JAVIER G. NEGRE / Guernica
26/09/2011/El Mundo
Nadie homenajeó ayer en Guernica a José María Piris, un niño de 13 años que falleció el 29 de marzo de 1980 al explotarle una bomba cuando jugaba en una calle de la localidad de Azpeitia. Su asesino, el etarra Jon Agirre Agiriano, Elurtxuri, que jamás pidió perdón por este crimen, se dio, en cambio, un baño de multitudes en el acto del primer aniversario del Acuerdo de Guernica. Precisamente él fue el escogido para escenificar con su firma la incorporación del colectivo de presos de ETA a un pacto que dice abogar por el uso de «vías pacíficas» para la consecución de un escenario «sin vencedores ni vencidos» y sin arrepentimientos hacia las víctimas.
La teatralización de esa simbólica adhesión al pacto que encabeza Bildu se produjo entre los gritos de «gora euskal presoak!» (¡vivan los presos vascos!) y gora Euskal Herria askatuta! (¡viva el País Vasco libre!) de las más de 300 personas que abarrotaron el Lizeo de Guernica.
El ex recluso Jon Agirre Agiriano, visiblemente emocionado por el cálido recibimiento de una platea donde se encontraba la primera plana de la izquierda abertzale, Bildu y Aralar, no aprovechó esa atmósfera de la cita para pedir perdón a la familia de José María Piris. El niño falleció al golpear con su pie un paquete explosivo oculto en una bolsa de deporte que el terrorista había colocado debajo del coche de un guardia civil y, que tras no explosionar, quedó abandonada en una calle de Azpeitia tristemente marcada por el sello de ETA.
El nuevo abanderado de un proceso de paz engendrado por el think tank soberanista de la izquierda abertzale, EA, Alternatiba, Aralar y otros agentes sociales, tampoco pidió disculpas a los familiares del humilde marmolista José Arcedo Quiles, que falleció en 1980 en la localidad guipuzcoana de Escoriaza, víctima de un atentado terrorista perpetrado por Agirre, que fue detenido en mayo de 1981 en Mondragón y condenado por la Audiencia Nacional a penas que sumaban más de 70 años de prisión.
El etarra, que rehusó hacer declaraciones al término del acto por orden de la representante de la izquierda abertzale Miren Legorburu, salió en libertad en mayo de este año tras cumplir 30 años de condena ininterrumpida, que le convirtieron en el segundo preso etarra que más tiempo ha permanecido entre rejas, después de José María Sagarduy, Gatza.
La otra firmante, en representación de los presos de ETA fue Gloria Rekarte, que fue puesta en libertad en noviembre del año 2000, tras cumplir 19 años en una decena de prisiones españolas por la comisión de dos asesinatos.
Minutos antes de la formalización del simbólico acuerdo, la también ex reclusa Itziar Garlardi leyó un comunicado en nombre del colectivo de presos de ETA (EPPK) en el que esbozó las razones por las que un 90% de los reclusos de la banda terrorista se ha sumado a este acuerdo por «un escenario de paz y soluciones democráticas».
«Teníamos claro que teníamos que jugar un papel activo en el proceso de paz, y nuestra referencia es el Acuerdo de Guernica porque nos reconoce ese papel principal», explicó Garlardi, que reclamó «el acercamiento de los presos», la mejora de la política penitenciaria que mantiene aislados a los reclusos de ETA y la búsqueda de un nuevo escenario que concluya con «la amnistía» y el «reconocimiento de todas las víctimas».
Tanto los representantes de Bildu como los de la izquierda abertzale celebraron «el importantísimo paso» dado por los presos de ETA. El portavoz de la coalición, Pello Urizar, utilizó la adhesión de los reclusos como principal aval para desacreditar a «aquellos agentes» que se niegan a sumarse a un «proceso irreversible» defendido por «la mayoría del pueblo vasco».
