M. CRUZ / M. SÁNCHEZ / Madrid
13/06/2011/ El Mundo
El presidente del Gobierno, la cúpula del PSOE y el nuevo candidato socialista estudian ya la posibilidad de adelantar tres meses las elecciones generales, llamando a los españoles a las urnas a finales de noviembre -el 20 o el 27- en lugar del 4 de marzo, fecha en la que se celebrarían los comicios si el Ejecutivo apurara la legislatura.
Zapatero, José Blanco, Marcelino Iglesias y Alfredo Pérez Rubalcaba, con incursiones de José Bono, analizan los pros y los contras de este adelanto técnico con el que se intentará minimizar los daños electorales que puede sufrir el PSOE. La decisión final la tomará exclusivamente Rodríguez Zapatero.
Sólo el propio candidato y el vicesecretario tendrán cierto peso político.
A favor del adelanto electoral juega con claridad la baza de la Encuesta de Población Activa (EPA) que se hará pública a finales de octubre y que el Ejecutivo prevé muy positiva por la contratación temporal del trimestre veraniego. Dejar pasar esta oportunidad, que se presentará como una prueba de que la economía española empieza a dejar atrás la crisis, sería nuevamente letal para las aspiraciones socialistas. Además, el Gobierno cree que a estos datos le acompañarán otras magnitudes macroeconómicas igualmente positivas.
Desde la dirección del partido se recuerda el bajón en las perspectivas electorales que registraron sus encuestas a partir del 29 de abril, cuando el INE dio a conocer los resultados de la EPA del primer trimestre del año. Los 4.910.200 parados «cayeron como una bomba», admiten en Ferraz, porque frenaron en seco la posibilidad de que buena parte de los indecisos, que ellos llegaron a cifrar en un 20%, se decantaran finalmente por la opción PSOE.
Con casi cinco millones de parados, el discurso de Zapatero y de los candidatos socialistas intentando explicar las medidas para superar la crisis, justificando los recortes y vaticinando, como llegó a hacer Rubalcaba, creación de empleo neta este mismo año, se convertía en imposible. «Eso nos hundió», insiste uno de los máximos dirigentes del partido.
A mediados de campaña, el presidente del Gobierno hacía ya un análisis bastante acertado de lo que ocurriría el 22-M. Zapatero pronosticaba debacle. Tan es así que desde una semana antes de la cita con las urnas, ya había decidido que sería él quien comparecería públicamente al finalizar el recuento de votos para reconocer la derrota. Las palabras que entonces pronunció estaban redactadas desde dos días antes.
Junto a la posibilidad de jugar con el dato positivo de la EPA también se baraja otra variable, aún sin definir, y sobre la que el presidente trabaja concienzudamente estos días: conseguir apoyo parlamentario suficiente para la reforma de la negociación colectiva, aprobada el viernes como decreto pero que se tramitará como proyecto de ley en el Congreso; finalizar la reforma del sistema financiero y, por supuesto, sacar adelante el nuevo modelo de pensiones y los Presupuestos para 2012.
Antes de las vacaciones, el Gobierno tendrá ya una idea bastante ajustada del respaldo con el que puede contar, pero septiembre será clave. El primer test será la aprobación del techo de gasto, previsto para un Pleno a finales de julio. No es la prueba definitiva, ya que los grupos que le den el visto bueno posteriormente pueden cambiar de voto ante el proyecto de Presupuestos, que sólo podrá darse por salvado a finales de octubre cuando se voten las enmiendas a la totalidad. Además, todo apunta a que saldrá adelante.
Zapatero podría intentar seguir adelante aun cuando no lograra la aprobación de las Cuentas del Estado, por el simple método de prorrogar las de este año. Pero esta posibilidad la descartan todas las fuentes consultadas. Nadie ve un escenario en el que España, sin Presupuestos y con un Gobierno en estado comatoso, quede a la intemperie frente a nuevos ataques de los mercados.
En Moncloa creen que se podrá conseguir la aprobación del techo de gasto e, incluso, también de las reformas en marcha -aseguran que existe una actitud positiva de CiU-, pero no dan por hecho el apoyo a los Presupuestos. Los respaldos conseguidos en 2010 -PNV y Coalición Canaria- podrían no repetirse ahora.
