SIMÓN / R. J. ÁLVAREZ / Madrid
13/06/2011/ El Mundo
De hecho, muchas voces del Movimiento 15-M insistían ayer en que Acampada Sol se traslada y se desmarcaban del reducido grupo que ha decidido quedarse. «Aunque a título personal podamos estar de acuerdo o no con ellos, la asamblea ha decidido abandonar la Puerta del Sol y repartirse por los barrios», decía Francisco, un profesor que ha estado trabajando en la Comisión de Comunicación las tres últimas semanas.
Y, ayer, cuando la última asamblea se despedía con las manos arriba y los chorritos de agua que los miembros de la organización enfocaban por las caras de los presentes, un grito unánime: «¡No nos vamos, nos expandimos!».
Con abnegación inusitada, un interlocutor explica que el objetivo de la operación Patena que tiene lugar en este último día de Acampada Sol es uno: «Dejar la plaza más limpia que antes». Del 15-M originario sólo quedará un punto de información en la plaza. Fuera de ella, nace una nueva forma de protesta cívica que tiene su epicentro en la Red.
Hablamos con Jon Aguirre Such, 26 años, portavoz de Democracia Real Ya y estudiante de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid. Si dejó de acampar en Sol y plegó rumbo a casa no fue porque renegara. Es porque tenía que acabar el proyecto de fin de carrera.
«Por primera vez en años la gente se ha puesto a pensar y a contrastar, y eso dibuja un horizonte muy esperanzador», comenta Aguirre, que estuvo unas semanas en la Comisión de Comunicación de Sol. «El cambio de sistema es posible, hay que ir a un modelo que beneficie a la mayoría y no sólo a unos pocos».
Silvia lleva unos días de protesta en Madrid, pero es habitante de Plaza Cataluña. Sin darnos cuenta, casi le pisamos la porquería que está barriendo del suelo... Porque está barriendo la mismísima Puerta del Sol. «Si barro en un Starbucks por un salario de mierda, de 400 euros al mes por 25 horas a la semana, ¿cómo no voy a barrer aquí gratis? La decisión de dejar Sol es muy inteligente. Ahora toca el resto del mundo».
Veinticinco jornadas después de aquel 15 de mayo, se desmontan las tiendas, pero todos salen del saco de dormir habiendo logrado un tejido contestatario más tupido y tramado. Así, el movimiento se está organizando para llevar a cabo una acampada itinerante por pueblos y barrios de Madrid. En la agenda asoman dos nuevas acciones: el 15 de junio, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca ya ha convocado una protesta contra un desahucio en Tetuán; el 19 del mismo mes, habrá manifestación en diversos lugares del Estado contra la «amenaza neoliberal» del Pacto del Euro parido en la UE.
Y en Sol, ese día, a las 20.00 horas, muchos volverán: asamblea general.
Las diferentes comisiones plegaron ayer velas y dejaron sus piedras de Pulgarcito para quien quiera seguirles. La Comisión de Barrios mantendrá un puesto en Sol y otro en el Centro Okupado Casablanca. Habrá una asamblea popular todas las semanas en la calle del Carmen. La Comisión de Feminismos se reunirá hoy en la plaza de Agustín de Lara y la de Homosexualidad y Transexualidad ha convocado una manifestación del Orgullo Indignado para este miércoles, como alternativa a la mercantilizada jornada del Orgullo Gay.
La postrera asamblea de esos 25 días que removieron Madrid aprobó ayer, entre otras cosas, pedir la modificación de la Ley Electoral, sanidad y educación públicas y gratuitas para todos, parar la privatización de las cajas de ahorros, abolir los paraísos fiscales, acabar con las redadas de sin papeles, derogar la Ley de Extranjería, crear cooperativas de trabajadores en las empresas que estén a punto de cerrar y, entre otras cuestiones, listas electorales abiertas sin imputados en las mismas.
«España se ha desvirgado en el movimiento cívico. Estados Unidos tuvo su Luther King. España ha tenido su 15-M», comentaba Pablo Gallego, vocal de Democracia Real Ya y estudiante de 23 años de último curso de Investigación y Técnicas de Mercado en el Icade. Como para no estar indignado. El otro día le ofrecieron un trabajo: 50 horas a la semana por 800 euros al mes. Muy indignado.
«Las acciones van a seguir, sólo hay que ver lo que sucedió el sábado en las tomas de posesión en los ayuntamientos. Pero lo que no podía suceder es que estuviésemos todos los días hablando en asambleas como los sofistas en la época de Grecia. Es por eso por lo que había que darle una salida concreta al movimiento».
«Lo positivo es que la asamblea ha calado en los barrios», concedía Gallego. «Y eso ha hecho que aumente la heterogeneidad del grupo: gente de más edad, gente de diferente sensibilidad... ¿Los que quedan en la Puerta del Sol? Esperemos que tomen conciencia y también se vayan».
Pues nada muy bien hecho, ahora a seguir currando para que no caiga en valde todo lo dicho y hecho.
ResponderEliminarY los perroflautas que se han quedado, no tardarán en irse o quitarlos.