lunes, 27 de junio de 2011

Dos militares muertos en la ofensiva talibán contra España


ROBERTO BENITO / MÒNICA BERNABÉ
Madrid / Kabul

27/06/2011/El Mundo

Un atentado similar al de hace ocho días cuesta la vida a un sargento y a una soldado en un blindado que exploraba los aledaños de la Ruta Lithium
Zapatero embusteroEntrar en el bastión de los talibán en la provincia de Badghis, instalar puestos avanzados en su territorio y eliminar sus fuentes de ingresos no iba a resultar fácil. En las Fuerzas Armadas se sabía que la reacción de la insurgencia al avance español iba a ser violenta e incluso se estaba preparado para ello; pero ni aun así se podía esperar que dos artefactos explosivos de gran magnitud cogieran de lleno a las tropas en sólo una semana. Se trata ya de una ofensiva en toda regla contra los españoles.

Zapatero embusteroEl sábado 18 de junio, como si fuera un aviso de lo que estaba por llegar, un artefacto colocado por los talibán destrozó un vehículo Lince en la provincia española de Afganistán hiriendo de gravedad a cuatro militares y a un intérprete. Ayer, un explosivo «semejante, e incluso mayor», en palabras de Carme Chacón, voló de idéntica manera otro Lince del contingente, terminando con la vida de dos soldados e hiriendo a otros tres. Es la primera vez que las tropas sufren dos acciones tan violentas con tan poco tiempo de diferencia.

Los fallecidos son el sargento Manuel Argudín Perrino, que iba de copiloto al mando del grupo, y la soldado Niyireth Pineda Marín, que iba sentada detrás de él en el vehículo.

El atentado se produjo en la Ruta Lithium, la misma en la que tuvo lugar el ataque del día 18 y en la que la insurgencia está concentrando sus acciones contra los españoles. Los cinco militares formaban parte de una «patrulla de reconocimiento y presencia» formada por siete vehículos. Había partido a las 8.30 horas del puesto avanzado de Ludina y se dirigía a Qala-e-Now, desviándose ocasionalmente por algunas poblaciones, explorando los aledaños de la ruta. Las patrullas de estas características reconocen el terreno por el que transitan los convoyes y se aseguran de que es seguro.

La columna estaba formada por tres Linces y cuatro RG-31, dos tipos de vehículos que según el Ministerio de Defensa tienen exactamente el mismo blindaje y la misma protección contra explosivos. La única diferencia entre ambos es la capacidad: para una escuadra el Lince (cinco personas), para un pelotón el RG-31 (entre ocho y 10 efectivos).

A las 9.45 horas, cuando se encontraba en la localidad de Aceska, a 20 kilómetros al norte de Qala-e-Now, el artefacto cogió al primer vehículo de la patrulla, un Lince. El explosivo afectó a la parte derecha del blindado, matando en el acto al sargento Manuel Argudín y a la soldado Niyireth Pineda. Los otros tres ocupantes sufrieron heridas de distinta consideración y, según aseguró Chacón en rueda de prensa, «no se teme por sus vidas».

El explosivo de hace ocho días, que tenía una carga de más de 20 kilos, fue definido por Defensa como el mayor que había sido empleado nunca por la insurgencia contra las tropas españolas. El de ayer fue «semejante e incluso mayor», con una «carga muy elevada» que el blindaje del Lince, pese a sus especiales características, no pudo resistir.

Hasta el pasado día 18, este tipo de vehículos había resistido los atentados de la insurgencia -seis en los últimos 15 meses- y las tropas habían salido indemnes. Ahora, sin embargo, se ha hecho evidente que los talibán tienen capacidad para instalar cargas de explosivos más fuertes en las rutas que siguen los militares españoles, para traspasar el blindaje de los vehículos. Del cambio cualitativo da buena cuenta el hecho de que los fallecidos de ayer son los primeros que pierden la vida en uno de los nuevos blindados.

El aumento de la violencia es, en cualquier caso, general en todo Afganistán, como quiso remarcar ayer la ministra de Defensa, y es consecuencia de la nueva estrategia de los aliados, desarrollada desde 2010. Básicamente, ésta consistió en un aumento considerable de efectivos para entrenar de forma masiva a militares y policías afganos, formar con ellos un Ejército y una Policía competentes, penetrar de su mano en los bastiones talibán y permanecer en los territorios conquistados.

En Badghis, esa estrategia implicó doblar el contingente español y lanzar a los soldados a una auténtica ofensiva terrestre. Partiendo desde su base en Qala-e-Now, la capital de la provincia, las tropas han ido avanzando hacia el norte, hacia la segunda localidad de la región, Bala Murghab, despejando rutas y situando puestos avanzados en zonas antes controladas por los talibán.

