martes, 9 de noviembre de 2010

Intifada en El Aaiún


ERENA CALVO / Casablanca

El desalojo por la fuerza del campamento de la protesta enciende la rebelión en la antigua capital del Sáhara español
Al menos 6 muertos, uno de ellos un policía lapidado, y decenas de heridos en un día de saqueos, enfrentamientos e incendios
Trinidad Jiménez cree que es un problema 'del ámbito de la ONU' porque 'no es un conflicto sólo de España y Marruecos'

Especial para EL MUNDO

Zapatero embustero

A grandes males, grandes remedios. La mayor protesta saharaui desde que España abandonara su ex colonia en 1975 se ha traducido en los mayores disturbios en el Sáhara Occidental desde la Intifada de 2005, cuando miles de personas se lanzaron a las calles para reclamar la independencia. Los más de 20.000 saharauis que han convivido casi un mes en el campamento de protesta a 15 kilómetros de El Aaiún, capital administrativa del Sáhara Occidental, fueron desalojados ayer «brutalmente» por militares marroquíes, según Omar el Mumeiny, responsable de información del acantonamiento. Sigue en página 26

Editorial en página 3

De acuerdo con el embajador de la República Árabe Saharaui Democrática en Argelia, Brahim Gali, los disturbios por el desmantelamiento del campamento y las manifestaciones en El Aaiún se han cobrado al menos una víctima mortal saharaui, Babi Mahmud el Guergar; hay más de 80 heridos y «decenas de desaparecidos, entre los que no sabemos si hay más muertos porque la información es aún muy confusa».

El Polisario, sin embargo, dio ayer en un primer momento la cifra de 13 fallecidos saharauis, que luego rectificó, y fuentes saharauis en El Aaiún hablaban de cuatro. Mientras, la prefectura de policía desmintió que hubiera bajas civiles.

El portavoz del Ejecutivo marroquí, Khalid Naciri, confirmó a EL MUNDO que entre las fuerzas del orden marroquí se contaron más de 70 heridos, cuatro de ellos de gravedad, y cinco muertos, uno de ellos supuestamente lapidado según se observaba en las imágenes. «Se enfrentaron a una banda de salvajes que les atacaban con cócteles molotov y armas blancas», dijo Naciri.

A las siete de la mañana se cumplieron los pronósticos que señalaban desde hacía días que Marruecos preparaba una operación para desmantelar el campamento, levantado el 10 de octubre para pedir «una vida digna en nuestra tierra; trabajo, empleo y acceso a la sanidad y la educación», recuerda El Mumeiny. Dos semanas después, un niño de 14 años que trataba de acceder a él moría abatido por policías marroquíes.

El domingo, además, cientos de saharauis se manifestaron en las calles de El Aaiún por el «bloqueo» que se impuso en el campamento. «No dejaban entrar ni salir a nadie, cortaron los accesos y reforzaron el número de ambulancias en el perímetro, así como la presencia militar en el muro con que Marruecos cercó el campamento», asegura Ahmed, un saharaui que dejó su trabajo en Canarias para vivir en Gdeim Izik, donde pudo acceder este periódico unos días. «Nos han agredido con chorros de agua caliente, gases lacrimógenos, porras y balas de goma; y han quemado jaimas», continúa Ahmed. «Hemos pasado mucho miedo, sobre todo las mujeres, los niños y los ancianos, que fueron invitados a desalojar el campamento los primeros por unos altavoces».

Según declaró Naciri, las fuerzas del orden marroquí tuvieron que intervenir en el campamento «porque un grupo de saharauis, constituidos en milicia y erigidos en autoridades ilegales estaban impidiendo a los demás abandonar el campamento»

Según fuentes presenciales, cientos de saharauis huyeron a pie por la carretera de Smara que conduce a El Aaiún «y cuando llegaban a la ciudad, impedían a otros saharauis que salieran a recibirlos», relató Hassana Duihi, del Comité de Presos Políticos Saharauis.

Varios barrios de esta ciudad fueron escenario de una batalla campal, donde los saharauis levantaron barricadas de piedras y se lanzaron proclamas independentistas. «Nos encontramos en un verdadero estado de sitio; la policía está cargando contra nosotros, lanzan tiros de fuego real al aire y ha habido muchos registros de casas y detenciones», contó, añadiendo que «colonos marroquíes con banderas del reino están atacando casas, coches y comercios saharauis».

La ciudad estaba tomada por las fuerzas del orden marroquí, y según fuentes saharauis, desde Tan Tan se encontraban cerrados todos los accesos a El Aaiún por decenas de controles marroquíes. La compañía Binter Canarias dejará de volar a la capital del Sáhara Occidental al menos hasta el viernes. «Se ven columnas de humo por muchos rincones de la ciudad y se han localizado incendios en la sede de la televisión regional de El Aaiún [extremo que negaron empleados de este medio], la oficina de Correos o decenas de coches», según fuentes saharauis, que añaden que se vio ondear la bandera del Polisario en algunas zonas. El embajador de la RASD en Argelia, Brahim Galli, habla de más de 70 saharauis arrestados. «Entre ellos, algunos activistas históricos, como Enamaa Asfari», dijo Duihi.

Además, ayer fueron golpeados por las fuerzas del orden marroquí Brahim Elansari, delegado saharaui de Human Rights Watch, y el periodista norteamericano John Thorne. Otro grupo de periodistas que trató de volar ayer a El Aaiún se quedó de nuevo en Casablanca. Los representantes de EL MUNDO, ABC, Efe, la Agencia Canaria, Cope, El Periódico, TV3, Radio France Internacional y TVE vieron anuladas sus reservas.

1 comentario:

  1. Sahara libre ya.
    La culpa de todo esto es de España, por dejarlo tirados como una colilla, y el tirano marroquí se aprovecha de las circunstancias.

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