De hecho, en el caso de los nacionalistas vascos las cosas se han torcido este fin de semana, tras la constitución de los ayuntamientos. Ayer, Rubalcaba lanzó una andanada al PNV, al afirmar que «Bildu podría haber tenido menos poder si se hubiera llegado a los acuerdos que se podrían haber llegado, y si las cosas se hubieran hecho de otra manera».
Pero el motivo de fondo que se baraja en el Gobierno y en el PSOE es que más tiempo de legislatura no es garantía de mejor resultado y que no hay posibilidad de remontada por seguir en el Ejecutivo. La opinión generalizada, incluso entre los diputados socialistas, es que la legislatura ha terminado, que se cierren los flecos y que se dé la voz a los ciudadanos. La sensación es que el Gobierno y su presidente están en una agonía política que es absurdo prolongar, porque en nada aumentará el voto socialista. Además, ya se insiste en que no se puede considerar adelanto electoral anticipar las elecciones apenas tres meses.
En paralelo a la decisión sobre el adelanto electoral se sopesa la oportunidad de que el nuevo candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, abandone todas o alguna de sus responsabilidades en el Ejecutivo para centrarse de lleno en una campaña que se iniciaría a la vuelta del verano y que tendría como pistoletazo de salida la Conferencia Política del partido a mediados de septiembre.
Las opiniones sobre el futuro de Rubalcaba se dividen entre los que opinan que el candidato debe mantener su posición como número dos del Ejecutivo y conservar la cartera de Interior y la Portavocía, porque «todo ello ofrece una plataforma inmensa de poder y proyección», y quienes aseguran que, por ello, le sería imposible desdoblar su discurso para empezar a lanzar una propuesta diferenciada de la de Zapatero. Otras voces creen que debe quedarse meramente como vicepresidente y dejar cuanto antes la Portavocía.
Más unanimidad existe cuando se plantea la posibilidad de que conserve la cartera de Interior. «Éste es de los pocos terrenos en los que el Gobierno puede esperar satisfacciones», aseguran en Moncloa.
«No bastará con insistir en que hay que impulsar la educación, la formación y la innovación; la oferta del nuevo candidato tiene que ser mucho más potente», apuntan fuentes gubernamentales que se suman a la reflexión del aún presidente castellano manchego, José María Barreda, cuando señala que el PSOE ha perdido la prevalencia ideológica.
Hasta dónde llegarán las diferencias de discurso será una de las claves que tendrá que desvelar la Conferencia Política de septiembre. Ése puede ser el momento oportuno para la salida de Rubalcaba del Gobierno, aunque algunos no descartan incluso que dé el paso tras su aclamación como candidato en el Comité Federal que celebrará el PSOE el próximo 9 de julio. Él asegura ser consciente de que su doble papel puede entrañar una incompatibilidad de fondo y se muestra dispuesto a abandonar el Gobierno en cuanto la misma se haga evidente.
OORBYT.es
>Vea hoy en EL MUNDO en Orbyt el análisis de Casimiro García-Abadillo.
MANUEL SÁNCHEZ/ Barcelona
13/06/2011
El PSOE pide a Rubalcaba que ejerza de presidente
Así se reflejó ayer en un encuentro del candidato con cerca de un millar de militantes del Partido Socialista de Cataluña (PSC), celebrado en la sede de este partido, donde hasta una dirigente socialista le llegó a pedir que fuera él, y no el todavía presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, quien intervenga en el próximo Debate sobre el estado de la Nación convocado a final de junio.
Rubalcaba contestó lo políticamente correcto: «Lo hará quien lo tiene que hacer, que es el presidente del Gobierno, y lo hará bien». Y añadió que ha decidido que hasta el 9 de julio, en el Comité Federal donde será oficialmente designado como cabeza de cartel del PSOE a la Presidencia del Gobierno, no hablará de su propio proyecto. «Ese día empezaré a marcar mi perfil como candidato», explicó.
Todo ello se dijo ante los ojos de Carme Chacón, en el reencuentro de los dos «candidatos naturales» a competir en un supuesto proceso de primarias que ni ha existido ni probablemente existirá en mucho tiempo en las filas socialistas.
Había expectación por el reencuentro, pero todo fue muy comedido, discreto y un tanto frío. Rubalcaba llegó muy pronto, con más de dos horas de antelación a la reunión con los militantes. Chacón, 15 minutos después. Ambos se encontraron en la cuarta planta de la sede del PSC, con la cúpula de los socialistas catalanes, todavía dirigidos por José Montilla.