Urizar también emplazó al Gobierno a colaborar en «el proceso de paz» facilitando que los presos de ETA puedan debatir el futuro de Euskadi en «las cárceles vascas».
Por su parte, el portavoz de la izquierda abertzale Niko Moreno aplaudió la iniciativa de los presos etarras que ha intentado ser «boicoteada» por el Gobierno que recibió «con un portazo» a los emisarios que pretendían mostrar el Acuerdo de Guernica a los reclusos de la banda.
OORBYT.es
>Vea hoy en EL MUNDO en Orbyt el análisis de Javier Negre sobre el acto de Guernica
SANTIAGO GONZÁLEZ
26/09/2011
Rama de olivo
Otegi envió una carta a la manifestación que pidió su libertad en Bilbao. En ella volvió a la pervertida imagen de la rama de olivo. El 11 de noviembre de 1974, Yassir Arafat compareció en la ONU y acuñó una metáfora cargada: «Hoy vengo aquí con mi fusil de combatiente de la libertad en una mano y una rama de olivo en la otra. No dejéis que la rama caiga de mi mano». Treinta años después, Arafat moría en París y Arnaldo Otegi tomó la palabra en un mitin celebrado en Anoeta. Parsimoniosamente, cubrió el atril del orador con una kufiya palestina en recuerdo del rais fallecido tres días antes. Y dijo: «La izquierda abertzale se presenta hoy aquí con un ramo de olivo en la mano. Que nadie deje que se caiga al suelo». No tuvo necesidad de decir qué era lo que llevaba en la otra mano. Se sabía ya desde que Arafat lo hizo explícito: un fusil, aunque si es de un combatiente de la libertad, tiene un pasar. Lo cantaba Silvio Rodríguez, castrista arrepentido pero poco: «Iba matando canallas con su cañón de futuro». Cualquier cajero de banco entendería a quien le dijera: «Tengo una bolsa vacía en una mano y un revólver en la otra. Usted verá…». Bueno, cualquiera menos el que atiende al atracador Virgil Starkwell (Woody Allen) en Toma el dinero y corre: «Ah, no, en esta nota no pone 'revólver'. Aquí dice 'al volver'».
Era el 14 de noviembre de 2004 y aquel acto desencadenó el proceso de paz, que fue la columna vertebral de la primera legislatura de Zapatero, con el resultado conocido. Hubo que volver a los remedios clásicos para que la segunda legislatura recompusiera los destrozos de la primera y se volviera a la estrategia de la derrota.
Pero el año pasado hubo una declaración en Guernica, ETA ofreció una tregua en los términos de aquélla y los firmantes, junto a presos de ETA reclaman que el Gobierno debe corresponder, que su soberbia es el mayor peligro para el proceso de paz. El más representativo, Jon Agirre Agiriano, con 30 años cumplidos de condena a sus espaldas, da una oportunidad al Gobierno para que derogue la Ley de Partidos, cambie la política penitenciaria, la amnistía y otros asuntos parejos. Él no ha manifestado su pesar por el niño Piris, 13 años, a cuyos pies puso un balón de goma 2; ni ha pedido a ETA que se disuelva. Tampoco lo pedía Bildu, ni su diputado Garitano, ni su alcalde de San Sebastián. La carta de Otegi vuelve a la vieja metáfora de Arafat y del primer proceso de paz de Zapatero, y amenaza: sentencias como la suya «sólo buscan hacer caer la rama de olivo».
Un eterno retorno, que al portavoz del Gobierno y al candidato les parece «inédito». Todavía falta el comunicado de ETA. Será como el de sus presos, pero más. Ilusionante, pero insuficiente
ÁNGELES ESCRIVÁ / Madrid
26/09/2011
La Audiencia suspende los pinchazos a 20 dirigentes de Batasuna
El instructor ha explicado a los agentes que considera que las escuchas se han visto excesivamente prolongadas en el tiempo, pese a que éstos aseguraron haber aportado pruebas actualizando las actividades de la antigua Batasuna.
