jueves, 27 de marzo de 2025

 


Marca 26/03/2025

Un infiltrado de ETA, protagonista en 'Código 10': "Tengo que estar pendiente porque me pueden matar"

 Nacho Abad consiguió entrevistar a Alberto, nombre ficticio de una persona amenazada en la actualidad

 
 
 En la última emisión de 'Código 10', Nacho Abad tuvo la oportunidad de hablar con Alberto, un infiltrado de la banda terrorista ETA. Un duro testimonio de una persona que reconoció que, actualmente, sigue recibiendo amenazas de muerte: "Necesito ayuda, he suplicado ayuda al Gobierno, he sacrificado mi vida por España y estoy totalmente abandonado"
Nacho Abad, en el inicio del programa, subrayó que esta persona, de la que no se facilitó su identidad real, "corre peligro". "Hice todo lo que pude y más por evitar que muchas familias estén destruidas", aseguró 'El infiltrado', como le denominó el espacio televisivo de Cuatro.  

Una entrevista que evidencia el miedo de muchos ciudadanos que lucharon contra el terrorismo armado en España y que siguen pagando su labor por el país: "La venganza existe y algún día alguien puede pasar mi nombre... Tengo que estar pendiente de que alguien esté detrás mío porque me pueden matar".

"Solamente le dije a mi madre que su hijo no era un terrorista en su lecho de muerte"

Alberto lo dejó todo cuando era joven para embarcarse en este proyecto y consiguió grandes logros como desarticular el comando Álava. Todo desde dentro y ocultando esta valiosa información a amigos, familiares y conocidos. "Era muy complicado todo porque me tenía que hacer pasar por uno de ellos", apuntó.  

En la última emisión de 'Código 10', Nacho Abad tuvo la oportunidad de hablar con Alberto, un infiltrado de la banda terrorista ETA. Un duro testimonio de una persona que reconoció que, actualmente, sigue recibiendo amenazas de muerte: "Necesito ayuda, he suplicado ayuda al Gobierno, he sacrificado mi vida por España y estoy totalmente abandonado".

Nacho Abad, en el inicio del programa, subrayó que esta persona, de la que no se facilitó su identidad real, "corre peligro". "Hice todo lo que pude y más por evitar que muchas familias estén destruidas", aseguró 'El infiltrado', como le denominó el espacio televisivo de Cuatro.

Una entrevista que evidencia el miedo de muchos ciudadanos que lucharon contra el terrorismo armado en España y que siguen pagando su labor por el país: "La venganza existe y algún día alguien puede pasar mi nombre... Tengo que estar pendiente de que alguien esté detrás mío porque me pueden matar".

"Solamente le dije a mi madre que su hijo no era un terrorista en su lecho de muerte"

Alberto lo dejó todo cuando era joven para embarcarse en este proyecto y consiguió grandes logros como desarticular el comando Álava. Todo desde dentro y ocultando esta valiosa información a amigos, familiares y conocidos. "Era muy complicado todo porque me tenía que hacer pasar por uno de ellos", apuntó.

Un infiltrado de ETA, protagonista en 'Código 10': "Tengo que estar pendiente porque me pueden matar"

"Son gente con ideas tan macabras que lo único que querían era matar y matar, gente joven que dices '¿cómo pueden pensar de esa manera?'. Lo que tienen es odio", añadió. Además, se tuvo que enfrentar a una pena de prisión siendo inocente. Nadie supo de su trabajo, excepto una persona: "Solamente le dije a mi madre que su hijo no era un terrorista en su lecho de muerte (...) Estaba sedada cuando me despido de ella. Yo creo que me oyó, quiero pensar que lo oyó".



sábado, 8 de marzo de 2025


 


 

 Estrella Digital

Este 8M hemos estado con mujeres TEDAX de la Policía Nacional… y nos hemos puesto el traje de 40 kg. que llevan ellas

 En el año 1990 ingresó la primera mujer en la especialidad TEDAX-NRBQ de la Policía Nacional y en la actualidad hay tan sólo 19 mujeres de esta especialidad en toda España. Este 8M ESTRELLA DIGITAL ha estado con ellas

Sólo el traje pesa 35 kg.; el casco, alrededor de 5 kg. Y moverse y maniobrar con él no es sencillo. El peso del casco provoca que la cabeza se tambalee. De hecho, hay que mantener el cuello rígido para no perder el equilibrio.

A la hora de andar, da la sensación de que, de repente, te has convertido en un robot. No es fácil desplazarse con un equipo tan pesado y, además, el casco no es que facilite mucho el movimiento. Pero, a la hora de intervenir, y en según qué casos, hay que llevar esos 40 kg. sobre el cuerpo, porque la seguridad de los intervinientes es la prioridad; un error podría costarles la vida.


