jueves, 8 de abril de 2010
Omagh
7 de Abril de 2010 - 21:44:04 - Luis del Pino
El atentado de Omagh tuvo lugar el 15 de agosto de 1998 y provocó la muerte de 29 personas y heridas a otras 220.
Fue la mayor masacre terrorista que ha tenido lugar en Irlanda del Norte. Un atentado indiscriminado de gran magnitud contra la población civil. Nunca había sufrido Gran Bretaña un atentado tan atroz.
El atentado no fue reivindicado inmediatamente, pero la Policía señaló casi de inmediato como responsable al IRA Auténtico, una escisión del IRA que había nacido diez meses antes, cuando Michael McKevitt y Bernadette Sands crearon un IRA "duro" frente a la corriente mayoritaria de la organización terrorista, a la que acusaban de "blanda".
El principal dato para atribuir el atentado tan rápidamente al IRA Auténtico fue que, justo quince días antes, ese grupo terrorista había hecho estallar un coche bomba con más de 200 kg de explosivo en Banbridge, aunque sin víctimas mortales.
El atentado de Omagh despertó una gran oleada de indignación tanto dentro como fuera de Irlanda del Norte. El IRA "blando" y su brazo político, el Sinn Fein, condenaron el atentado.
La masacre se la atribuyó tres días más tarde, en efecto, el IRA Auténtico, en un comunicado en el que achacaba la responsabilidad a las fuerzas de seguridad por no haber desalojado a tiempo y en el que pedía disculpas "a los civiles".
A pesar de que las responsabilidades parecían claras, las investigaciones policiales estuvieron viciadas desde el principio. A la confusión de las investigaciones y de los juicios criminales contribuyó, en no poca medida, la intervención de dos jurisdicciones policiales y judiciales distintas: la de Irlanda del Norte y la de la República de Irlanda, duplicidad que permitió que todo se diluyera en un marasmo de confusión y que los juicios fracasaran estrepitosamente, para indignación de las víctimas.
Concretamente, el 22 de septiembre de 1998 se detuvo a 12 personas, que quedaron en libertad sin cargos. Posteriormente, el 25 de febrero de 1999, se detuvo a otros siete sospechosos.
Sólo uno de esos sospechosos, Colm Murphy, fue sometido a juicio y condenado en primera instancia, el 23 de enero de 2002, acusado de haber suministrado dos teléfonos móviles para el atentado.
Sin embargo, la condena de ese único acusado fue revocada en enero de 2005: el Tribunal de Apelaciones ordenó repetir el juicio, al dictaminar que dos policías (Liam Donnelly y John Fahy) habían falsificado las actas de los interrogatorios de Murphy. Los peritos demostraron, por análisis electrostático, que se había añadido una hoja a esas actas.
Los dos policías fueron sometidos a juicio en Dublin en 2006, pero fueron absueltos de los cargos de perjurio, al dictaminar el juez que la acusación no había podido acreditar la cadena de custodia de esas actas de interrogatorio, ni de los documentos del propio análisis electrostático.
En el juicio de revisión (febrero de 2010), Murphy fue también absuelto.
Al igual que fue absuelto su sobrino Sean Hoey en 2007, acusado de haber montado el coche bomba de Omagh. El juicio de Sean Hoey en 2007 duró diez meses y fue uno de los mayores juicios por asesinato celebrados en el Reino Unido. En la sentencia absolutoria, el juez pidió que se abriera una investigación contra otros dos policías por posible falso testimonio. Ambos policías fueron exonerados de cualquier cargo en 2009, tras una investigación no judicial.
Como consecuencia de semejante cúmulo de despropósitos, no hay nadie condenado por vía penal en relación con la mayor masacre terrorista que ha sufrido Irlanda del Norte.
Las víctimas de la masacre, ante el fiasco de las investigaciones oficiales, ya habían decidido emprender acciones por la vía civil a partir de octubre de 2000, consiguiendo en junio de 2009 que se condenara a cuatro miembros del IRA Auténtico (Michael McKevitt, Liam Campbell, Colm Murphy y Seamus Daly) a pagar 1,6 millones de libras esterlinas de indemnización.
Esa movilización de las víctimas motivó una investigación de la Defensora del Pueblo de Irlanda del Norte, que dictaminó en diciembre de 2001 que las investigaciones policiales habían sido defectuosas y que es posible que se actuara negligentemente al haber ignorado avisos previos.
Y surgieron supuestos confidentes policiales o de los servicios de inteligencia (Kevin Fulton, Paddy Dixon) que aseguraban que "habían avisado" y que se ignoraron sus avisos. Uno de esos confidentes, Paddy Dixon, está acogido a un programa de protección de testigos en la República de Irlanda.
El 15 de septiembre de 2008, la BBC emitió un documental en el que se afirmaba que las conversaciones telefónicas de los terroristas de Omagh estaban siendo grabadas mientras transportaban los explosivos hasta su destino.
Las investigaciones periodísticas sobre la masacre de Omagh están, como puede verse, en la fase de analizar si el atentado pudo tener lugar debido a una monumental negligencia de las Fuerzas de Seguridad.
Sea como sea, lo cierto es que, a fecha de hoy, seguimos sin saber qué ocurrió en aquel atentado.
Lo único que sabemos a ciencia cierta son los efectos políticos que aquel atentado tuvo: allanar rápidamente los obstáculos que hasta el momento habían hecho imposible el proceso de paz en Irlanda del Norte.
Las familias de algunas víctimas del atentado continúan luchando para que algún tribunal internacional intervenga y arroje algo de luz allí donde la justicia británica y la irlandesa han fracasado.
En un informe presentado por esas familias a la Cámara de los Comunes inglesa en marzo de 2009, las víctimas denunciaban cómo a la persona que confesó haber robado el coche que se utilizó para el atentado ni siquiera se la llegó a someter a juicio por robo.
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Manda carallo, me suena a lo ocurrido aquí con el 11-M.
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