jueves, 25 de marzo de 2010
Proceso blindado
24 de Marzo de 2010 - 20:08:38 - Luis del Pino
Las declaraciones de Jaime Mayor Oreja alertando de que estamos ya en segunda fase de negociación con ETA han levantado un revuelo considerable, porque han venido a alterar la ficticia unanimidad de criterio en torno a la "política antiterrorista" del Gobierno.
Recordemos que en uno de los análisis publicados de ETA, durante la pasada legislatura, se citaba expresamente a la AVT de Francisco José Alcaraz y al Partido Popular como obstáculos que entorpecían el "proceso". Es evidente, vistas las cosas con perspectiva:
* que la primera fase del "proceso" había encallado debido a esos "obstáculos"
* que el "proceso" no estaba siendo digerido adecuadamente por la opinión pública española
* que había que congelar el "proceso" para encarar las elecciones con unas mínimas garantías de que los valedores del "proceso" no salieran malparados
* y que había que remover los "obstáculos" existentes, antes de volver a oficializar el "proceso"
Todos conocemos la operación de neutralización de ambos "obstáculos" que tuvo lugar después de las pasadas elecciones generales.
Tras las elecciones de 2008, la sustitución de Alcaraz al frente de la AVT condujo a que la principal de las asociaciones de víctimas se sumergiera en el limbo de lo políticamente correcto. En paralelo, el golpe de mano dado por Rajoy dentro del PP - con depuración incluida de todos los "radicales" (Acebes, Zaplana, María San Gil...) y con "refundación" del PP vasco - condujo a un reposicionamiento de los populares, con un apoyo expreso a Zapatero en el campo de la política antiterrorista, a pesar de cosas como la no disolución de los ayuntamientos de ETA o la no derogación de la autorización parlamentaria para negociar.
Ahora, una vez pasado un tiempo prudencial, vuelven a aflorar lentamente las negociaciones, precedidas de un intercambio cruzado de mensajes entre "la izquierda abertzale" y el Gobierno, que no tiene reparo en hablar (Rubalcaba dixit) de "ajustes políticos" tras el "abandono de la violencia".
Obviamente, la garantía de que esa segunda fase de negociación pueda triunfar allí donde la primera fracasó, estriba en que tanto el PP como los movimientos cívicos mantengan su actitud de neutralidad efectiva. De ahí la furibunda reacción a las palabras de Mayor Oreja, que vienen a decir, ni más ni menos, que el Partido Popular dista mucho de estar dispuesto, en su totalidad, a hacer de comparsa de Zapatero en esa segunda fase.
Pero me gustaría detenerme en una de las frases pronunciadas por Jaime Mayor, que me parece la fundamental de su discurso. Dice Jaime Mayor que estos procesos en los que operan mediadores internacionales (recordemos el papel del centro Henri Dunant durante la primera fase) están blindados. Parece una frase de mero sentido común, puesto que ese "blindaje" es inherente a todo proceso de "resolución de conflictos" con mediación internacional.
Pero tratemos de reflexionar por un momento en cuáles son las garantías que cada una de las partes podría haber dado a la otra. ¿En qué pueden consistir las garantías dadas por ETA al Gobierno Zapatero? ¿Con qué "arma" contaría el Gobierno para garantizar que ETA cumpliera su parte?
A la inversa, si tenemos en cuenta que el Gobierno de Zapatero es inherentemente transitorio y que todos los actos de un gobierno son revocables, al menos en teoría, por los gobiernos sucesores, ¿con qué garantías contaría ETA de que una cesión política no iba a ser revertida?
¿En qué consiste exactamente el "blindaje" con el que ambas partes cuentan? ¿Quién o qué actúa como aval?
P.D. Por cierto, Tomás Gómez, el líder de la Federación Socialista Madrileña (comparado con el cual, su antecesor, Rafael Simancas, parece casi un estadista) ha dicho que va a querellarse contra Jaime Mayor Oreja por sus palabras. Inclúyame en la querella, don Tomás, porque suscribo lo dicho por Jaime Mayor de la cruz a la fecha.
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Ni que decir tiene, que yo estoy de acuerdo.
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