A la hora de intervenir, y en según qué casos, hay que llevar esos 40 kg. sobre el cuerpo, porque la seguridad de los intervinientes es la prioridad. (Foto: Policía Nacional).

 

Para llevar ese equipamiento hay que entrenar, porque no sólo se trata de desplazarse con él. Hay que tirarse (literalmente) al suelo para desactivar el explosivo, o poner una carga para realizar una explosión controlada del artefacto localizado. Y tampoco es sencillo llevar a cabo esas maniobras, muchas veces a contrarreloj, con 40 kg. sobre el cuerpo.

Pero ellas (al igual que sus compañeros) son capaces de hacerlo. Y ESTRELLA DIGITAL ha podido comprobarlo durante un reportaje que se publicará en los próximos días sobre el Grupo TEDAX-NRBQ de Madrid de la Policía Nacional. Esta especialidad celebra este año su 50º aniversario.

 La policía Teresa Manchado se ha puesto el traje durante el reportaje, con la ayuda (una persona sola no puede hacerlo) del inspector Víctor Araya y su compañera, también policía, Sara Fernández.

 La policía Teresa Manchado (con el traje puesto) y sus compañeros el inspector Víctor Araya y la policía Sara Fernández.

Después, el jefe del Grupo TEDAX-NRBQ de Madrid, el inspector Fernando Blázquez, ha retado a ESTRELLA DIGITAL a emular a Teresa Machado. ¡Y, aunque con dificultad, hemos superado el reto! (Este 8M, también tenía que ser una mujer la que superase el reto).

8M: sólo 19 mujeres forman parte de los TEDAX de la Policía Nacional

En el año 1990 ingresó la primera mujer en la especialidad TEDAX-NRBQ de la Policía Nacional y en la actualidad, de los 300 técnicos en desactivación de explosivo que tiene el Cuerpo, sólo hay 19 mujeres, más otras tres que se incorporan ahora, cuando finalicen el el 40º Curso de Especialista TEDAX-NRBQ. Teresa Manchado y Sara Fernández son dos de ellas.

 Desde 1975 se han realizado un total de 438.000 intervenciones y 13 agentes TEDAX (técnicos en desactivación de explosivos) han fallecido en acto de servicio.


 



martes, 4 de marzo de 2025

 


 

Los Tedax, un cuerpo de élite sin margen de error

 Canal Sur

"los reporteros" 
2 de Febrero 2025

Esta unidad de la Policía Nacional ha cumplido esta semana 50 años. Nacieron como especialistas en desactivación de explosivos, una tarea de riesgo extremo a la que se han ido sumado nuevos desafíos como las amenazas nucleares, radiológicas, químicas o biológicas.

"Los Reporteros" visita el campo de prácticas operativas de Linares, y habla con el policía nacional que desactivó el coche bomba con más explosivos de ETA, hace 25 años en Sevilla. Hoy jubilado, es la primera vez que concede una entrevista.

Los Tedax, unidad de élite de la Policía Nacional, han cumplido esta semana 50 años. Nacieron como técnicos especialistas en desactivación de artefactos explosivos, una tarea de riesgo extremo a la que se han ido sumado nuevos desafíos como las amenazas nucleares, radiológicas, químicas o biológicas. Hemos compartido su historia e inquietudes y observado cómo se forman y entrenan para una profesión que va mucho más allá de esas escenas de película en las que se debe cortar el cable adecuado: el rojo o el azul... Han elegido el camino más arriesgado, ese en el que un mínimo fallo puede ser letal.

"Los Reporteros" visita el campo de prácticas operativas de Linares, y habla con el policía nacional que desactivó el coche bomba con más explosivos de ETA, hace 25 años en Sevilla. Hoy jubilado, es la primera vez que concede una entrevista. Julio se asoma al lugar que marcó sus 40 años como Tedax. A escasos metros de la estación de Santa Justa, en Sevilla, desactivó el coche bomba con más explosivos de ETA. Ocurría el día de Nochevieja del año 2000, frente a la Tesorería, adonde hoy retorna para evocarnos aquella agónica madrugada. Pese a evitar el que podría haber sido el mayor atentado de ETA en Andalucía sigue sin querer que le identifiquen.

¿Era consciente del peligro al que se enfrentaba? "Al principio no porque al fin y al cabo, las circunstancias en las que me encontré eran muy distintas a las que yo estaba viviendo en aquella época. Un explosivo industrial, que es la dinamita son 3 o 4 veces superior en potencia que el amonal. 168 kilos de dinamita sobresalían a todos los valores que yo entonces había visto. Cuando yo vi esta cantidad de explosivos y me veía yo que podía estar en ese momento y al día y al momento siguiente no podría haber existido siquiera ese golpe de adrenalina que te da, te hace seguir para adelante". Fueron horas tensas ante un coche, sobre el que volcó toda la experiencia que, como Tedax, adquirió en su anterior etapa en El País Vasco y Navarra.

