libertad gracias a que otros conciudadanos nuestros, policías y guardias civiles, arriesgan su vida, su seguridad, y también las de sus familias, para proteger las nuestras.
Para finalizar recuerda cómo nacieron. En la pantalla se proyecta la imagen de una ola rompiente con un nombre que la recorre: “Plataforma PRO”. Recuerda que cuando José Mari Alemán hizo ese dibujo plasmó lo que ni siquiera habían pensado: que nacía una marea que iba a llegar a todos los rincones de España para limpiar, para regenerar, para acoger sobre la cresta de esa ola a todos los ciudadanos que estuvieran dispuestos a protagonizar el cambio de sistema que España necesita.
Les pidió a todos que recordaran que la democracia, el voto, es un contrato que caduca y hay que revisar. Y que por eso hay que pedirles a los ciudadanos que nos presten su confianza y que nos examinen antes de volvérnosla a confirmar. Les pidió que sigan trabajando para construir un país para nuestros hijos y nuestros nietos del que se puedan sentir orgullosos. Les agradeció que formen parte de esa mayoría de ciudadanos que se ubica en la Tercera España, que no mira para otra parte, que trabaja pensando en el futuro, que tiene ambición de país.
Y, aunque no se lo dijo, pensó que todos los que allí estaban no tendrían ningún problema en responder, mirando a los ojos y con la cabeza muy alta , a la hipotética pregunta que dentro de unos años les pudieran hacer sus hijos o sus nietos: “Y mientras España vivía esa crisis política y de valores, ¿ tú que hiciste?”. Todos los que el sábado se juntaron en el Teatro Alcázar para sentirse y ejercer como ciudadanos podrían contestar, a la manera del epitafio inscrito en la tumba de Willy Brandt: “Ich habe es versucht”, “Lo he intentado“.
Y se fueron de allí, convencidos de que merecía la pena seguir trabajando por un país que se llama España.
PD.
Escribo esta crónica en homenaje a los centenares de compañeros que hicieron posible la celebración de ese acto político que he relatado de forma somera y no adjetivada. Amigos que estuvisteis en el Teatro Alcázar, amigos que lo visteis en la retrasmisión en directo que el propio partido organizó, amigos que “twitteaistéis” desde el mismo acto consiguiendo que “mareamagenta” fuese la palabra más twitteada a lo largo de casi todo el día: no soñasteis, todo eso ocurrió aunque la mayor parte de los medios de comunicación ni siquiera haya dado cuenta de ello.
Ocurrió y vosotros sois los protagonistas. Nadie nos lo podrá quitar nunca.
Enhorabuena Rosa, y vamos hacia delante, haciendo camino.
ResponderEliminarMi voto para Rosa.