Tras una breve conferencia de prensa con los medios de comunicación para abordar temas de actualidad, Rubalcaba acudió al encuentro con los socialistas catalanes. Montilla hizo de presentador, Rubalcaba de estrella invitada, y Chacón estuvo dos horas y medio muda en la primera fila. Delante de las cámaras no hubo ni abrazos ni besos, y la ministra de Defensa volvió a exhibir su rostro más sobrio. No obstante, fuentes consultadas dicen que luego sonrió y «disfrutó» con el debate.
En total, el candidato socialista actuó durante dos horas y media, a puerta cerrada, y contestó a casi una veintena de preguntas o reflexiones.
Ninguna cuestión se refirió directamente a Chacón ni al proceso de primarias, y eso que en el inicio de su intervención Rubalcaba dijo delante de la que hubiera sido su hipotética contrincante: «Las únicas batallas que se pierden seguro son las que no se dan…», dijo Rubalcaba. Para añadir, no sin la correspondiente pausa, «...y la de las generales la vamos a dar».
Tras la maldad y el suspiro de alivio de cualquier malintencionado, Rubalcaba contestó preguntas sobre educación, empleo, reformas sociales, inmigración, identidad catalana, transferencias, relaciones PSC/PSOE, los problemas de comunicación del Gobierno y del anterior tripartito, etcétera.
Levantó más de media docena de aplausos que se oían desde la calle, y los dirigentes del PSC salieron contentos con el encuentro y el alto número de asistentes. La vicepresidente primera del Congreso, Teresa Cunillera, lo comentó: «A Rubalcaba se le quiere mucho en Cataluña».
Pero el candidato socialista siguió sin revelar grandes cosas y se dedicó al toreo de salón, que domina con tanta maestría. Tras repetir que hará un nuevo «discurso político» de continuidad y de cambio, aseguró que el PSOE está obligado a construir un proyecto sólido para el futuro. Además, dentro y fuera de la reunión Rubalcaba anunció que su trabajo ahora está centrado en recoger ideas de cara a la Conferencia programática de septiembre, con el objetivo de «construir» el futuro «discurso político» del PSOE: «Que no se olvide lo que hemos hecho, pero que ponga rumbo al futuro para los próximos cuatro años», afirmó.
El candidato del PSOE indicó que los socialistas no pueden basar su discurso sólo en lo que va a hacer la derecha, «sino en lo que va a hacer el PSOE»; y aseguró que esa es su línea política de cara a configurar un programa atractivo para las elecciones generales.
Pasadas las 14.30 horas, Rubalcaba abandonó la sede del PSC acompañado hasta el coche por José Montilla. A Chacón nadie la vio más. Pero todos aseguran que estuvo allí, escuchando estoicamente al candidato socialista durante las dos horas y media.
Hoy, si las cosas hubieran sido de otra manera, la ministra de Defensa debería haber acudido a Ferraz con más de 22.000 firmas. Pero la batalla no la dio y la suerte del PSOE y de su candidato ya están echadas..
M. / Madrid
13/06/2011
Rubalcaba filtra que simpatiza con el 15-M
Alfredo Pérez Rubalcaba hizo saber ayer a través de la Cadena Ser que «siente respeto» e «incluso simpatía» por el 15-M, y que está dispuesto a asumir algunas de las propuestas políticas del movimiento.
La emisora indicó que el vicepresidente y ministro del Interior -responsable de la seguridad y el orden público en el país- ha sufrido «fuertes presiones para que desalojara» a los acampados. Afirma que «se acogió al hecho de que la Junta Electoral no ordenaba el desalojo» para no actuar en la jornada de reflexión del 22-M. La Ser -emisora considerada muy cercana a Rubalcaba- asegura que «el brutal desalojo de la Plaza de Cataluña... dio la razón al vicepresidente».
La información añade que «Rulbalcaba podría asumir algunas de las propuestas políticas del 15-M». La Ser cita fuentes próximas al vicepresidente que aseguran que desea «encauzar algunas de sus propuestas» a través de la Conferencia Política que prepara su equipo y cita la reforma de la ley electoral, las propuestas sobre empleo juvenil, las ayudas al alquiler y la dación de la vivienda para cancelar hipotecas.
Tensión en el Consejo
La filtración coincide con la oposición de Rubalcaba, en el Consejo de Ministros del viernes, a los deseos del presidente del Gobierno de endurecer la reforma de la negociación colectiva. Zapatero halló insuficiente la reforma presentada por el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y exigió tres cambios: imponer un arbitraje vinculante en los casos de falta de acuerdo para renovar convenios, una cláusula de descuelgue de éstos para empresas en problemas y la reducción del periodo de negociación a un máximo de 14 meses.