ETA marcó con fuego la historia de los Tedax pero desde su inicios la unidad contrarresta también a otros grupos terroristas y amenazas. El cordobés Rafael Valdenebros fue el primer Tedax fallecido en acto de servicio. Murió por la acción de un grupo terrorista canario.

Las amenazas, en constante evolución, les obliga a actualizar conocimientos y a un exigente programa de entrenamientos. Para ser un agente del Tedax se requiere control emocional y nervios de acero. Además, una formación de alto nivel. Para empezar, superar las oposiciones a policía, 2 años de servicio, un expediente excelente, aprobar unos exámenes internos y un curso de especialización de 18 meses. Así lo comprobamos en el campo de prácticas operativas La Enira, en Linares, con policías que están a un paso de convertirse en Tedax.

https://www.canalsur.es/multimedia.html?id=2128981&jwsource=cl

 

domingo, 9 de febrero de 2025


 


 

Medio siglo al servicio de la ciudadanía:

 La especialidad TEDAX-NRBQ de la Policía Nacional celebra hoy su 50 aniversario

 Ministerio del Interior


 

  • El 31 de enero de 1975 el Ministerio de la Gobernación mediante una “orden interna de carácter reservado” creaba en la Policía la especialidad de “Técnicos Especialistas en la Desactivación de Artefactos Explosivos”
  • En 2004 esta especialidad se incorporó a la Comisaría General de Información, integrándose plenamente en la lucha contra el terrorismo
  • Los TEDAX han ido adaptándose a los nuevos riesgos de violencia terrorista asumiendo, entre otras, las funciones asociadas a la amenaza procedente de los agentes NRBQ (nuclear, radiológico, biológico y químico)
  • Desde 1975 se han realizado un total de 438.000 intervenciones y trece agentes TEDAX han fallecido en acto de servicio

 

La actual especialidad TEDAX-NRBQ (Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos-Nuclear, Radiológico, Biológico y Químico) celebra hoy su 50 cumpleaños. El 31 de enero de 1975, ante la creciente presión terrorista que sufría España, el Ministro de la Gobernación decidió crear la Especialidad de “Técnicos Especialistas en la Desactivación de Artefactos Explosivos” -TEDAX- dentro de la estructura de la Policía. Este hito tuvo su origen en un hecho terrorista ocurrido en noviembre de 1972, en el hotel Ritz de Barcelona, donde un paquete bomba dirigido a una personalidad de Oriente Medio fue exitosamente desactivado por técnicos de explosivos militares.

Esta especialidad tiene hoy como funciones principales intervenir y actuar ante la presencia de artefactos explosivos y agentes NRBQ, procediendo a su completa neutralización, minimizando los posibles daños ocasionados por su explosión o la liberación o diseminación ambiental de algún componente nuclear, radiológico, biológico o químico.

4.718 incidencias por terrorismo

Con su actuación, los TEDAX llevan 50 años enfrentándose a múltiples incidentes en los que los operativos policiales requieren de su pericia. Desde 1975 los agentes han intervenido en un total de 438.004 incidencias, destacando los 4.718 incidentes por terrorismo y las 2.851 intervenciones NRBQ. También intervienen en los avisos ante la detección de ARR (Artefactos Reales Reglamentarios), como piezas de artillería y munición procedentes de la guerra civil española, los cuales son descubiertos en múltiples circunstancias. En el año 2024 estas intervenciones fueron 247 y un total de 7.726 desde sus inicios.

A lo largo de estos 50 años, las actividades delictivas y el terrorismo han evolucionado al mismo ritmo que los avances científicos y tecnológicos. De la misma manera, la formación, la investigación, los procedimientos y los medios propios de los TEDAX han ido en continua y permanente adaptación a esas circunstancias.

Lucha contra el terrorismo

Durante la década de los 80 y 90, los TEDAX desactivaron multitud de artefactos explosivos de las bandas terroristas ETA y GRAPO. Entre ellos, el 14 de mayo de 1989 lograron neutralizar en Tudela (Navarra) una furgoneta bomba con unos 50 kg de explosivo. Ese mismo año, en San Sebastián, desactivaron un coche bomba y en Sevilla, el 31 de diciembre del año 2000, otro cargado con 161 kg de explosivo.

El 11 de marzo de 2004 tuvo lugar en Madrid el peor atentado de la historia de España, un acto terrorista en el que se colocaron trece mochilas bomba en cuatro trenes de cercanías, de las que diez explosionaron. Una de las que no explosionó pudo ser desactivada por los TEDAX.

