Condecorado un general cuya esposa se querelló contra el agente que la multó
El general Francisco Martín Alonso. - LAS PROVINCIAS / DLP
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Ala esposa, los grilletes. Al marido, la medalla. El Cuerpo Nacional de Policía impondrá el 4 de octubre, con motivo de las celebraciones de su patrón, la Cruz al Mérito policial con distintivo blanco al general del Ejército de Tierra Francisco Martín Alonso, marido de la mujer cuya detención en Las Palmas el pasado 25 de junio por conducir en sentido contrario ha provocado un grave conflicto entre los máximos responsables de la Policía y de la Guardia Civil en Canarias, como adelantó Público el pasado 12 de septiembre.
Así lo confirmaron fuentes policiales, que destacan el sinsentido de este reconocimiento a un militar cuya esposa, condenada por aquella infracción de tráfico a cuatro meses de prisión y un año sin carné de conducir, se ha querellado contra uno de los miembros de la propia Policía: el inspector que la detuvo.
De hecho, otro general, en este caso de la Guardia Civil, Miguel Martínez, envió en julio una carta con membrete oficial a la jefa Superior de Policía en Canarias, Concepción de Vega, en la que, además de criticar duramente la actuación del policía en el incidente de tráfico, le exigía que tomase "las medidas apropiadas" contra este bajo la sutil amenaza de romper las relaciones entre ambos cuerpos policiales.
Otras fuentes consultadas afirman que las muestras de malestar del general de la Guardia Civil y del alto mando del Ejército por la detención de la mujer de este no se han quedado en la misiva, sino que, incluso, ha llegado a manifestarse en actos públicos. "Han hecho varios desplantes a la comisaria De Vega y a la delegada del Gobierno, Carolina Darias, después de que ambas apoyaran al inspector de policía en su actuación", aseguran.
La mujer, que reconoció el "despiste" ante la juez, sólo detuvo la marcha después de que el inspector, que viajaba en su vehículo en el sentido correcto, y otro conductor se vieran obligados a dar un volantazo para evitar la colisión.
Minutos después, en el lugar del incidente se presentaban una patrulla de la Policía, una pareja de guardias civiles de Tráfico y un teniente coronel del Ejército, subordinado del general. Mientras los primeros agentes procedían a detener a la mujer, los segundo insistían en resolver la infracción con una simple multa y el militar intentaba zanjar el asunto con "un error lo tiene cualquiera".
Finalmente, la mujer fue arrestada y conducida a comisaría. Días después, era condenada en un juicio en el que ella dio su conformidad a la pena. Pese a ello, la esposa del general presentó más tarde una querella por detención ilegal contra el policía que evitó el accidente. Su abogado argumentó en la denuncia que era "innecesario" detener a "la esposa de un general". El caso, ahora con medalla, sigue abierto en un juzgado canario.
Así lo confirmaron fuentes policiales, que destacan el sinsentido de este reconocimiento a un militar cuya esposa, condenada por aquella infracción de tráfico a cuatro meses de prisión y un año sin carné de conducir, se ha querellado contra uno de los miembros de la propia Policía: el inspector que la detuvo.
Policías critican que se use la distinción para contentar al militar
"Con esta medalla parece que, encima, tenemos que ser nosotros quienes pidamos perdón al general por cumplir con nuestro deber", destacan indignadas estas fuentes, que recalcan que desde que se produjo la detención de la esposa kamikaze las relaciones en las islas entre las Fuerzas de Seguridad han sido "muy tensas".De hecho, otro general, en este caso de la Guardia Civil, Miguel Martínez, envió en julio una carta con membrete oficial a la jefa Superior de Policía en Canarias, Concepción de Vega, en la que, además de criticar duramente la actuación del policía en el incidente de tráfico, le exigía que tomase "las medidas apropiadas" contra este bajo la sutil amenaza de romper las relaciones entre ambos cuerpos policiales.
Otras fuentes consultadas afirman que las muestras de malestar del general de la Guardia Civil y del alto mando del Ejército por la detención de la mujer de este no se han quedado en la misiva, sino que, incluso, ha llegado a manifestarse en actos públicos. "Han hecho varios desplantes a la comisaria De Vega y a la delegada del Gobierno, Carolina Darias, después de que ambas apoyaran al inspector de policía en su actuación", aseguran.
El arresto provocó un conflicto entre mandos en Canarias aún no resuelto
Rumbo al supermercado
El incidente que ha provocado el actual conflicto se remonta al 25 de junio, cuando María Esther Vaquero, esposa del general, condujo en sentido contrario durante más de un kilómetro por una autovía de la isla camino de un supermercado para comprar un champú de oferta.La mujer, que reconoció el "despiste" ante la juez, sólo detuvo la marcha después de que el inspector, que viajaba en su vehículo en el sentido correcto, y otro conductor se vieran obligados a dar un volantazo para evitar la colisión.
Minutos después, en el lugar del incidente se presentaban una patrulla de la Policía, una pareja de guardias civiles de Tráfico y un teniente coronel del Ejército, subordinado del general. Mientras los primeros agentes procedían a detener a la mujer, los segundo insistían en resolver la infracción con una simple multa y el militar intentaba zanjar el asunto con "un error lo tiene cualquiera".
Finalmente, la mujer fue arrestada y conducida a comisaría. Días después, era condenada en un juicio en el que ella dio su conformidad a la pena. Pese a ello, la esposa del general presentó más tarde una querella por detención ilegal contra el policía que evitó el accidente. Su abogado argumentó en la denuncia que era "innecesario" detener a "la esposa de un general". El caso, ahora con medalla, sigue abierto en un juzgado canario.
Una auténtica vergüenza....., esto no tiene desperdicio. La corruptela no tiene límites, no hay quien pare esto??. ¡Viva!
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