Gómez se opuso y Rubalcaba se alineó con él, argumentando que eso les enfrentaría con los sindicatos. La vicepresidenta Elena Salgado y el ministro de Industria Miguel Sebastián apoyaron la idea del presidente de que la reforma sería poco creíble en la UE. Esta tensa división en el Consejo de Ministros puso de manifiesto que mientras para Zapatero las reformas son esenciales para justificar su continuidad en Moncloa, para Rubalcaba son un lastre para su inminente campaña electoral. Zapatero ha exigido máxima reserva a sus ministros para que no trascienda esta situación.
Cada vez hay más indicios de que el vicepresidente está más centrado en su campaña que en sus responsabilidades ejecutivas. La semana pasada, EL MUNDO publicó que Rubalcaba también pidió al presidente de los empresarios, Juan Rosell, que le enviara en «secreto» sus ideas sobre la reforma laboral.
El precio de la agonía
Como el propio Zapatero reconoció en el Comité Federal del PSOE que designó a Rubalcaba candidato, este batacazo electoral no ha sido consecuencia de la mala gestión de alcaldes y presidentes autonómicos, sino la respuesta a una política económica que no ha sabido dar solución a la crisis económica y al paro; la muestra evidente de la necesidad de un cambio.
Es verdad que el presidente inició en el mes de mayo de 2010 un ajuste que ha tenido su reflejo en un recorte sustancial del déficit público. Gracias a la reducción del gasto (con medidas impopulares como la congelación de las pensiones o la bajada de sueldos a los funcionarios), España ha mantenido su diferencial con Alemania a cierta distancia de Grecia, Portugal e Irlanda.
Sin embargo, la lentitud y la timidez con las que se han hecho algunas reformas, como la del mercado laboral, la de la negociación colectiva o la del sistema financiero, arrojan muchas dudas sobre el cumplimiento de los objetivos de déficit.
Lo puso de manifiesto la pasada semana la Unión Europea, que ha pedido a España, para poder cumplir sus compromisos, que adopte medidas impositivas como la subida del IVA o de los impuestos especiales.
El problema, para cumplir el 6% de déficit este año no está en la Administración central del Estado, sino en las comunidades autónomas.
Castilla-La Mancha, Baleares, Murcia y Andalucía han alcanzado en sólo un trimestre más del 60% del objetivo de déficit para todo este año.
En cuanto a la deuda, el volumen total al cierre de 2010 se elevaba a 115.455 millones, según datos del Banco de España. La Comunidad Valenciana es la campeona de la deuda, con 17.600 millones de euros, el 17,2% de su PIB. Le siguen Castilla-La Mancha (que debe 5.819 millones, el 16,5% de su PIB); Cataluña (que debe 31.886 millones, el 16,2%) y Baleares (con una deuda de 4.064 millones, el 15,3%).
Pero no sólo hay dudas sobre la capacidad para alcanzar el objetivo de déficit para este año, sino también sobre las cifras de crecimiento económico.
No sólo algunas de las instituciones privadas más prestigiosas, el FMI y la UE, han puesto en cuestión que la economía española pueda crecer este año el 1,3%, como prevé el Gobierno.
Los propios datos del Ministerio de Economía y Hacienda alimentan ese justificado y generalizado escepticismo. Según publicó EL MUNDO, el Boletín de Coyuntura del mes de junio reveló que el índice sintético de actividad, que creció un 1,2% en el primer trimestre, se espera que descienda al 0,8% en el segundo trimestre. Una caída de un tercio en la actividad.
La actividad en la construcción ha caído en mayo un 24,8%. El consumo de energía eléctrica ha bajado un 0,5% en el mismo mes y la matriculación de vehículos se ha desplomado un 24,1%.
Aunque los datos de afiliación a la Seguridad Social en mayo registraron un aumento de 118.000 afiliados sobre el mes anterior, utilizando la serie desestacionalizada ese aumento se convierte en una caída de 10.200 personas.
