sábado, 26 de junio de 2010
Respuesta de D. Jaime Ignacio del Burgo
24 de Junio de 2010 - 13:20:44 - Luis del Pino
El ex-diputado popular D. Jaime Ignacio del Burgo me envía una carta al hilo de las críticas que le dirigía yo ayer por unas declaraciones suyas publicadas en La Nueva España.
Le agradezco enormemente a D. Jaime Ignacio su respuesta, cuyo contenido suscribo plenamente. Y permítame decirle que me alegro enormemente de que mis críticas fueran infundadas.
Un abrazo, don Jaime Ignacio
Querido Don Luis:
Estoy realmente sorprendido con la interpretación que has dado a mis declaraciones a Europa Press sobre la personación del SUP en la querella interpuesta por la Asociación de Víctimas del Terrorismo que se tramite en el Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid contra el ex jefe de los Tedax, Sánchez Manzano. Deduzco que las has interpretado como si se tratara de una toma de posición en defensa de la “versión oficial” de la sentencia del 11-M. Nada más lejos de mi ánimo y por ese motivo contesto con mucho gusto a tus preguntas.
Luis del Pino- ¿Cree usted que se utilizó Goma2-ECO para volar los trenes? Si la respuesta es sí, entonces ¿a qué achaca usted la aparición en los análisis de componentes que no forman parte de la composición de la Goma2-ECO, como por ejemplo el dinitrotolueno o la nitroglicerina? Si la respuesta es no, ¿por qué dice usted que "los confidentes policiales asturianos proporcionaron el explosivo a los terroristas", si con lo que traficaban esos confidentes es con Goma2-ECO?
Jaime Ignacio del Burgo- El descubrimiento de dinitrotolueno y nitroglicerina en los explosivos pone de manifiesto que la Goma 2 Eco no pudo utilizarse en la explosión de los trenes. Y si no fue así hay una consecuencia terrible: hay un condenado como autor material del atentado que podría ser inocente al menos de ese terrible delito: Suárez Trashorras. Mientras él se pudre en la cárcel los verdaderos asesinos podrían andar sueltos. Si yo fuera el juez Bermúdez no dormiría tranquilo hasta que se sepa sin lugar a dudas la verdad. Respondo a la segunda parte de la pregunta sobre los confidentes asturianos al final de este cuestionario.
LdP- ¿Qué credibilidad concede usted a la historia de esos tres marroquíes que, en mitad de la noche, bajan 200 kilos de explosivos de una mina cuya ubicación exacta desconocen y luego - sin dormir en 40 horas - vuelven a Madrid a toda velocidad, atravesando la mayor nevada del siglo, sin que les estorben los puertos de montaña cerrados y sin que el coche se les manche siquiera?
JIB- Por supuesto que todo esto resulta inverosímil. Y añado algo más. Resulta sorprendente que la Guardia Civil hubiera montado un control de velocidad en una carretera que se hallaba todavía bajo los efectos de la gran nevada que afectó a la zona cantábrica y a la provincia de Burgos. Gracias a este control sabemos que por allí pasó “el Chino”, al que se le permitió circular sin ningún problema. Cabe preguntarse qué hacía un control de velocidad en una carretera helada. Todo esto pone de relieve que sobre la investigación realizada en Asturias hay muchos puntos oscuros que no se han investigado, querido Don Luis.
LdP- ¿Cree usted que se deberían haber enviado las muestras de los trenes al laboratorio de la Policía Científica, para analizarlas? En caso negativo, ¿por qué? En caso afirmativo, ¿a quién cree usted que habría que pedirle responsabilidades por no haber hecho ese envío?
JIB- No sólo las muestras de los trenes debieron enviarse al laboratorio de la Policía Científica para analizarlas sino que debieron conservarse los propios trenes para hacer un exhaustivo análisis de los mismos que tal vez hubieran arrojado otras pruebas, entre ellas la obtención de huellas dactilares.