13 TEDAX fallecidos en acto de servicio

El primer TEDAX que perdió su vida desactivando un artefacto explosivo fue en La Laguna (Tenerife). El agente falleció por las heridas ocasionadas mientras intentaba desactivar una bomba colocada por el MPAIAC en una sucursal bancaria el 24 de febrero de 1978. El último desgraciado suceso en el que, desactivando un artefacto explosivo fallecieron tres TEDAX, tuvo lugar en Madrid, el 1 de julio de 1991, cuando un paquete bomba remitido por ETA explosionó en una empresa del polígono industrial de Villaverde. En total han sido trece los TEDAX de Policía Nacional fallecidos a consecuencia de su actividad profesional, doce mientras actuaban ante un artefacto explosivo y uno víctima directa de un atentado terrorista, sin olvidar a aquellos que fallecieron por causas relacionadas con esa actividad y otros, que sin perder la vida, resultaron heridos de diversa consideración.

La labor de TEDAX ha sido reconocida en múltiples ocasiones contribuyendo a que esta especialidad alcance un elevado prestigio, nacional e internacional. En 1983 le fue impuesta la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Rojo a título colectivo; en 2005 se le concedió la Placa de Honor de la Orden al Mérito Constitucional; y el año 2015 la Orden de Isabel La Católica.

 
 

 

 

miércoles, 16 de octubre de 2024



 

 

SER 100

Los agentes del TEDAX-NRBQ en Córdoba: preparación permanente contra amenazas desconocidas

Los agentes especializados neutralizaron 'a mano' una bomba de la Guerra Civil que fue dañada durante una obra en pleno casco urbano, una de las intervenciones "más complejas" en las que han participado

Córdoba 16/10/2024

"No hay rutina". Este es, al mismo tiempo, el mayor temor y el mayor estímulo de un agente del TEDAX-NRQB, reconoce José Cuadrado, jefe de esta especialidad en la Policía Nacional de Córdoba. Su teléfono no suena todos los días, pero cuando lo hace, es grave, pues la misión de su equipo pasa por la detección e intervención de artefactos explosivos e incendiarios, así como todo tipo de sustancias de carácter nuclear, radiológico, biológico o químico.

Dependientes de la Brigada de Información, el número de especialistas en Córdoba es un dato secreto, pero dos de sus integrantes se enfrentaron a finales de agosto a la intervención de neutralización de explosivos "más compleja de nuestra trayectoria", aseguran. Y eso que en su palmarés hay hitos en la lucha antiterrorista o el control de vertidos peligrosos.

Son el subinspector David Ruiz y el policía José Antonio Moreno. Entrenan a diario para manejar las situaciones más complejas a contrarreloj en materia de desactivación de explosivos, pero cuando acuden hasta el sitio del incidente, nunca saben qué van a encontrar. Y en las obras que el ayuntamiento de Córdoba está realizando para la edificación de un tanque de tormentas frente al centro comercial El Arcángel, encontraron lo peor.

 

Se trataba de un proyectil del calibre 107 milímetros con dos kilogramos de alto explosivo listo para detonar, que había quedado enterrado durante la Guerra Civil. "No es extraño", dicen los especialistas, acostumbrados a eliminar amenazas del conflicto nacional. Pero en este caso una excavadora había tocado la bomba con su pala, dañándola severamente. "La espoleta estaba destrozada", rememora David Ruiz, "y es una parte fundamental para hacer el trabajo con éxito y seguridad".

"Estabilidad y control emocional, capacidad de concentración, análisis y toma de decisiones" son las virtudes mínimas que la Policía exige a los TEDAX durante un proceso de formación considerado de los más exigentes del cuerpo. Dura quince meses y las prácticas son continuas, pero el curso habilitante —al que solo pueden acceder policías con más de dos años de servicio y con unas cualidades muy concretas— es solo un preámbulo de una vida dedicada a ensayar. La diferencia es que, en su caso, un mínimo error siempre cuesta la vida.
 
 

Esta intervención en Córdoba parecía una prueba dentro del curso de formación, en el que le complican al agente la situación todo lo posible para retarlo. Todo lo que podía estar mal, lo estaba. Mente fría y capacitación previa permitieron una resolución ejemplar

—  José Cuadrado, jefe de la especialidad TEDAX-NRBQ en Córdoba

Este verano, Moreno y Ruiz tuvieron que volcar todo su conocimiento en pleno balcón del Guadalquivir. "Siempre intentamos actuar a distancia con nuestro robot, o realizar una detonación controlada en un sitio seguro", detallan los efectivos, pero en este caso era imposible por los daños en el proyectil. Hacerlo explotar "hubiera requerido la evacuación de una zona muy amplia y habría tenido afectación a kilómetros a la redonda en pleno casco urbano de la ciudad".