Los caminos entre Qala-e-Now y Bala Murghab son dos. Al oeste, a través de la Ruta Lithium, en la que se han producido los dos últimos atentados y en la que España tiene el puesto avanzado de Ludina. Al este, a través de la Ring Road, en la que las tropas mantuvieron la semana pasada dos combates con los talibán -en los que mataron a dos insurgentes e hirieron a otros dos- y en la que España tiene el puesto avanzado de Darra-i-Bum.

Según explicó ayer el gobernador de la provincia, Delbar Jan Arman, la insurgencia ha multiplicado sus ataques porque se siente acorralada. «Les hemos ganado mucho terreno», dijo en conversación con este periódico. En la Ruta Lithium, en concreto, los soldados españoles están trabajando en la construcción de nuevos puestos de vigilancia para el Ejército y la Policía afganos, con el objetivo de que la carretera sea segura. Y en la actualidad no lo es: incluso la población local tiene miedo de viajar por la ruta porque los talibán suelen parar los vehículos.

Con estos objetivos, es casi imposible mantener una política de cero bajas. Todos los países tienen heridos y fallecidos, y España también. Lo que se espera es que los que murieron ayer, el sargento Manuel Argudín y la soldado Niyireth Pineda, sean los últimos.

OORBYT.es

>Análisis de Mònica Bernabé.

ROBERTO BENITO / Madrid

27/06/2011

Chacón: «El plan de retirada sigue en vigor»

El PP reafirma su apoyo a la misión mientras IU y BNG piden el repliegue
Como queriendo advertir de que puede que lo peor esté por llegar, Carme Chacón quiso ayer señalar que «no por estar en la etapa final de la misión, ésta va a ser menos dura ni menos arriesgada».

Era la constatación del drama al que se enfrenta España: tras realizar un enorme esfuerzo por mejorar la seguridad de las tropas con nuevos vehículos, los talibán han decidido ensañarse contra los soldados españoles, colocando explosivos con cargas enormes, nunca antes utilizadas en Badghis. Y lo hacen justo ahora que se cuenta por fin con un calendario de retirada de Afganistán, después de nueve años de presencia en el país.

A pesar de las dudas que puedan surgir, el Gobierno mantiene sus planes. Chacón dijo ayer que «el plan de retirada sigue absolutamente en vigor» y que, por tanto, a partir del año que viene se comenzará a replegar efectivos. El problema es que, a pesar de ello, todavía queda mucha misión por delante.

En 2012 España sólo retirará un 10% del contingente, apenas 155 soldados. Hasta 2013 no podrá replegar la mitad de los efectivos y hasta 2014 no se completará la vuelta total a casa. Quedan, pues, tres años muy duros en Afganistán.

Consciente de ello, la ministra lanzó un mensaje a los españoles, recordándoles que «nuestros militares están en Afganistán desde hace nueve años corriendo a diario enormes riesgos» y que «lo hacen para que aquel país no vuelva a convertirse en un refugio de grupos terroristas, y para garantizar la seguridad del resto del mundo».

Sin embargo, este mensaje quizás le valga de poco si se multiplican los ataques contra las tropas. Hasta ahora, la sociedad española no ha sido sometida a una sangría constante de fallecidos y heridos, sino de atentados y muertes esporádicos con meses de diferencia. Eso, junto a una política de comunicación en la que se informa con cuentagotas de los numerosos incidentes que sufren las tropas, ha ayudado a contener a una opinión pública que no es muy dada a respaldar conflictos militares.

Además, la misión ha contado con consenso político, gracias al respaldo que siempre ha dado el PP y que ayer reafirmó su líder, Mariano Rajoy. Sólo IU y BNG han roto siempre la unidad y ayer lo volvieron a hacer, reclamando «la vuelta inmediata» de las tropas ante la «sangría insoportable», como dijo Gaspar Llamazares.

Para los socialistas, es fundamental que el final de la misión salga aceptablemente bien. Es cierto que la implicación española en Afganistán fue de bajo nivel en un principio y que en 2005, cuando hubo que desplegarse por el país, el Gobierno eligió un lugar entonces tranquilo como Badghis. Sin embargo, luego comenzaron los atentados, los aumentos de tropas y, al final, la participación en la ofensiva contra los talibán.

La ministra viajó ayer a Afganistán para repatriar los cuerpos de los dos fallecidos, como ha hecho siempre que han muerto soldados en ataques de la insurgencia. Según explicó ayer, aprovechará el desplazamiento para reunirse hoy con los mandos del contingente español -en particular, con el coronel responsable de Badghis-, con quienes analizará el atentado y estudiará la forma en que «se está llevando el despliegue hacia el norte» de la provincia. Además, solicitará comparecer en el Congreso para dar explicaciones.

