martes, 24 de noviembre de 2009
La declaración policial no explica los videos de Faisán
Un agente que tenía que aclarar en el juzgado si la grabación del día del chivatazo fue manipulada asegura que no la ha visto
FERNANDO LÁZARO
Madrid
Poca luz y casi aún más misterio arrojaron las declaraciones practicadas ayer en el juzgado del juez Baltasar Garzón por el caso del chivatazo.
Estaban citados a declarar dos agentes. Uno, por su vinculación con las grabaciones realizadas en el bar Faisán, centro neurálgico de la trama de extorsión de ETA y lugar donde se produjo el chivatazo policial a la organización terrorista. El segundo, uno de los agentes encargados de las investigaciones policiales sobre esta delación.
Sus testimonios fueron cortos y, en algún caso, poco clarificadores.
El segundo agente, el que participó en las investigaciones, apenas contestó a preguntas o aportó detalles nuevos. Prácticamente se remitió al informe policial elaborado por su equipo que, bajo la batuta del inspector jefe Carlos G., trabajó primero con el juez Fernando Grande-Marlaska y, después, con el juez Garzón. Su informe fue prácticamente ultimado antes de que este último magistrado regresara de su permiso en Estados Unidos.
El segundo en declarar también era un agente del Cuerpo Nacional de Policía. Estaba directamente relacionado con las grabaciones videográficas realizadas en el bar Faisán, propiedad de Joseba Elosua. Este agente explicó que la grabación realizada el 3 de mayo de 2006 no estaba manipulada. Pero la polémica era la del día después, la realizada el día 4, fecha en que se produjo la delación policial a la trama etarra.
El agente no pudo precisar si la cinta está manipulada o no, porque no la había visto. Al final, viaje en balde. La polémica cinta, tal y como la vieron las acusaciones, tiene dos cortes, dos interrupciones, donde no se ve absolutamente nada. Uno de los cortes se produce minutos antes de que, según las investigaciones, se produzca el chivatazo. El segundo corte, poco después de la delación.
Ahora, ya sólo queda pendiente que la Comisaría General de Policía Científica entregue a Garzón un peritaje sobre las cintas para tratar de comprobar si hubo manipulaciones. El polémico vídeo es uno de los últimos flecos que el juez ha dejado abiertos sobre las investigaciones judiciales del chivatazo.
La semana pasada decidió rechazar prácticamente de plano todas las peticiones de las acusaciones para realizar nuevas pruebas.
Tanto la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) como Dignidad y Justicia entendían clave tomar declaración de nuevo a los tres imputados en la causa (el que fuera director general de la Policía Víctor García Hidalgo, el jefe superior del País Vasco y un inspector jefe dedicado a la lucha contra el terrorismo internacional). Ambas organizaciones querían también que declararan los autores de los informes policiales que apuntaban a la responsabilidad de estos imputados en el chivatazo.
Pero Garzón frustró de plano el desarrollo de nuevas actuaciones. Algunos apuntan a que la intención del magistrado es atender al criterio del Ministerio Fiscal y archivar la causa. El fiscal pidió el archivo al entender que no existían pruebas que avalaran la responsabilidad de los tres imputados. Además, el representante del Ministerio Público sembraba dudas sobre la actuación de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que llevaron a cabo las investigaciones, dirigidos por el inspector jefe Carlos G
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Como siempre la estrella ayudando a sus colegas, en vez de aclararlo. Flaco favor hace al estado de derecho y a la Policía, que queda enmierdada hasta las cejas ante los ciudadanos
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