Tocaba trabajar 'a mano' y en equipo. La presión a la que están sometidos estos operativos, unida a las altas temperaturas y el equipo de protección con el que van protegidos hace que tengan que turnarse en las intervenciones. "Somos una familia pequeña, pero una familia", recuerda el jefe de la especialidad, quien agradece que "aunque uno de mi efectivos esté de descanso, si este dichoso teléfono suena, todo el mundo está disponible para intervenir —es decir, para jugarse la vida— de forma voluntaria".

 

Y es que los TEDAX-NRBQ nunca van solos. A la presencia de un compañero de la misma especialidad siempre se suman unidades de apoyo de Seguridad Ciudadana, UPR, o lo que sea necesario. Fuentes de la comisaría provincial reconocen que "cuando los llaman a ellos es porque nadie más puede controlar la amenaza, así que todos nos ponemos a su servicio". También cuentan con asistencia remota, pues los 28 equipos de desactivación de explosivos que la Policía Nacional tiene por toda España "están perfectamente conectados y compartiendo Inteligencia, conocimientos e información" para hacer frente a cualquier incidente, concreta José Cuadrado.

Sin embargo, las amenazas de seguridad son cada día más globales. "Lo que ocurra en cualquier parte del mundo es susceptible de ocurrir aquí", recuerda José Antonio Moreno, así que ese sistema de intercambio de técnicas se ha ampliado a nivel internacional, gracias a la conexión directa con otras fuerzas de seguridad del Estado, otros cuerpos policiales o la red de cooperación que suponen Europol e Interpol.

 

Del TEDAX sales cuando te jubilas, porque aunque suene raro, nos encanta nuestro trabajo. Sabemos lo que nos jugamos aunque no lo pensamos permanentemente.

—  David Ruiz, subinspector del TEDAX-NRBQ en Córdoba

La lucha contra el terrorismo de ETA ha concedido a los TEDAX una amplia experiencia con 'fuego real', pero ese bagaje no basta. "Tenemos que estar actualizados permanentemente", dice Ruiz, "porque además en Internet hay mucha información que puede poner en riesgo la seguridad nacional". De este modo, su labor no se circunscribe a la reacción ante una amenaza, sino a la prevención, control y seguimiento de sustancias peligrosas, explosivas e incendiarias.

Así, la integración de estos efectivos dentro de las brigadas de Información no es casual. En nivel alto de alerta antiterrorista, los agentes aseguran que hay artefactos explosivos que se han sofisticado y otros que son incluso más rudimentarios que cuando empezaron a desempeñar su labor.

Por ello, dicen, parte de su trabajo consiste en hacer "ingeniería inversa". Es decir, recorrer el camino contrario al que hizo el diseñador de un dispositivo pensado para matar. En el caso de la bomba localizada en la obra cordobesa, se trataba de un dispositivo profesional manufacturado en una fábrica de armamento, pero las amenazas de fabricación casera son "un reto del que nunca paras de aprender".

Desde su fundación en el año 1975, los TEDAX han participado en la neutralización de explosivos confeccionados por ETA, el IRA, el Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC) o el Exercito Guerrilleiro do Pobo Galego Ceibe, entre otros. El número de intervenciones en los últimos 49 años es secreto, aunque en 2005 se cuantifico en más de 350.000 actuaciones en todo el territorio nacional.

EL PRIMER AGENTE DEL TEDAX FALLECIDO EN ACTO DE SERVICIO ERA CORDOBÉS

En esta especialidad, "el primer error es el último", sentencia el jefe de equipo. Y la historia deja un triste número de bajas en el seno de los TEDAX. La primera de ellas fue la del cordobés Rafael Valdenebros, a los 28 años de edad.

El 23 de febrero de 1978 acudió a desactivar un explosivo que había colocado el MPAIAC en una sucursal bancaria de Tenerife. Ocho cartuchos de Goma-2 esperaban a a los agentes. Según recoge el Colectivo de Victimas del Terrorismo (COVITE), cuando Valdenebros intentó trasladar la bomba para cubrirla con una manta, detonaron.

Pasó 13 días ingresado en el hospital hasta que finalmente falleció el 9 de marzo, dejando atrás mujer y dos hijos. Sus restos yacen en el cementerio de San Rafael de la capital cordobesa.

"PREFERIMOS ACUDIR A UNA 'FALSA ALARMA' A QUE ALGUIEN MANIPULE EL ARTEFACTO"

José Cuadrado pertenece a los TEDAX-NRBQ desde el año 2003. A día de hoy, dice que "no es un trabajo, porque nos encanta lo que hacemos, aunque suene raro". Su papel como jefe del equipo pasa por la coordinación de efectivos, la evaluación permanente de los informes de Inteligencia que llegan hasta la comisaría y también la formación de nuevos policías que ingresan en la especialidad.

