miércoles, 1 de diciembre de 2010

La red militar SIPRnet: la fuente de todos los males


El Departamento de Estado norteamericano ordenó ayer desconectar este servidor de la base de datos clasificada

Se suponía que era una red de comunicaciones segura y secreta, pero su información se guardó en un disco de Lady Gaga. La respuesta a cómo unos documentos de tal envergadura han podido ser desvelados se encuentra en una sola palabra: «Sipdis».


El soldado de 23 años acusado de copiar la información clasificada
La Razón.es
30 Noviembre 10 - Londres - Celia Maza

Vayamos por partes. «SipDis» en inglés significa distribuido por SIPRnet, una red cibernética similar a internet a la que sólo tiene acceso un grupo de personas autorizadas por el Departamento de Defensa de EE UU. Ayer el Departamento de Estado norteamericano ordenó, al cierre de esta edición, la desconexión de esta red a la base de datos de los cables.

El sistema se diseñó para resolver distribuir de manera secreta información confidencial entre muchos funcionarios repartidos por todo el mundo. Según el rotativo «The Guardian», uno de los cinco periódicos que han tenido acceso a los archivos de Wikileaks, después de los ataques terroristas del 11-S, EE UU amplió el número de usuarios para que los documentos claves pudieran estar al alcance de más expertos. En 2002, 125 embajadas estaban en SIPRnet; en 2005, había 180.

En 1993, había 3.067.000 personas con acceso a SIPRnet. En estos días el Departamento de Estado se negaba a decir exactamente cuántos individuos podían conectarse a la base de datos, pero se sabía que el número se había disparado. Los usuarios privilegiados reciben un nombre y una contraseña que debe ser cambiada cada 150 días. Al menos en teoría, tienen que permanecer en todo momento delante del equipo mientras están conectados, apagándolo incluso si van al baño o a tomar un café. El código también especificaba que cualquier dispositivo personal que se conectara a un ordenador con este sistema –como un iPod, por ejemplo– podía ser confiscado.

El problema es que, en la práctica, todas estas medidas de seguridad se relajaron para facilitar su manejo a los nuevos usuarios después, al parecer, de las quejas de militares estadounidenses destinados en Irak.

Y era precisamente en una base de Bagdad donde estaba destinado Bradley Manning, el soldado de 23 años detenido el pasado 26 de mayo acusado de haber filtrado toda la información. Supuestamente ignorado por sus compañeros por su homosexualidad, el joven pasaba horas en foros de internet, donde conoció a Adrian Lamo, un ex hacker. Fue él quien le denunció cuando le contó el plan que llevaba a cabo. En sus conversaciones, Manning le contó cómo estaba robando la información: «Llegaba con un CD de Lady Gaga, borraba la música y luego grababa un archivo comprimido –le explicó– nadie sospechó nada porque escuchaba y cantaba sincronizadamente ‘‘Telephone’’ mientras grababa los informes. Fue un juego de niños». En el chat, el soldado también detalló cómo a Hillary Clinton le iba a dar «un ataque al corazón» cuando se levantaran una mañana y vieran todo aquel material en la Prensa. «Será hermoso y horripilante», dijo.

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