La desconfianza en España volvió a elevar el diferencial de la deuda el pasado viernes hasta los 256 puntos. El diario The Wall Street Journal llevaba a su portada el fracaso del Banco Santander en la colocación de una emisión de 1.000 millones. Telefónica decidió suspender la salida a Bolsa de la compañía Atento ante la falta de demanda. Ese escenario no es precisamente el más propicio para el estreno de Bankia en los mercados, previsto para el mes próximo, y que es crucial para juzgar el proceso de consolidación del sector y como referencia para marcar el precio de todas las entidades.
En fin, que nos esperan unos meses muy complicados, sobre todo si se confirma la reestructuración de la deuda griega y siguen al alza los precios del crudo. La perspectiva de una subida de tipos, adelantada por el presidente del BCE, tampoco ayuda en nada a una economía en la que el crédito en abril volvió a caer: una décima para las empresas y siete para las familias (según datos del Ministerio de Economía y Hacienda).
La solución no es fácil. Sobre todo porque el problema de confianza es muy difícil de resolver.
Zapatero, que hasta ahora quería prolongar la legislatura hasta marzo de 2012, ha justificado el no adelanto electoral que reclama el PP por la necesidad de concluir las reformas. Yo creo que este Gobierno (como acaba de demostrar el cierre en falso de la modificación normativa sobre convenios) no está capacitado para concluir esas reformas. No tiene la fortaleza necesaria para hacerlas y ha sido desautorizado claramente por las urnas. Un Gobierno débil, como éste, no puede afrontar la elaboración de unos Presupuestos duros en los que va a tener que hacer muchas concesiones para lograr apoyos parlamentarios suficientes.
Más aún si se ahondan las diferencias entre el presidente y el candidato, que ya han salido a la luz en el seno del Consejo de Ministros y a cuenta de un asunto tan relevante como la reforma de la negociación colectiva.
Es evidente que Rubalcaba va a querer retrasar o bloquear las reformas que supongan enfrentarse a los sindicatos. En el debate interno que vive el PSOE tras la decisión del presidente de adoptar las medidas de ajuste, Rubalcaba se va a poner del lado de los que culpan de la derrota del 22-M a esas «políticas antisociales» y claman (como ha hecho Barreda) por la vuelta a las viejas recetas socialdemócratas.
Sólo un cambio político puede ayudar a mejorar las expectativas. Es decir, a generar la confianza, tanto interior como exterior, necesaria para concluir las reformas y poner las bases para un crecimiento sólido que permita generar empleo.
El dilema es cuándo se producirá ese cambio. Zapatero baraja ya un adelanto electoral a noviembre. Esto no aguanta más.
Madrid
13/06/2011
Impugnan las primarias del PSOE
Tres de los ocho militantes del PSOE que han anunciado su intención de competir en primarias con el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, han decidido impugnar el proceso electoral y solicitar su suspensión.
Julián Pastor Mansilla (Móstoles), David González Sánchez (Esplugues de Llobregat) y José Carlos Carmona (Sevilla) son los afiliados al partido que, a día de hoy, se han mostrado contrarios al mecanismo del procedimiento para elegir al candidato socialista para las próximas elecciones generales. En su opinión, únicamente beneficia al candidato de la Ejecutiva del PSOE.
Así, estos militantes han solicitado la suspensión del plazo para la presentación de avales -que expira hoy-, que les entreguen el censo electoral del partido en régimen de custodia hasta la finalización del proceso electoral y que se abra un nuevo plazo de 15 días para recoger avales, tras la entrega del censo.
«Como no nos han dado el censo ni tenemos soporte para conseguir las firmas, entendemos que el procedimiento que han preparado para la recogida de avales no puede ser efectivo nunca», declaraba David González a Europa Press. «Ya puestos, que pusieran sólo que el aval de la Ejecutiva es lo que vale».
Los candidatos también critican que la web del partido no ha habilitado un espacio destinado al proceso de primarias y a sus candidatos, que deben tener un lugar propio para colgar su programa y actividades. De la misma forma, creen que debe habilitarse un presupuesto para la campaña, de tal forma que los gastos no corran a cargo de ellos. «En caso contrario, estaríamos hablando de un proceso de primarias a la americana, donde sólo pueden presentarse los ricos».
Asimismo, consideran «desproporcionado» el número de avales requerido porque supone pedirle el doble de votos (en porcentaje) de lo que se le pide a la tercera fuerza electoral del país para obtener representación parlamentaria. Además, aseguran que no aportarles el censo vulnera la legislación actual.
Todo esto, es el galimatías en el que está envuelto el partido que dice que son socialistas, que no lo son. Y como diría aquél, aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
ResponderEliminar