martes, 20 de julio de 2010

La polémica en torno a Bono precipita su ruptura conyugal


MARISA CRUZ / Madrid

Zapatero  embusteroLa divulgación de los ingresos de Ana Rodríguez, motivo final de la crisis, que ya influyó en su dimisión como ministro

El presidente del Congreso, José Bono, anunció ayer su separación de Ana Rodríguez Mosquera. La pareja formalizará hoy su ruptura, tras 30 años de matrimonio, presentado el escrito correspondiente en el Juzgado de Primera Instancia de Toledo, donde residen.

El anuncio de la separación se convirtió de inmediato en noticia, no sólo porque Bono ha sido siempre un político mediático, sino sobre todo porque desde hace meses es el centro de una intensa polémica por el importante patrimonio y los elevados ingresos que suman él y su esposa.Sigue enpágina 4

José Bono y Ana Rodríguez, según informaron fuentes de la familia, se separan de mutuo acuerdo y de forma amistosa. Ambos desean, según las mismas fuentes, respeto para su intimidad y la de sus cuatro hijos: Amelia, Ana, José y Sofía.

Precisamente el debate en torno a su incremento patrimonial, que incluso se sustanció en una denuncia contra él presentada por el Partido Popular ante la Fiscalía General del Estado y que ayer mismo fue archivada, ha sido el detonante último que ha precipitado la ruptura del matrimonio.

El pasado mes de mayo, el presidente del Congreso decidió hacer frente al goteo de informaciones que cuestionaban la licitud de su patrimonio y de sus ingresos haciendo lo que él mismo llegó a calificar como un «auténtico striptease». Explicó a EL MUNDO, y posteriormente a otros medios de comunicación, la procedencia de sus bienes y los de su esposa. Igualmente, remitió una relación de sus propiedades e ingresos al propio fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y a la Cámara Baja.

Pese a ello, la polémica en torno a su enriquecimiento no ha cesado, hasta el punto de que la propia vicepresidenta primera del Gobierno se ha visto obligada en varias ocasiones a confirmar la confianza plena que Zapatero sigue teniendo en quien fuera su rival en la carrera por la Secretaría General del PSOE y, posteriormente, su ministro de Defensa.

A las sospechas vertidas sobre su patrimonio vinieron a sumarse las dudas suscitadas por un informe del Tribunal de Cuentas en el que se apunta que el Gobierno manchego, durante la etapa en la que Bono lo presidió y también después con José María Barreda, no ejecutó adecuadamente sus funciones de ordenación, inspección y control sobre el macroproyecto inmobiliario de Francisco Hernando, El Pocero, en el municipio toledano de Seseña.

No obstante, han sido los ataques lanzados en los últimos tres meses contra el presidente del Congreso desde las filas del PP los que le han obligado a una sobredosis de transparencia que no sólo le afectaba a él, sino también a su esposa y a sus hijos. Ana Rodríguez ha declarado ingresos anuales que triplican los de su marido gracias a un suculento contrato con la firma de joyería Tous. La situación, finalmente, ha minado una relación conyugal que ya había atravesado por otros momentos de crisis.

Las desavenencias del matrimonio ya influyeron hace cuatro años en la carrera política de Bono. En abril de 2006, dimitió de su cargo al frente del Ministerio de Defensa. Bono le había entregado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su carta de dimisión tres meses antes argumentando problemas familiares.

«Después de casi 30 años en la primera línea de la política, se debiera entender que una persona humana, no divina, quiera atender a su familia», afirmó entonces. También aseguró que su dimisión era «un punto de inflexión» que percibía como «definitivo».

Su marcha del Ejecutivo trajo cola porque obligó al presidente a remodelar el Gabinete. Sin embargo, la ausencia de Bono no fue definitiva. Zapatero le llegó a ofrecer la candidatura socialista al Ayuntamiento de Madrid y él la rechazó, pero no sucedió lo mismo cuando aceptó encabezar la lista por Toledo en las elecciones de 2008 y acceder a la Presidencia del Congreso de los Diputados.

Aparentemente, sus dos años de retiro le sirvieron para reconducir su situación familiar, afectada por su intensa dedicación a la política que, además, debía desarrollarse en Madrid y no en Toledo, como sucedía durante sus casi dos décadas como presidente de Castilla-La Mancha.

La decisión de abandonar el Gobierno tuvo, además, otros ingredientes que no pasaron desapercibidos en los medios de comunicación. Cierto que la clave fueron las razones familiares, pero a ellas se sumaron las discrepancias que siempre manifestó Bono en relación con las aspiraciones catalanistas propiciadas por el presidente del Gobierno.

En cualquier caso, su vida privada fue entonces objeto de rumores que nunca han cesado porque el matrimonio Bono-Rodríguez ha sido protagonista en muchas ocasiones del papel cuché. El presidente del Congreso y su esposa no han puesto reparos a la hora de participar en actos sociales marcados por el glamour y recogidos con amplio despliegue por la prensa del corazón.

Hoy, sin embargo, el día después de su amargo anuncio, José Bono hará gala de su profesionalidad y presidirá como cualquier otro martes el Pleno del Congreso de los Diputados.

1 comentario:

  1. Ya se sabía el porque de su despedida en el año 2006, pero eso tenía truco, ya que cuando se le silvó volvió al redíl, después de anunciar a bombo y platillo que era para atender a la familia, parece ser que era todo un cuento, y lo que atendía bien, era el meter mano a la caja.

    ResponderEliminar