Los protocolos que a nivel interno se activan en la Policía Nacional para que se movilice a un equipo TEDAX son diversos; y en su mayoría, de carácter reservado. Sin embargo, Cuadrado sí hace un llamamiento a la ciudadanía: "ante el hallazgo de un artefacto explosivo, es fundamental que nadie manipule, que todo el mundo se aleje y se llame al 091 o al 112".

jueves, 10 de octubre de 2024

 

 


 

 DIARIO DE CÁDIZ

09 de octubre 2024

Policías nacionales despiden al jefe de los Tedax en Cádiz por su jubilación

Un grupo de agentes realiza un pasillo al subinspector Francisco Velasco en homenaje

Se le entregó como recuerdo la bandera nacional que ondeaba en la Comisaría Provincial

Cádiz/Un grupo de agentes de la Policía Nacional encabezado por el comisario provincial Santos Bernal rindió el pasado martes 8 de octubre un homenaje al subinspector Francisco Velasco con motivo de su último día de trabajo como Jefe del TEDAX-NRBQ de la Comisaría Provincial de Cádiz.

El subinspector Velasco entró en la Policía Nacional en 1981 y su primer destino fue en la Jefatura Superior del País Vasco, donde estuvo más de una década hasta su traslado a la Comisaría Provincial de Cádiz en 1993 para formar parte de la especialidad TEDAX-NRBQ. Durante su larga trayectoria profesional, cabe destacar que desde 2000 se hizo cargo de la Jefatura Provincial de la especialidad TEDAX-NRBQ.

El pasado martes se le realizó un pasillo de honor y se le entregó como recuerdo la bandera nacional que ha estado ondeando en los últimos días en el edificio de la Comisaría Provincial de Cádiz. 

 

miércoles, 11 de septiembre de 2024

 

 

 


 

 El Correo de Pozuelo

Hace 20 años, el 11 de septiembre de 2004, cambió el rumbo de la investigación de los atentados del 11 de marzo en Madrid: El tren de la Estación de San Eugenia no fue desguazado

 10/09/2024

 

Tal día como hoy, hace 20 años, alguien tomó una decisión que cambió definitivamente el rumbo de la investigación del 11-M. El 11 de septiembre de 2004, uno de los cuatro trenes que seis meses antes la barbarie terrorista había atacado con saña[1] y que la instrucción, el juicio y la sentencia darían siempre por desguazados, el de Santa Eugenia, fue discretamente trasladado a un taller para repararlo, concretamente al taller que la empresa Tafesa tenía en Villaverde Bajo.

Ese fue el final de un misterioso periodo de seis meses en el que ese tren gozó de un extraño y nunca explicado privilegio: mientras los otros tres eran, en primer lugar, despojados del material más importante para la investigación[2], y luego desguazados y vendidos como chatarra, el tren de Santa Eugenia era retirado a un discreto lugar en el que permaneció apartado mientras se decidía su futuro. Y todo ello tuvo una extraña coincidencia temporal con los siguientes hechos:

El 23 de noviembre de 2011, el inspector jefe de la brigada Tedax[3] de Madrid, Cáceres Vadillo, declaró lo siguiente[4] ante la juez Coro Cillán[5]:

Los Tedax de Madrid propusieron trasladar los trenes del 11-M a un apeadero del distrito de Vicálvaro donde tenían previsto buscar durante semanas pruebas y muestras de explosivo a través de una inspección exhaustiva de los convoyes explosionados. De hecho, dejaron parte de su trabajo sin realizar porque contaban con que se haría así. Para su sorpresa -que, años después, compartió el Tribunal Supremo-, empezaron a ser retirados para su desguace esa misma noche.

Así, explicó cómo los artificieros bajo su mando abandonaron las tareas más dificultosas de búsqueda de prueba -por ejemplo, la extracción de piezas metálicas o la inspección ocular de zonas de difícil acceso- porque daban por hecho que podrían llevarlas a cabo con tranquilidad y discreción durante las semanas siguientes, sin el apremio que se les exigía en las horas posteriores al 11-M y sin interferirse con los servicios de emergencia o con otros cuerpos policiales.

Es decir, tras el atentado, los Tedax de Madrid pidieron que los trenes atacados fueran trasladados a Vicálvaro para examinarlos allí durante semanas, y fue precisamente a Vicálvaro a donde se llevó únicamente el tren de Santa Eugenia y allí lo dejaron durante muchas semanas, como solicitaron los Tedax. Allí lo tuvieron éstos a su disposición nada menos que durante seis meses, tiempo más que sobrado para hacer esa inspección exhaustiva que querían hacer ¿La realizaron realmente? No hay noticias de ello, nada al respecto consta en el sumario y nada se dijo en el juicio. En todo caso, no se conoce informe pericial alguno realizado a través de esa hipotética inspección exhaustiva.