Madrid

27/06/2011

Cruces con distintivo rojo

Los dos militares fallecidos ayer en Afganistán pertenecían al Regimiento de Infantería Soria 9, que tiene su sede en la isla canaria de Fuerteventura y es una de las unidades que se despliegan habitualmente en misiones internacionales. Es el mismo al que pertenecían los cuatro soldados heridos el día 18 en otro atentado similar al de ayer.

El sargento Manuel Argudín Perrino era natural de Gijón y la soldado Niyireth Pineda Marín era originaria de Colombia. Los dos recibirán de forma póstuma la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo.

En el caso de la soldado Niyireth Pineda, es la segunda mujer que fallece en un despliegue internacional. La primera fue la soldado Idoia Rodríguez Buján, que falleció en febrero de 2007 también en Afganistán, en un atentado muy parecido al de ayer.

Los tres heridos en el ataque de ayer son los soldados Rubén Velázquez Herrera, Jhony Alirio Herrera Trejos y Roi Villa Souto.

Muere una niña que iba a atentar

Una niña de ocho años murió ayer en la provincia afgana de Uruzgán cuando se disponía a atentar contra un puesto de la Policía afgana. Según informó el Ministerio del Interior afgano, la menor llevaba una bomba en una bolsa, que pretendía dejar en el puesto policial y alejarse después. Sin embargo, «los talibán accionaron el control remoto antes de tiempo», señaló un portavoz ministerial, informa Efe. La insurgencia utiliza niños en sus acciones de forma cada vez más habitual. Hace dos meses, un menor de 12 años protagonizó un atentado suicida.

CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO / Madrid

27/06/2011

Rubalcaba planea reducir hasta 40.000 soldados para ahorrar

Afectaría al personal de tropa y marinería (83.000 personas), pero no a suboficiales y oficiales / Sería un guiño a la izquierda aunque Defensa afirma que la plantilla está ya muy ajustada
El vicepresidente primero del Gobierno y candidato socialista a las próximas generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, tiene previsto anunciar como una de las líneas maestras de su programa electoral un importante recorte de los gastos en Defensa. Fuentes del PSOE señalan que, aunque los asesores de Rubalcaba todavía no han elaborado ningún documento específico sobre el asunto, sí que se trabaja ya con esa hipótesis. En principio, la reducción de los gastos se produciría, sustancialmente, rebajando los efectivos de tropa y marinería, que suponen un total de 83.000 hombres. La medida no afectaría a los oficiales (17.613) ni a los suboficiales (28.455). En el supuesto más ambicioso, se habla de un recorte de 40.000 hombres, lo que significa un tercio del personal de nuestras Fuerzas Armadas.

La medida que Rubalcaba hará pública dentro del programa de actividades como candidato tiene un fin claro que va más allá del ahorro presupuestario que pueda suponer: atraer al electorado de izquierdas, desafecto por los planes de ajuste iniciados por el Gobierno en mayo de 2010, y establecer de esa forma lazos que conecten con las inquietudes de los jóvenes que se están movilizando en torno al 15-M.

Fuentes cercanas al Ministerio de Defensa consultadas por EL MUNDO señalan que las Fuerzas Armadas españolas ya tienen actualmente muy ajustadas sus plantillas y que cualquier posible recorte debe tener en cuenta el mantenimiento de los compromisos ya adquiridos en misiones internacionales.

En total, España tiene en estos momentos 3.500 hombres desplegados en el extranjero: el número más elevado lo constituyen los 1.500 soldados en Afganistán, a los que se suman 1.100 en Líbano, 500 en Libia, 395 en Somalia y otros 38 en Uganda. Teniendo en cuenta todos los relevos, durante el pasado año participaron en las operaciones internacionales un total de 9.557 soldados españoles.

En la sesión de control del pasado día 21, el senador de Entesa Miquel Bofill le pidió a la ministra de Defensa, Carme Chacón, que bajara el presupuesto de su Departamento como «guiño» al movimiento del 15-M. Chacón le contestó que España ya es un país austero, puesto que es el cuarto miembro de la OTAN que menos dinero destina a defensa, tan sólo por detrás de Luxemburgo, Hungría y Bélgica. Además, la ministra le recordó al senador que «en los últimos tres años se ha hecho un ajuste del 16%».

