
El Ejecutivo contesta con evasivas a una pregunta del PP sobre medidas militares ante un supuesto de ataque
Cada vez que Rabat azuza sus iras contra España, el fantasma de un nuevo Perejil sobrevuela oficinas gubernamentales y cuarteles en Madrid. Ayer eran Ceuta y Melilla, hoy es el Sáhara, anteayer eran los helicópteros españoles yendo y viniendo a Alhucemas. ¿Y mañana? Ésa es la pregunta que ha lanzado el senador del PP Luis Peral al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Qué pasaría si Marruecos intentara otra vez tomar Perejil o cualquiera de los pequeños territorios españoles frente a las costas marroquíes?
                    La pregunta del senador popular cuestionaba  literalmente al Ejecutivo lo siguiente: «¿Adoptaría el Gobierno medidas  de carácter militar si, como ocurrió en Perejil, Marruecos intentase  ocupar alguno de los territorios de soberanía española del Peñón de  Vélez de la Gomera, el Peñón de Alhucemas, las islas de Mar y Tierra en  la bahía de Alhucemas o las islas Chafarinas?».
La cuestión, registrada en julio, no fue contestada hasta finales del  mes pasado. Y en vez de un «sí» o un «no» por contestación, la  Secretaría de Estado de Asuntos Constitucionales y Parlamentarios  remitió una respuesta que lejos de aclarar nada mantiene por escrito el  mensaje de amistad y cooperación con el reino alauí. «España mantiene  con Marruecos una política de amistad y  cooperación en todos los  terrenos, incluidos los de la seguridad y la defensa. Esta política  busca, y está obteniendo, el establecimiento de una seguridad  cooperativa entre entre ambos países, por medio de la cual se generan  los mecanismos de cooperación e interlocución necesarios para que a  ambos lados del Estrecho se favorezca en todo momento la profundización  de unas relaciones que son pacíficas y amistosas en todos los órdenes».  Es decir, no sabe, no contesta, y, aunque incida en las relaciones de  amistad que unen a ambos países, no hace referencia a la pregunta  lanzada por el senador del Partido Popular.
La cuestión dirigida al Gobierno formaba parte de una terna de  cuestiones en las que se planteaban asuntos como las quejas de Marruecos  por el sobrevuelo de un helicóptero español por encima del barco de  Mohamed VI y sobre la posición del Ministerio de Asuntos Exteriores  sobre la reivindicación alauita de los territorios de soberanía  española. En este caso y como en la pregunta acerca de las medidas  militares, el Gobierno incidía en la cooperación y la amistad como bases  de la relación entre ambos lados del Estrecho.
En esa ocasión, la secretaría de Estado de Asuntos Constitucionales y  Parlamentarios sentenciaba que «el Gobierno no piensa responder a las  reivindicaciones planteadas por Marruecos sobre territorios de soberanía  española». Eso sí, reflexionaba acerca de las «posiciones divergentes  sobre el tema» de ambos gobiernos y que «ocasionalmente, puede haber  expresiones que reflejen estas diferencias».
El plan del Gobierno, expresada en aquella respuesta, es «crear una  excelente relación de cooperación con Marruecos» a través de una «red de  intereses comunes que constituye la mejor base para una relación entre  países vecinos y amigos».
Haidar llega «sin problemas» a un «desolado y vacío» El Aaiún
La activista saharaui Aminatu Haidar regresó ayer a El Aaiún, donde su  vuelo aterrizó «sin ningún tipo de problema» y, tras salir del  aeropuerto, afirmó que se encontró con una ciudad «desolada»  y  «completamente vacía». Así lo confirmó la abogada Inés Miranda, tras  hablar por teléfono con Haidar, a quien   despidió en el aeropuerto de  Gran Canaria, junto con el presidente de la Federación Estatal de  Instituciones Solidarias con el Sáhara,   Carmelo Ramírez. Según  comentó, «el aeropuerto está   completamente cerrado, no había nadie,  salvo los que habían llegado,  y para poder salir del aeropuerto» un  policía tenía que abrirles.
Rabat saca la cara por Zapatero
El Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí criticó ayer a quienes  atacan al Gobierno español por su «justa» respuesta a los   últimos  incidentes registrados en El Aaiún y enmarcó estas   discrepancias en el  «contexto preelectoral» que se vive en España. A través de un  comunicado, Rabat vuelve a denunciar la «manipulación sistemática» de la  que son víctimas, «consciente o   inconscientemente», miles de  europeos, «especialmente españoles». En este marco, «varias voces se  elevan en España, en el contexto   preelectoral actual para criticar y  atacar las posiciones del   Gobierno español, justas, responsables y  conformes al derecho internacional», añade el Ministerio de Exteriores  marroquí.
Como se comen los mocos y otras cosas más indecentes estos, como si de un juego de mesa se tratara.
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