18 de Mayo de 2010 - 11:36:59 - Luis del Pino
El pasado sábado entrevistábamos en el programa Sin Complejos a José María de Pablo, abogado de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. El objetivo de la entrevista era conocer el estado de las investigaciones que un juzgado de Madrid está realizando en el marco de la querella que la asociación presidida por Ángeles Domínguez ha presentado contra el que fuera jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, y su jefa de laboratorio.
Recomiendo a los lectores que escuchen la entrevista completa, porque en ella revela de Pablo cómo ha quedado testificalmente acreditado que en los trenes del 11-M se recogieron restos de todo tipo, que fueron convenientemente etiquetados y que, sin embargo, después desaparecieron sin dejar rastro, puesto que ni se entregó un listado de los mismos al juez Del Olmo, ni se entregaron a Gómez Bermúdez para la pericial de explosivos realizada durante el juicio, ni tampoco sabe nadie dónde están.
Habló también de Pablo del obstruccionismo del Ministerio de Interior en lo que respecta a acreditar que la custodia de esas muestras le correspondía a la unidad dirigida por Sánchez Manzano. El Ministerio de Interior se escuda en que la normativa de actuación de los Tedax es secreta para no certificar los extremos solicitados por la juez. Pero, en este sentido, Manuel Marraco desvelaba ayer en El Mundo que el propio Sánchez Manzano hizo uso del texto de esa normativa secreta en el curso de su querella contra diversos periodistas del diario dirigido por Pedro J. Ramírez.
De hecho, y como hoy desvelamos en Libertad Digital (gracias especialmente a nuestro contertulio Belga, a quien no se le escapa una), ya Sánchez Manzano hizo uso del texto de esa normativa "secreta" para defenderse ante el Olmo cuando saltó el escándalo relativo a la custodia de la mochila de Vallecas, allá por 2006. Y en ese escrito enviado al juez del 11-M, e ex-jefe de los Tedax dejaba claro que era su unidad la responsable de la custodia de las muestras de los trenes. El Ministerio de Interior, por tanto, está denegando a la juez el texto de un artículo que el propio Sánchez Manzano no tuvo reparo en emplear en un escrito oficial dirigido a Del Olmo.
El episodio se podría calificar de kafkiano si no supiéramos todos que, en realidad, no se trata de otra cosa que de un intento puro y duro, por parte del Ministerio de Interior, de dilatar la investigación sobre las responsabilidades en la desaparición de las muestras de los trenes.
¿No se merecía España un gobierno que dijera toda la verdad, señor Rubalcaba?
¿Por qué se ampara usted en la Ley de Secretos Oficiales para no certificar el contenido de un artículo de una norma que todos conocemos? ¿Por qué tilda usted de "secreto" algo que no es sino un secreto a voces?
Pues claro que es un secreto a voces, a estas alturas, ya todos sabemos lo que nos esconde el gobierno, y esto que hacen, es ganar tiempo, ni más ni menos. Estará orgulloso el Sr. Manzano de su hazaña, espero que algún día se la cuente a sus nietos, si su conciencia se lo permite.
ResponderEliminarLa verdad, os hará libres...