Y así se llegó al 11 de septiembre. Sin que las partes en la causa, que lamentaban la rápida destrucción de los trenes, tuviesen noticias de la excepción realizada con ese tren, sin que fueran informadas de ello, sin que conste que tal decisión fuese oficialmente comunicada a un juez instructor[6] del que no se conoce que tomase decisión alguna sobre el devenir de los trenes, Renfe Cercanías, que había solicitado verbalmente a Remimfer[7] el presupuesto de reparación, lo recibió y lo aprobó, y el 11 de septiembre de 2004 el tren  terminó su larga y misteriosa estancia en Vicálvaro para ser trasladado al taller de Tafesa para su reparación.

Así que esa fecha marcó un antes y un después en lo ocurrido con los trenes del 11-M. Ya no había vuelta atrás. El tren de Santa Eugenia no se desguazaba, como sí se había hecho seis meses antes con los otros tres. Y en esa misma fecha se iniciaba un asombroso y nunca explicado episodio que, a pesar de su enorme importancia, se ha mantenido siempre oculto a todas las partes en la causa.

Pero no todo el mundo sufrió esa ocultación. Determinadas instancias policiales sí estuvieron al tanto de lo que ocurría, pero no lo comunicaron a quienes debían hacerlo. En efecto, el 20 de enero de 2012, el Director General de Remimfer declaró ante la juez Coro Cillán lo siguiente[8]:

Que ese vagón se apartó en Vicálvaro. Se quedó allí hasta que hubo peticiones de Dirección de Trenes para ver si se podía arreglar o no. Querían que se presupuestara para su reparación, y se hicieron fotos. Que el encargo del trabajo fue verbal…… Que en Vicálvaro sólo existía esa unidad. Que se llevó un 11 de septiembre a Villaverde Bajo para repararlo. Que pasó dos veces la Policía y la Guardia Civil mientras hacía la reparación de la unidad. Que pasaron Policía y Guardia Civil y Vigilancia de Renfe, para ver los materiales…. Que las piezas que se substituían iban a un depósito.

Es decir, mientras se hacía la reparación del tren, agentes de Policía Nacional y Guardia Civil pasaron dos veces por el taller para ver los materiales. Nada de eso consta en el Sumario, nadie dio cuenta de ello al juez ni a las partes cuando todos ellos daban el tren por desguazado y lamentaban la carencia de muestras para analizar. Nadie dio cuenta de que policías y guardias civiles eran conocedores de la existencia de ese tren salvado del desguace y puesto en reparación, y que incluso lo visitaban discretamente en el taller.

Pero aún hay más. Recordemos ante todo la frase final que acabamos de ver de la declaración judicial del Director General de Remimfer: “las piezas que se substituían iban a un depósito”. Y es que, cuando en ese 11 de septiembre de hace 20 años se llevaba el tren de Santa Eugenia al taller, ya alguien con poder para ello había decidido algo tan importante como era el conservar en secreto el material de su único foco de explosión, pues en el presupuesto presentado por Remimfer para la reparación de ese tren se incluyó la siguiente coletilla: incluso recuperación de la zona afectada por atentado en su estado actual[9]. Y efectivamente, el material de la zona afectada por la explosión fue recuperado y guardado en secreto en un escondido almacén improvisado en lo más recóndito del taller. Y digo en secreto porque, aunque lo conocieran esos policías y guardias civiles que lo visitaron dos veces mientras se efectuaba la reparación, ese hecho también se ocultó a todas las partes que, personadas en la causa, lamentaban profundamente la desaparición de los trenes con sus focos llenos de pruebas.


Y para colmo de despropósitos, de hechos disparatados nunca investigados judicialmente, salvo por la juez Coro Cillán que pagó muy cara su valentía, cuando ocho años después, el 29 de febrero de 2012, se descubrió y publicó[10] la existencia de esos restos y su asombrosa e increíble historia, la fiscalía de Madrid cuyo jefe era el fiscal Eduardo Esteban, y siendo Fiscal General del Estado Eduardo Torres Dulce, emitió el 6 de junio de 2012 una nota de prensa en la que, sin sonrojarse lo más mínimo, manifestaba que esa ocultación de pruebas se llevó a cabo con pleno conocimiento de los órganos judiciales de la instrucción de la causa y del enjuiciamiento, que fueron informados en su momento, y que se había constatado la adopción de medidas para la conservación de dichos restos, ante la eventualidad de posibles análisis posteriores.