LdP- ¿Cree usted que habría que pedir a alguien responsabilidades por la destrucción de los trenes? ¿A quién?
JIB. La responsabilidad es, en primer lugar, del juez del Olmo, que tenía que haber cuidado de que se conservaran los trenes por ser un medio de prueba de capital importancia. Ss ha sabido que, como consecuencia de las investigaciones realizadas durante el juicio del 11-M, el juez del Olmo autorizó verbalmente su destrucción. Esta decisión debió adoptarse mediante resolución motivada. Se desconoce quién fue el funcionario de la policía judicial que solicitó la autorización para destruir los trenes, pero resulta razonable suponer que fue el jefe de los Tedax. Sánchez Manzano era el responsable de la obtención de muestras de los focos de explosión y por tanto tenía la responsabilidad de custodiar los trenes. Aunque no es descartable que fuera la propia RENFE quien solicitara al juez permiso para retirar y destruir los trenes.
LdP- ¿Cree usted que la mochila de Vallecas es una prueba cierta o que fue colocada a posteriori de los atentados?
JIB- Existen motivos para pensar que la mochila de Vallecas se introdujo en la comisaría con la finalidad de hacer creer al juez instructor que el explosivo utilizado era Goma 2-Eco, además de conducir a la detención de Zougam, por haber vendido la tarjeta que se hallaba en el teléfono móvil hallado en su interior. Me consta que hay algunas investigaciones que podrían arrojar luz sobre este episodio. El día que se esclarezca se habrá dado un paso de gigante para determinar quién fue el “autor intelectual” de la masacre del 11-M.
LdP- Por último: ¿qué opinión exacta le merecen la actuación profesional del señor Sánchez Manzano en los días inmediatamente posteriores a la masacre y la querella que la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M ha presentado contra él y contra su jefa de laboratorio?
JIB- Considero que en su actuación hay sombras de duda que deben ser aclaradas por la titular del Juzgado de Instrucción núm. 43 de Madrid, donde se tramita la querella de la Asociación de Víctimas del Terrorismo –y ahora del SUP- contra él.
JIB. Sobre mis declaraciones.
Minutos antes de la presentación de mi último libro en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (“Cánovas y los conciertos económicos. Agonía, muerte y resurrección de los fueros vascos”) una periodista de Europa Press me preguntó qué opinaba del comunicado del SUP anunciando su personación en la querella interpuesta contra el ex jefe de los Tedax, Sánchez Manzano. Me ratifico en lo que declaré de forma improvisada. Saludé que el sindicato policial se hubiera sumado a la querella pero añadí que en mi opinión había otros extremos sobre los que el SUP debía exigir una investigación en el terreno de las negligencias policiales y me referí a las detectadas en la actuación de los cuerpos de seguridad en Asturias.
Ya he recordado cómo en la sentencia del 11-M se condena a Suárez Trashorras a treinta mil años de cárcel como autor material del atentado. Partiendo de la “versión oficial” que sustenta la sentencia, que considera probado que Suárez Trashorras facilitó los explosivos, en tal caso no se puede obviar que se trataba de un confidente policial controlado por el jefe de estupefacientes de Avilés, Manuel García, alias “Manolón”. En la Comisión de Investigación hice una reflexión que me costó la reprobación del SUP en la que señalé que tal vez no había actuado con diligencia debida, pues tuvo conocimiento de que su confidente traficaba con dinamita lo que le debería haber llevado a extremar su vigilancia sobre Suárez Trashorras en vez de desentenderse de él como había declarado en su comparecencia. Por cierto, a su regreso a Asturias “Manolón” fue objeto de un gran homenaje por parte de sus compañeros. Hoy es el director de seguridad del aeropuerto de Oviedo.