La medida ha afectado a las investigaciones abiertas sobre una veintena de sospechosos cuyas conversaciones y movimientos han estado sosteniendo pruebas en los diversos sumarios abiertos contra los miembros de las diferentes formaciones ilegalizadas por el Supremo, y han proporcionado información de forma frecuente respecto a las relaciones entre la organización terrorista y dirigentes de la izquierda abertzale que han sido investigados por sus esfuerzos reiterados para burlar la Ley de Partidos.
Los agentes llevan aproximadamente una semana, desde que se dictó la orden, intentando convencer al juez Ruz de la importancia de los métodos empleados hasta el momento para continuar con sus indagaciones también en la actual coyuntura, con la esperanza de que cambie de opinión.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal indica que un juez puede acordar las intervenciones telefónicas de un sospechoso siempre que haya indicios de que se puede obtener por ese medio el descubrimiento o la comprobación de hechos o circunstancias importantes para la causa que se sigue. Del mismo modo, puede ordenar que sean vigiladas las comunicaciones de aquellas personas sobre las que existan indicios de responsabilidad criminal. Los pinchazos suelen darse por tres meses prorrogables por iguales periodos de tiempo, siempre que los investigadores y el magistrado lo consideren conveniente. En la solicitud de una de esas prórrogas ha sido cuando el juez Ruz ha suspendido, o revocado si se trata de una decisión definitiva, el permiso para que los agentes continúen con su sistema de observación.
Las escuchas a la izquierda abertzale se han convertido en un asunto controvertido en los últimos dos años. Ilegalizada Batasuna por los tribunales Supremo y Constitucional, las conversaciones mantenidas por miembros de esta formación entre sí y con los partidos o plataformas formadas para sustituirla resultaron muy esclarecedoras y se convirtieron en material sensible durante la negociación entre el Gobierno y ETA, y entre Batasuna, el PSE y el PNV. Una parte de la investigación sobre el ámbito político vinculado a la organización terrorista la realizaba el CNI, y otra parte la han venido llevando a cabo los agentes de la Policía Nacional, que han tenido un papel fundamental durante todos estos años para garantizar el cumplimiento de la sentencia de la Sala del 61.
Operaciones importantes desarrolladas tras esa negociación contra la estructura política instrumentalizada por la banda fueron las efectuadas en octubre de 2007 en la población de Segura (Guipúzcoa), donde fueron arrestados 23 miembros de la Mesa Nacional, además de dirigentes de ANV y del Partido Comunista de las Tierras Vascas.
Salieron de prisión tras pagar sus correspondientes fianzas y algunos de los veteranos y de los renovados dirigentes formaron Bateragune. Las prolijas investigaciones de la Policía Nacional llevaron de nuevo a prisión en octubre de 2009 a siete de sus miembros, entre los que se encuentran Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga, el que fuera secretario general de LAB. Los dos fueron condenados hace poco más de una semana a 10 años de prisión, porque el tribunal asegura que cumplían las órdenes y desarrollaban la estrategia de ETA.
Las vías políticas
Desde los arrestos del caso Bateragune hasta ahora, la izquierda abertzale se ha visto obligada a escenificar una evolución a favor de las vías políticas para poder acceder de nuevo a las instituciones, y la organización terrorista ha decretado un alto el fuego. Arnaldo Otegi llegó a afirmar en el juicio que «ETA sobra y estorba», y son muchos los políticos, también en el Gobierno, que aseguran que la banda está a un paso de la disolución.
