El ex dirigente de la banda, condenado a 119 años por la muerte de tres ‘tedax’
El histórico ex jefe de ETA José Luis Urrusolo Sistiaga, en la Audiencia Nacional. EFE
José Luis Urrusolo Sistiaga, uno de los máximos exponentes del grupo de ex presos de ETA que ha renegado de la violencia, fue condenado este miércoles por la Audiencia Nacional a penas que suman 119 años de cárcel por su participación en un atentado que costó la vida a tres miembros de los Tedax en 1991. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional desestima así la petición de la defensa para que el rechazo a la violencia y la voluntad de Urrusolo de colaborar con la Justicia resultara atenuante.
"La lucha armada tenía que haber terminado hace tiempo", dijo el pasado 5 de julio el ex etarra ante el tribunal que lo juzgaba. En la sentencia, los jueces "valoran" esa afirmación, pero atienden también a "la gravedad de los hechos y la trayectoria hasta 1994", en relación a la multitud de atentados en los que participó Urrusolo Sistiaga antes de dejar la banda. De ahí, que rechacen aplicar la doctrina del Tribunal Supremo, que valoró como atenuante la renuncia a ETA en un caso de caso de colaboración con la organización terrorista.
El que llegara a jefe de cursillos de ETA suma condenas de cientos de años y cumple pena de prisión actualmente en Nanclares de Oca (Álava), donde han sido conducidos en los últimos meses un grupo de condenados por terrorismo después de poner por escrito su repulsa a la violencia y la asunción del daño causado. Ese grupo participa de tareas formativas y goza de algunos permisos penitenciarios, primeros pasos del proceso de reinserción recogido en la Ley.
Explosión en Villaverde
El tribunal considera probado que Urrusolo recopiló información para que un comando enviara un paquete-bomba al Ministerio de Justicia, devuelto finalmente a la empresa de mensajería, en el barrio madrileño de Villaverde. Tres artificieros fallecieron al intentar desactivarlo el 1 de julio de 1991. La jueza Clara Bayarri emitió un voto particular al considerar que no hay pruebas suficientes para condenar a Urrusolo.
A este, se lo dejaba yo solito en una habitación con los familiares de los compañeros asesinados.
ResponderEliminarY a maquiavelo, gracias por ser tan "amable" con los asesinos.
Espero que sus conciencias les pasen facturas.