martes, 20 de octubre de 2009
El investigador del chivatazo pide que no se archive el caso.
martes 20 de octubre de 2009
LUCHA ANTITERRORISTA / La acción judicial
El investigador del chivatazo pide que no se archive el caso
El inspector Carlos G. defiende su inocencia y acusa de «ocultar información relevante» al fiscal / El SUP exige que sea la Guardia Civil la que siga indagando
-->FERNANDO LÁZARO. MANUEL MARRACO
Madrid
El inspector jefe Carlos G. rompió ayer su silencio. En un comunicado público, el hombre que investigó el chivatazo a ETA sostiene que él no fue el autor de la delación y reclama que el caso no sea cerrado.
El actual mando de la Unidad de Asuntos Internos asegura en este escrito que en el momento en que se produjo el soplo policial a los terroristas, el 4 de mayo de 2006, él estaba con el juez Fernando Grande-Marlaska, instructor inicial del sumario, «repasando las últimas novedades operativas». Este mando estuvo, primero, al frente de las pesquisas sobre la red de extorsión del bar Faisán y, después, de las investigaciones sobre el chivatazo.
Pero este inspector jefe no sólo se defiende de las sospechas sobre su gestión, sino que arremete con inusitada dureza contra el fiscal que llevó las investigaciones y que ahora solicita el archivo.
Carlos G. agradece a sus compañeros de la Policía que participaron en las investigaciones, así como a los jueces Grande-Marlaska y Baltasar Garzón su comportamiento.
Sin embargo, acusa al fiscal encargado del caso de no haber reunido nunca al equipo investigador y de omitir en su informe datos «relevantes sobre los que no dice nada».
Niega, en contra de lo que apuntó el fiscal en su escrito de conclusiones, que la cámara que grababa el bar Faisán dejase de funcionar justo el día en el que se produjo el chivatazo. «Quizás lo dicen porque tampoco saben que la cinta de ese día, con las imágenes, se remitió íntegra al Juzgado y así consta en el procedimiento, y que precisamente nos basamos en ella para fijar alguno de los criterios de investigación, como así consta también en los informes policiales remitidos al Juzgado».
La Fiscalía señalaba en su escrito que la vigilancia del bar de Elosua el día del chivatazo era incompleta y también incidía en la vigilancia de la vivienda de Joseba Elosua, en el mismo edificio del bar: «De haber existido vigilancia personal o electrónica en las cercanías del domicilio el día de los hechos, difícilmente se hubiera pasado por alto a la persona cuya descripción da» la mujer de Elosua.
La Fiscalía llegaba a señalar que los investigadores no han tenido en cuenta que, «según refiere el propio Elosua, la persona que le llama es la que controla directamente a los cuatro o cinco policías que le hacen seguimientos», lo cual descartaría a «todos los hasta ahora imputados» y «parece apuntar en otra dirección».
El agente al que se señala como sospechoso de la delación censura también a los sindicatos, a los que acusa de defender a los tres imputados (el ex director general de la Policía, un jefe superior y un inspector de Vitoria) por motivos corporativos y de llevar a cabo un «linchamiento público» contra los miembros del equipo de investigación.
Así, el inspector jefe reclama al juez Garzón que levante el secreto de sumario y que no archive el caso. «No permita que quede sobre nosotros la sombra de la duda, nuestro honor y futuro profesional está en juego», solicita al tiempo que plantea una serie de preguntas a los miembros de la Policía en las que justifica su inocencia.
«¿Pensáis que la misma persona que propone la actuación a su jefe de unidad, a su comisario general y al juez y que por la tarde, como quiera que Elosua cruza la frontera y se va a Bayona, intenta junto al juez activar el operativo en Francia, es el mismo que unas horas antes da el chivatazo?», cuestiona este mando, según informa Europa Press.
También dice que fue su equipo el que «escuchó, transcribió y grabó ese día la baliza del coche de Elosua en cuyo interior se produjo la conversación que reveló el chivatazo. ¿Alguien medianamente sensato puede de verdad creer que nosotros mismos (si fuéramos autores del chivatazo) informaríamos al jefe de la Unidad de la Comisaría General de Información de los acontecimientos y audio al juez Marlaska? ¿No hubiera sido más fácil omitirla dado que teníamos los medios para ello?».
En su declaración, firmada ante notario, el inspector muestra su sorpresa porque «sólo unos meses después de que se conformase el equipo hispanofrancés que investigaría el aparato de extorsión de la organización terrorista, dos policías, de forma canallesca y servil, colaborarían con los terroristas para reventar una operación que se venía investigando desde 2004 por mi Sección y que iba a culminar ese día pillándoles con las manos en la masa después de tantos meses de esfuerzo y dedicación».
A la hora de ofrecer estas explicaciones, el inspector se define como una «víctima». En su informe, este mando implicaba al que fue director general de la Policía Víctor García Hidalgo, a un jefe superior y a un inspector jefe destinado en la lucha contra el terrorismo islamista. El representante del Ministerio Público descalificó este informe al considerarlo como mera hipótesis policial.
El SUP pide a la Guardia Civil
> El sindicato mayoritario de la Policía (SUP) reclamó ayer la creación de «un equipo de investigación de la Guardia Civil que cuente con todo el apoyo judicial y político para esclarecer el caso».
> «Ahora con más razón que nunca no procede cerrar ese caso sin agotar todas las vías de investigación. Ello supondría cerrar en falso el capítulo más lamentable que implica a la Policía en la lucha contra ETA», indicó.
> Al sindicato policial le interesaría conocer «cuántos cientos de teléfonos, (tarjetas activas y otros) de los que realizaron o recibieron llamadas a través del repetidor de la zona han quedado sin investigar y por qué».
elmundo.es
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