AVIER G. NEGRE SAN SEBASTIÁN
Consuelo Ordóñez desmerece a la ciudad por respaldar a los presos de ETA
Cuarenta y ocho horas no fueron suficientes para atemperar y amordazar la indignación de Consuelo Ordóñez. Una hermana coraje que observó con impotencia cómo el alcalde de Bildu y una parte sustancial de la sociedad donostiarra convertían la tradicional Tamborrada en un acto de exaltación de aquéllos que apretaron el gatillo contra su hermano Gregorio Ordóñez, concejal del PP en el Ayuntamiento de San Sebastián, el 23 de enero de 1995. Una estampa demasiado cruel para una mujer que no dudó en renegar públicamente de su ciudad y desposeerla simbólicamente de su ya de por sí polémico título de Capital Europea de la Cultura 2016.
«Una ciudad que homenajea a los asesinos en serie en vez de a las víctimas no puede optar más que a la capitalidad de la indignidad europea», señaló Consuelo Ordóñez ayer, al término de una emotiva ofrenda floral con motivo del 17º aniversario del asesinato de Gregorio. En el cementerio donostiarra de Polloe todos los presentes honraron la memoria del concejal, incluso la incesante lluvia que encharcó San Sebastián y que cesó justo cuando el sacerdote jesuita Alfredo Tamayo comenzó a oficiar la ofrenda floral en honor a su amigo y referente de la lucha por la libertad.
La hermana de Gregorio Ordóñez no dio crédito cuando observó el pasado jueves cómo Bildu institucionalizaba y politizaba la festividad del Día de San Sebastián para convertirla «en un acto de apología al terrorismo». Desde aquel día, su indignación fue creciendo al mismo ritmo que EL MUNDO destapaba en sus páginas la colaboración necesaria de Juan Karlos Izagirre en la organización de ese festival pro amnistía para los presos de ETA.
«La Tamborrada siempre había sido un acto reivindicativo de presos en el que Elorza había mirado hacia otro lado, pero es que este año Bildu se ha encargado de institucionalizarlo y de convertirlo en una fiesta municipal», explicó Consuelo Ordóñez horas después de versar su homilía política durante un homenaje que contó con la presencia, entre otros, del portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso; la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga; la ex líder del PP vasco María San Gil; el representante de UPyD, Toni Cantó, y la viuda de Gregorio Ordóñez, Ana Iríbar.
Consuelo Ordóñez, que emigró a Valencia, lamentó que después de 17 años del asesinato de su hermano gobiernen en San Sebastián «quienes no han condenado todavía ni su asesinato ni ningún otro de los cien asesinatos de esta ciudad».
La viuda de Gregorio Ordóñez, Ana Iríbar, aprovechó la presencia del fiscalizador del caso Faisán y ahora director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, para abordarlo personalmente y exigirle que su presencia en el homenaje fuese más allá que una mera pose política.
«Le he pedido que su participación en el homenaje se traduzca en un compromiso para que haya justicia en este país, para que los terroristas que están cumpliendo condena en las cárceles las cumplan», explicó Iríbar.
La viuda del ex concejal de San Sebastián reclamó, en pleno debate sobre la necesidad o no de flexibilizar la política penitenciaria, la imposición de un filtro más de exigencia a aquellos terroristas que reclaman medidas de gracia: la colaboración de los terroristas para esclarecer los más de 300 asesinatos pendientes.
«No se tiene que hablar tanto de perdón, sino de colaboración. El arrepentimiento de un terrorista sólo puede tener esa traducción, la colaboración con la justicia y que se resuelvan todos los casos pendientes de ETA», señaló Iríbar, que también lanzó un mensaje a aquellos representantes de la justicia que legalizaron Bildu y ni siquiera examinaron las candidaturas de Amaiur. «A Ordóñez le asesinaron porque molestaba al plan político de ETA y no nos parece en absoluto ético ni moral que quienes defienden ese proyecto tengan derecho a presentarse a unas elecciones cuando a Gregorio ETA le quitó esa oportunidad».
El acto volvió a demostrar el valor de la figura de Gregorio Ordóñez para unir por un día a la ex líder del PP vasco María San Gil y a sangilistas confesos como Regina Otaola, con los actuales populares vascos de claro perfil renovador y con quienes siempre han mantenido una fría distancia. Llamó la atención entre los asistentes la animada charla entre San Gil y Alfonso Alonso, que también quiso hacer su reconocimiento a la figura de Ordóñez.
«Gregorio nos diría ahora que la lucha por la libertad no ha terminado y que tiene que continuar porque ETA sigue estando aquí, porque ETA pretende tutelar una especie de proceso hacia la impunidad y porque nosotros tenemos que reivindicar permanentemente la memoria de las víctimas del terrorismo para que nadie olvide lo que ha sucedido», espetó Alonso, que aseguró a EL MUNDO que el Gobierno popular va a trabajar para impedir que se produzcan actos de exaltación de los presos de ETA como el acaecido en San Sebastián.
La memoria de Gregorio Ordóñez será también honrada en Madrid, donde su esposa buscó asilo para evitar que su hijo creciese en San Sebastián. El jueves se celebrará una ofrenda floral ante el roble de los Jardines de Gregorio Ordóñez y una misa en la iglesia de la Concepción en memoria de las víctimas de ETA.
Así es, ahora todo vale. De nada han servido las muertes de los asesinados, porque ahora, por parte de estos que dicen ser socialistas que no lo son, han manchado su nombre con una negociación con sus verdugos.
ResponderEliminarEspero que paguen bien esta infamia.