miércoles, 19 de enero de 2011

Senadores que hablan español en el pasillo montan una Babel en el pleno


El Mundo.
Un socialista catalán estrena en la Cámara los debates en 5 lenguas / Rajoy dice que «esto no pasa en un país normal» y Caamaño que «nos hace más fuertes»

Zapatero embustero

En el Pleno, los senadores comenzaron a ajustarse los auriculares para entender a sus compañeros de escaño. En otra parte de la Cámara Alta, en la sala Enrique Casas, siete intérpretes traducían con mejor o peor ritmo a los parlamentarios que usaban lenguas distintas al castellano para que senadores, invitados y periodistas les entendieran.

La primera moción que estrenó este nuevo Senado plurilingüe que el año pasado votaron los nacionalistas y el PSOE fue presentada por la Entesa Catalana de Progrés y proponía medidas contra el abandono escolar.

Sólo la portavoz del PP, María Jesús Sáinz, habló en castellano. Todos los demás, incluido el del PSOE, Juan Bautista Cardona, senador por Castellón, escogieron no utilizar la lengua oficial del Estado, para dar la bienvenida al nuevo sistema.

Sáinz proclamó en español que ama «Galicia» y su lengua y recordó emocionada los tiempos en los que fue profesora de gallego. Pero manifestó su deseo de hablar en castellano durante los plenos y el debate de esta moción porque iba «a hablar de un tema que afecta a todos los españoles en la lengua en la que nos entendemos todos».

Aun así, los demás parecieron entenderse igual en varias lenguas -todas menos el gallego, que no se usó hasta la siguiente moción- e incluso aprobaron por asentimiento la propuesta tras 45 minutos de debate.

Zapatero embustero

Los nacionalistas estaban eufóricos. En los pasillos se felicitaban en castellano -como hizo el senador del PNV Iñaki Anasagasti al de ERC Miquel Bofill, el principal impulsor de la reforma del Reglamento-. En el Pleno, todos celebraron poder utilizar la «lengua de los antepasados», como expresó la peneuvista Miren Leanizbarrutia. La parlamentaria vasca se mostró emocionada varias veces por hablar «la lengua más antigua de Europa» en el Pleno y quiso recordar a los que han luchado por preservarla y a los que han sido «objeto de persecución política hasta hace muy poco» por hablarla.

El portavoz del PSC, Ramon Aleu, manifestó orgulloso tras el debate que ayer se había «fortalecido España» y reivindicó que, con el uso de las lenguas, «la España oficial se parece más a la España real». Preguntado por el coste de la medida, respondió que «si hoy más ciudadanos se sienten representados en el Senado, el coste habrá sido bajísimo».

Los socialistas no catalanes, por su parte, no mostraron tanto entusiasmo como el día de su aprobación, el año pasado. El vicepresidente tercero, Manuel Chaves, sólo calificó como «correcto» que se puedan utilizar «las lenguas cooficiales en la cámara de representación territorial». Y la ministra de Sanidad, Leire Pajín, lo tildó de «razonable». Fue la portavoz socialista en la Cámara Alta, la gallega Carmela Silva, la que fue más optimista al calificar los plenos en cinco lenguas como «una buena noticia».

Por su parte, los senadores del PP rechazaban en su mayoría la medida y calificaban como «ridículo» que tengan que usar pinganillos para entenderse, igual que en el Parlamento Europeo o la ONU, cuando hay una lengua oficial en toda España.

Hace exactamente un año, 34 senadores nacionalistas propusieron extender todas las lenguas oficiales a cualquier actividad de la Cámara: el Pleno, las comisiones y las comunicaciones orales y escritas.

La negociación con el PSOE y el PSC limitó la propuesta de reforma del Reglamento al debate de las mociones en el Pleno, lo que atenúa también su impacto económico y evita que los miembros del Gobierno -entre ellos, Rodríguez Zapatero- tengan que ponerse los auriculares para entender a los senadores.

En verano, la propuesta se aprobó con el único voto en contra del PP y de UPN. A partir de ahora, el Senado destinará cada año 350.000 euros para pagar a los traductores que tendrán que acudir a todos los plenos en equipos de siete, a razón de unos 12.000 euros por sesión, como publicó hace meses EL MUNDO.

Los senadores de ERC, que son los que han defendido con más pasión la reforma, insisten en que hay que avanzar en el uso del catalán y que su utilización debe extenderse también a la sesión de control al Gobierno y a las comisiones.

Sin embargo, el portavoz del PSC calificó el cambio del Reglamento como «más que suficiente» para «dar la imagen de que ésta es la cámara de representación territorial».

Ayer, el PP se manifestó oficialmente en contra de la medida. Sin embargo, a lo largo de su tramitación ha habido posturas contrapuestas o ambiguas.

En la comparecencia del expresidente de la Generalitat José Montilla en la Comisión General de las Comunidades Autónomas, que se celebró el año pasado, la portavoz del PP, Alicia Sánchez-Camacho, alternó el catalán y el castellano. Y ayer defendió seguir usando esa lengua sólo en la Comisión General.

Sin embargo, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, consideró en su día «esperpéntico» que se hubiera usado el catalán durante aquel debate.

Sea como sea, a partir de ahora todos los senadores podrán usar durante el debate de las mociones todas las lenguas que estén declaradas como oficiales en los diferentes estatutos de autonomía, es decir, el castellano, el catalán, el euskara, el gallego y el valenciano.

El portavoz del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) en el Senado, Ramon Aleu, estrenó anoche la que era una reivindicación histórica de las fuerzas políticas nacionalistas: el uso del catalán, el valenciano, el euskara y el gallego en el Pleno de la Cámara Alta.

El primer debate en cinco idiomas fue un «hito histórico» para los nacionalistas o «un despilfarro» y «un ridículo a nivel mundial» para los portavoces de los dos únicos partidos que rechazaron la medida desde el principio, el PP y UPN.

Pasadas las 20.00 horas, los mismos senadores que en los pasillos hablan en castellano, comenzaron a usar todas las lenguas cooficiales y a utilizar un sistema de traducción simultánea para entenderse. En la retina de todos quedará la imagen de decenas de parlamentarios españoles que se ajustaban los auriculares para escuchar la traducción.

1 comentario:

  1. Han convertido a España en el hazmereir de todo el mundo, esto en un país normal no pasa, parece de coña, pero si lo tuvieran que pagar ellos seguro que no lo harían.

    ResponderEliminar