Es decir, los órganos judiciales de la instrucción “tuvieron pleno conocimiento” y “fueron informados en su momento”, pero sería con la condición de que guardaran el secreto, pues nada de eso se comunicó a las partes ni consta en el sumario. Y si todo ello se llevó a cabo con pleno conocimiento de los órganos judiciales, sería por algo, algún valor probatorio tendrían esos restos, y si se habían conservado ante la eventualidad de posibles análisis posteriores ¿cómo es posible que su existencia se ignorara en importantísimos análisis posteriores, como ocurrió nada menos que con la pericial de explosivos de 2007, en la que los peritos se lamentaron reiteradamente y por escrito de la escasez de muestras, y pidieron con insistencia que se aportaran más sin que se les atendiera? La lamentable realidad es que no consta en todo el sumario ni una sola investigación realizada con esos restos que, según se atrevió a afirmar la fiscalía, se guardaron precisamente para eso.

¿Y qué decir del rocambolesco e insólito final de ese material tan cuidadosamente guardado? ¿Cómo es posible que no se haya abierto ninguna investigación policial ni judicial sobre el asunto? Y es que lo que ocurrió fue nada menos que esto:

Una vez precintados esos restos por la Guardia Civil y puestos así a disposición del juzgado 6 de la Audiencia Nacional[11], quedaron en el olvido durante más de un año. Tafesa, que había caído en concurso de acreedores, abandonó unas instalaciones que poco a poco se fueron degradando. Finalmente, ya en octubre de 2013, unos supuestos ladrones realizaron el asalto final en unos días en los que se pudo ver a agentes policiales ante la puerta de las instalaciones. Esos individuos cargaron en camiones los últimos restos de un tren del 11-M, el propio almacén desmontado y otras vigas y materiales que encontraron por allí, camiones cuya circulación era regulada por agentes de la Policía Municipal de Madrid que, aparte de asegurar el tráfico en la salida del taller, se limitaban a identificar a las personas que iban en esos camiones y a dejarlas marchar con el producto de su pillaje, como se diría más tarde en sesión plenaria del Ayuntamiento de Madrid y quedó recogido en el diario de sesiones. 

Por supuesto, nunca se ha sabido nada en relación con posibles medidas tomadas contra los identificados autores de ese expolio, ni mucho menos en relación con la recuperación de lo “robado”.

Pues bien, todo ese cúmulo de actuaciones policiales y judiciales totalmente insólitas e incomprensibles, totalmente incompatibles, e incluso contrarias, con una correcta investigación del 11-M, se iniciaron hace ahora 20 años, el 11 de septiembre de 2004; es decir, en el caso de que en esos hechos se hubiera cometido algún delito, hoy se cumple su plazo de prescripción, lo cual no tiene ninguna importancia, pues nunca hasta hoy ha habido intención judicial o policial alguna de investigarlos, salvo, hay que volver a recordarlo, la instrucción que inició la valiente juez Coro Cillán, con las terribles consecuencias que tuvo para ella.

Carlos Sánchez de Roda, Ingeniero de caminos, canales y puertos y Autor de “Los misterios del 11-M”

[1] En Atocha y Téllez, sendos trenes sufrieron 4 explosiones cada uno; en El Pozo, otro tren sufrió dos explosiones, y en Santa Eugenia, un cuarto tren sufrió una única explosión

[2] Desaparecieron 90 toneladas del material más importante para la investigación, se ignora cuál fue su destino y los resultados de la posible investigación a la que, en su caso, se les hubiera sometido

[3] Tedax: Unidad de la Policía Nacional que interviene ante la presencia de supuestos artefactos explosivos. Al frente de ella estaba el comisario Sánchez Manzano. Al frente de la brigada provincial de Madrid estaba el inspector jefe Cáceres Vadillo

[4] Información de El Mundo del 24 de noviembre de 2011, páginas 17 y 35

[5] Dentro de la instrucción de la querella presentada por la Asociación de Víctimas del 11-M contra el Jefe de los Tedax del 11-M, Sánchez Manzano, y su perito químico

[6] El Juez Juan del Olmo

[7] Remimfer era la filial de Tafesa que se encargó de realizar la reparación del tren

[8] Declaración prestada el 20 de enero de 2012, dentro de la instrucción de la querella presentada por la Asociación de Víctimas del 11-M contra el ex responsable de los Tedax, Sánchez Manzano y su perito químico

[9] Presupuesto reproducido en los folios 24.607 a 24615 del sumario. Con descripción de los trabajos presupuestados

[1o] En Libertad Digital

[11] Así lo afirmó Torres Dulce el 7 de junio de 2012, día siguiente al de la nota de prensa, en la inauguración del XIII Congreso Nacional de Procuradores, según información de la agencia EFE recogida por varios medios de comunicación