El sistema de escuchas a la izquierda abertzale ha demostrado su eficacia en muchas ocasiones cuando se ha tratado de garantizar el cumplimiento de la Ley de Partidos, que es la que ha hecho evolucionar al entorno de la organización. Las conversaciones entre los diferentes miembros de la izquierda abertzale fueron fundamentales para la ilegalización de ANV y para demostrar el vínculo de sumisión de Eusko Alkartasuna y Alternatiba a la vieja Batasuna en Bildu
MIKEL SEGOVIA / Foronda (Álava)
26/09/2011
El PNV inicia su pulso con Bildu
El PNV había advertido de que ayer comenzaba su campaña electoral. No defraudó. Su primera estrategia quedó clara: desacreditar a su principal amenaza y adversario ante el 20-N, la izquierda abertzale y su coalición, Bildu.
«Ellos han perdido 34 años con su radicalidad y su ruptura total», décadas en las que han estado «ausentes» de la construcción «del país», dijo el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ante la plana mayor del partido y las decenas de miles de simpatizantes que ayer acudieron al Alderdi Eguna -día del partido- en las campas de Foronda (Álava).
Tras la crítica al rival, llegó la previsible puesta en valor de la acción del PNV, «mientras estaban en sus 'vanguardias' y 'rupturas', aquí, a pie de tierra, hemos construido una nación», señaló entre aplausos.
No fue el único reproche al entorno radical. De hecho, su intervención desde la tribuna estuvo repleta de ellos. A la acusación de «partido caduco, traidor y mercenario por acudir a Madrid» que en ocasiones ha dedicado la izquierda abertzale a la formación jeltzale, ayer Urkullu replicó asegurando que lo que realmente ha quedado caduco ha sido «su revolución», «su ruptura» y «su lucha fracasada».
El líder nacionalista no perdió ocasión de marcar el terreno en el que su partido jugará las próximas semanas, elevar el listón de exigencia al entorno radical y reforzar el papel de liderazgo del PNV en el mundo nacionalista. «Que no pretendan dar lecciones desde el primer día», apostilló.
Recordó a los radicales que ha sido el PNV el que ha acudido «a su rescate» cuando han necesitado respaldo para regresar a las instituciones. «Lo hemos hecho primando el bien mayor, la paz, sobre cualquier otro cálculo político o electoral, y estamos dispuestos a seguir haciéndolo», aseguró. Más aún, dijo que, pese a llegar «tarde y altivos» a la contienda en las instituciones, son bienvenidos.
Urkullu dedicó un apartado de su discurso a las «deudas» que acumula ese entorno y que en ningún caso pasa por compensaciones de la sociedad vasca y las instituciones hacia ETA y la izquierda abertzale porque son ellos «quienes tiene una deuda con este país», añadió. Y les advirtió de que en su proceso no esperen otras cosa que no sea «paz por paz».
El dirigente nacionalista se refirió también a la situación política en la que ya vislumbra un final «irreversible» de la banda terrorista. Según Urkullu, se da un escenario propicio para «arriesgar» por parte de los partidos y del Gobierno con una nueva actitud. «¡Ya vale de cálculos electorales de la izquierda abertzale, y el PSOE y PP!», reclamó.
M. S. / Foronda
26/09/2011
Azkuna: «Están tras los graves incidentes de Kukutza»
«Bildu no está a su lado, sino detrás de todo este tema», aseguró irritado el alcalde durante la celebración del Alderdi Eguna -día del partido- del PNV en las campas de Foronda (Álava).
Minutos antes, el primer edil de la capital vizcaína había recibido el balance de los últimos altercados, que ocurrieron la noche del sábado en el centro de Bilbao, el Casco Viejo y los barrios de Uribarri, Matiko y Trauko: cinco vehículos incendiados, 20 contenedores dañados, un cajero quemado, mobiliario urbano destruido, decenas de intervenciones de bomberos y tres detenidos por llevar pastillas de encendido de barbacoa que podrían estar dirigidas a la quema de contenedores
Unas cuantas perlas de los batasunos, y de los del pnv. Ambos, tirando para lo suyo, unos para el monte y otros haciendo lo de siempre.
ResponderEliminarHaber cuanto dura esa ficticia guerra verborréica, ya que los dos son iguales.