La Razón.es
Los TEDAX se juegan la vida en cada intervención. Los Mossos se instruyeron en esta especialidad en los cursos de la Policía y ahora ganan unos 700 euros netos más
Los
Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos
(TEDAX) forman parte de una élite de la Policía Nacional que trabaja de
manera discreta, silenciosa y sacrificada. Saben que «el primer error es el último».
Han intervenido en varios miles de incidentes con un solo objetivo:
salvar vidas aún a costa de arriesgar la suya. También contribuyen a
aminorar la destrucción de todo tipo de bienes tanto públicos como
privados. Además, han asumido también las funciones derivadas de la
amenaza NRBQ (nuclear, radiológica, químico y biológica) lo que les
sitúa en el nivel más alto de un incidente o la lucha contra el
terrorismo.
El subinspector Julio
de la Iglesia tenía 27 años cuando decidió ingresar en el Cuerpo
Nacional de la Policía. Trabajaba en un banco, con un buen sueldo,
cuando marcó el 091 pensando que allí le dirían como lograr el sueño que
tenía cuando era niño: ser policía. «Me dijeron que ése era un
teléfono de urgencias, y que ahí no daban ese tipo de información, pero
yo no conocía a nadie que me orientara y me dio el nombre de una
academia para opositar». «Entonces mi ex suegra me advirtió de que
en la Policía se pagaba muy mal, me dijo que era muy peligroso; que con
lo que estaba ganando entonces... Además tampoco estábamos muy bien
mirados...» «Pero yo tenía el convencimiento de que era lo que quería».
Se matriculó en dos academias, una por la mañana y otra por la tarde y
se sacó el carné de conducir en tiempo record. Quedó el primero en la
oposición. Tras unos años en la Brigada Provincial de Madrid pasó al
Grupo anti ETA y fue allí donde se topó con la especialidad que lleva
ejerciendo durante 17 años: TEDAX. En los años en los que la banda
terrorista fustigaba España, una carta bomba llegada a la antigua Casa
de Correos le había volado la mano a un cartero; quedaba otra por
desactivar. «Hasta allí llegamos los de información, los zetas... y sólo
quedó una persona en medio, con un traje de astronauta para mí y nos
atrincheramos todos para dejarle trabajar a él», recuerda. Tras
desactivarla, se quitó el casco y sudando le pidió un cigarro. Ese día
no dejó de pensar que él quería ser uno de ellos.
Los primeros TEDAX de los Mossos d`Esquadra se instruyeron en los cursos que impartía la Policía Nacional y ahora, curiosamente existe una diferencia salarial entre ambos Cuerpos y especialidad que puede rondar entre los 700-800 euros netos.
Iglesias, miembro de la Unión Federal de la Policía (UFP), destaca que
su labor como policía es «muy vocacional», de hecho «gané menos de
Policía que lo que ganaba entonces en la calle, pero me compensaba por
otras cosas. Creo que se nos debe pagar en su justa medida y que nuestro
esfuerzo sea valorado tanto por la sociedad como por nuestros
políticos». De hecho el agravio comparativo con la policía autonómica ya
le parecía mal en sus inicios.
Para un desactivador «la mayor recompensa es el trabajo bien hecho» asegura. «No buscamos la medalla ni la notoriedad sino que cuando nos llamen podamos hacer nuestro trabajo con dignidad y valor».
El
miedo también va asociada a esta profesión de riesgo y se entrenan para
combatirlo. «Si el miedo lo alimentas no te deja trabajar, te puede
bloquear. Una de las cualidades de cualquier TEDAX es el control de las
emociones, la templanza, la creatividad, la disciplina con la que haces
lo que tienes que hacer, porque te has entrenado para ello, porque es tu
deber». El subinspector recuerda que es una especialidad formada «por
hombres y mujeres –18 mujeres en toda España– , con hijos, familia
–estemos o no separados– y entre nosotros no hay ningún suicida »,
subraya. «Es una labor que se basa en el conocimiento, la técnica y el
coraje». Le tocó vivir, junto a sus compañeros, la masacre del 11-M en
la estación de El Pozo. «Fue una experiencia muy dura». Asegura que
«implicarse emocionalmente es perder el control. Hay que tener serenidad
de presencia y cuanto más complicada es la situación, más serenidad a
la hora de actuar».
Dice que cada día acude a un trabajo «donde quiero venir a trabajar. Me encuentro además con un equipo muy motivado y compañeros que son muchos amigos».
Recuerda que «por desgracia 13 desactivadores han muerto en acto de
servicio más otros tantos heridos». «En el tiempo que llevamos, en toda
España hemos cubierto 350.000 incidencias de las cuales 12.700 son de
artefactos reales».
El curso TEDAX
es uno de los más largos en su formación y cada año se están
actualizando. «Y es que cuando hay un incidente con bomba «o resolvemos
nosotros o no resuelve nadie». «Somos el último eslabón de la cadena».