Por otra parte, otros confidentes policiales habían informado tanto a la Policía como a la Guardia Civil de que Antonio Toro y su cuñado traficaban con dinamita e, incluso, trataban de vender a ETA explosivos robados. Hubo también otra denuncia de un tal “Nayo” (que después huyó a Hispanoamérica) al actual fiscal superior del Tribunal Superior de Justicia de Asturias informándole de este extremo, sin que la investigación por él ordenada diera ningún resultado porque se conformó con el informe que le proporcionó la Guardia Civil de que en el monte al que les llevó el confidente no se encontró el zulo porque “no iban a registrar todo el monte”.
Otro hecho no investigado es que el confidente de la UCO, Zouhier, proporcionó una muestra del explosivo robado a la UCO, que fue destruida sin cumplir los protocolos establecidos. No sabemos por tanto si era Goma 2 o Goma 2 ECO.
En mis declaraciones hice también expresa referencia a las contradicciones detectadas en las comparecencias del general Laguna, por aquel entonces jefe de la Guardia Civil de Asturias, y del coronel Hernando, que desempeñaba la jefatura de la UCO, y que posteriormente fue ascendido al generalato, y en las que pudo haberse cometido falso testimonio, pues la verdad no puede tener dos caras.
Por todo ello, en mi opinión –querido Don Luis- en Asturias pudo haber una clamorosa negligencia de los servicios de seguridad que debiera ser investigada. Nunca he entendido por qué quieres cubrir lo que allí pasó con un manto de silencio. Y eso no tiene nada que ver con seguir investigando sobre qué explosivo estalló y quiénes fueron los autores intelectuales y materiales del atentado. Si vuelves a repasar la información de Europa Press comprobarás que las frases entrecomilladas que me atribuyes no se corresponden con las palabras que yo pronuncié. Lo que dije – o quise decir - fue que “si” fueron confidentes de la Policía quienes proporcionaron los explosivos a los terroristas (insisto, según la propia “versión oficial”) en tal caso “deberían depurar la responsabilidad del famoso policía «Manolón» (el inspector Manuel García), que tuvo como confidente a Suárez Trashorras, y averiguar qué pasó en la UCO de la Guardia Civil cuando Zouhier les entregó una muestra de dinamita y la destruyeron alegando que estaba caducada”.
No comparto, por todo esto, sus comentarios finales donde dice que “lo que no se puede, a estas alturas, es seguir mareando la perdiz, don Jaime Ignacio. Para hacer esas declaraciones, mejor no haga ninguna”. Me parece que tu apreciación es manifiestamente injusta. Me limité a valorar la actuación del SUP sin que de mis palabras pueda sacarse la conclusión de que doy por válida la “versión oficial” contenida en una sentencia que hace aguas por todas partes. Pero eso no impide que reclame, como he venido haciendo desde que se cerró en falso la Comisión de Investigación (véase mi libro “11-M. Demasiadas preguntas sin respuesta”), que se lleve a cabo una investigación rigurosa sobre lo que ocurrió en Asturias.
Tampoco comparto tu opinión sobre lo que calificas como “vergonzoso silencio” del PP “en el tema del 11-M”. El partido, al que no en estos momentos ya no represento pues me encuentro como sabe apartado de toda actuación política y no soy más que un militante “de base”, ha dejado bien claro que si algún día llega al poder utilizará todos los medios a su alcance para conocer la verdad de lo ocurrido para lo que resulta condición “sine qua non” asumir la responsabilidad de la dirección del ministerio del Interior y del CNI.
Por último, conoces perfectamente mi admiración por la labor de investigación que vienes llevando a cabo, con un tesón digno del mayor elogio, para que se conozca la verdad sobre la trágica masacre del 11-M, que cambió – para ma l- el rumbo de la historia de España.
Un fuerte abrazo,
Jaime Ignacio del Burgo
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Todos a estas alturas, ya sabemos que ocurrió, y el porque, y quien ayudó, y quien obstaculiza las invesigaciones. Osea, que el tema es bien sabido por todos, espero que algún día se sepa toda la verdad, y que los culpables, paguen por ello.
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