«El plan de reinserción de presos fortalece a ETA»

MANUEL MARÍA BECERRO SEVILLA

02/05/2012 ESPAÑA/El Mundo

Teresa Jiménez Becerril. 

.Estaba en Sevilla cuando se enteró del giro que el Gobierno del PP ha dado a la política penitenciaria respecto a los presos etarras. Es la ciudad en la que, hace 14 años, un pistolero de la banda terrorista asesinó a su hermano y a su cuñada. Teresa Jiménez Becerril, eurodiputada del PP, disiente. Sin disimulos.
Pregunta.- ¿Está de acuerdo con el plan de reinserción de etarras?
Respuesta.- No, no estoy de acuerdo. No veo esa necesidad, esa prisa. La mayoría de los españoles no considera que sea un tema urgente. No se nos puede olvidar que ETA todavía no ha entregado las armas. Entiendo que posiblemente haya buena fe en este plan, porque el Gobierno no va a querer de ningún modo hacer daño a las víctimas del terrorismo, pero no puedo estar de acuerdo con unas medidas que creo que fortalecen a ETA y debilitan la dignidad de España. Siempre he sostenido que para estos gestos había que esperar mucho tiempo. Las muertes están demasiado recientes como para intentar algo así, que no cuenta con el respaldo de los españoles.
P.- La letra pequeña contempla que el Gobierno pueda acercar a etarras, sea cual sea su condena, sin pedir perdón.
R.- Son cosas que no se entienden… A mí personalmente el tema del perdón me es indiferente. Yo creo que quienes asesinaron a mi hermano y a su mujer tienen que cumplir su condena, a ser posible íntegramente. No creo en el perdón que expresen. Que pongan una cruz en una casilla donde diga 'Nos arrepentimos' cuando les van a quitar unos años de condena y acercar a su casa… no tiene ningún valor; no es un arrepentimiento sincero, sino forzado. Quienes conocen el mundo de ETA saben que estos gestos se entienden como triunfos de ellos y derrota nuestra.

P.- ¿Le duele que sea el ministro Fernández quien impulse este plan?
R.- No, a mí no me duele. Es la política, por desgracia, que a veces no resulta fácil de entender; aunque mentiría si no admitiese que me sorprende que estas cosas vengan desde las filas de mi partido. Es que ellos creerán que están haciendo bien, pero yo no creo en absoluto en el buenismo de los presos de ETA. Lo único que pasa es que los etarras ya están en los gobiernos y seguirán ganando posiciones, y nosotros cada vez más achicados. Por darles más, no creo que ellos vengan al terreno de la democracia. Al revés: los demócratas van a estar más rodeados y para este viaje no necesitábamos tantas alforjas.
P.- Si este plan lo presenta Zapatero, la reacción de las víctimas habría sido más virulenta...
R.- Las víctimas están muy disgustadas, desengañadas. No me parece que hayan bajado la guardia en ningún momento. Al día siguiente han ido a hablar con el ministro. Las víctimas no tienen ningún problema en salir a la calle y, si se movilizan, voy a estar allí, porque creo que se puede estar con ellas y dentro del Partido Popular. Las víctimas creen que el PP tiene otra condición y que, en el fondo, mantiene una política antiterrorista clara. ¿Que por qué pasan estas cosas? Pues no lo sé: creerán que es una oportunidad que beneficia al final de ETA y que contribuye a normalizar el País Vasco, pero yo creo que la normalización nunca tiene que pasar por la humillación de las víctimas.