El equipo de Rubalcaba, no obstante, piensa que una idea como ésa le ayudaría a recuperar voto por su izquierda. De hecho, el equipo designado por el vicepresidente primero (que podría anunciar su renuncia a la cartera de Interior en los próximos días) está claramente escorado a la izquierda. José Blanco quiso seguir jugando el papel protagonista, pero no lo logró. Incluso llegó a proponer a uno de sus hombres de confianza para el equipo de campaña, el candidato del PSOE a la Junta de Castilla León, Oscar López, pero también fracasó en el intento.

La elección de Jesús Caldera (Fundación Ideas) y de Cristina Narbona (coordinadora de la Conferencia Política que se celebrará en septiembre) para la elaboración del programa electoral (Elena Valenciano se ocupará de la campaña) indica bien a las claras el perfil ideológico de la apuesta que piensa hacer el candidato Rubalcaba.

Caldera, desde la Fundación Ideas, ha reforzado el perfil socialdemócrata de las recetas ante la crisis, proponiendo, por ejemplo, más regulación financiera, la creación de un nuevo impuesto para la banca (que gravaría a las entidades en función de sus activos) o la subida del impuesto sobre plusvalías (que supuestamente desanimaría la especulación).

Por su parte, Narbona (que fue ministra de Medio Ambiente) es partidaria de reducir el peso de la energía nuclear y de aumentar el de las energías renovables. Las fuentes consultadas apuntan a que Rubalcaba hará también propuestas en ese sentido.

El equipo de Rubalcaba opera a tres niveles. Por un lado están los responsables de campaña y del programa. Tras ellos, existe un segundo nivel que cuenta entre sus miembros con personas que trabajaron para la frustrada campaña de primarias de Chacón, como son la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, o el diputado del PSC Daniel Fernández. En este segundo escalón técnico también estaría el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.

El tercer nivel, lo conforma especie de think tank compuesto por personas muy cercanas al candidato y con gran influencia en La Moncloa: José Enrique Serrano, Elena Salgado y el experto en análisis electorales Ignacio Varela.

OORBYT.es

>Análisis de Roberto Benito

ROBERTO BENITO / Madrid

27/06/2011

Se han reducido ya 6.000 soldados en tres años

La crisis ha provocado el descenso de los efectivos de la tropa y marinería
Las Fuerzas Armadas ya han sufrido un severo ajuste en los últimos años, a consecuencia de los recortes impuestos por el Gobierno en todos los ministerios. El descenso del presupuesto ha afectado a todas las áreas, paralizando por ejemplo la mayoría de los planes de renovación de armamento y material, y ha terminado plasmándose también en una reducción de efectivos.

Hasta 2010, el número de miembros de las Fuerzas Armadas se había mantenido estable, por encima de los 130.000 efectivos. A partir de ese año, sin embargo, el número ha comenzado a bajar y lo seguirá haciendo al menos hasta 2013.

La Ley de la Carrera Militar -aprobada en noviembre de 2007, cuando aún no se sufrían los rigores de la crisis económica- establece que las Fuerzas Armadas deben tener entre 130.000 y 140.000 efectivos. De ellos, un máximo de 50.000 son cuadros de mando (oficiales y suboficiales) y el resto, tropa y marinería.

Estos números ya supusieron en su día una reducción del tamaño de los ejércitos, que hasta ese momento había sido de 168.000 efectivos. El modelo aprobado suponía mantener un número estable de oficiales y suboficiales y ampliar o disminuir el volumen total del Ejército a través de la tropa y la marinería.

En 2007, la tendencia era desde luego al alza, después de unos años en los que había habido muchos problemas de reclutamiento. Todavía en 2010, cuando hacía ya tiempo que la crisis se había instalado dramáticamente en España, el Ministerio de Defensa era optimista y mantenía una plantilla máxima de 86.000 soldados y marineros.

En los presupuestos que se elaboraron en otoño de ese año las cosas cambiaron drásticamente. La reducción de los gastos en personal implicaba rebajar efectivos y la manera más rápida y sencilla de hacerlo era recortar la tropa y la marinería.

Los soldados y marineros firman un contrato inicial de dos o tres años, que en principio se puede renovar sin problemas hasta un máximo de seis años. Pasado ese tiempo, la mayoría abandona las Fuerzas Armadas, salvo los que firman un compromiso de larga duración.

Para reducir el número de efectivos bastaba limitar la convocatoria de nuevas plazas, no renovar contratos o reducir al mínimo los compromisos de larga duración. Así se ha hecho en este 2011 y así se hará en 2012 y en 2013.

Frente a los 86.000 soldados y marineros que había en 2010, el objetivo para este año es que no sean más de 83.000. En 2012 el techo será de 81.000 y en 2013, de 80.000. En total, 6.000 soldados menos que ahora. Para entonces, las Fuerzas Armadas estarán en su límite legal de 130.000 efectivos, e incluso por debajo, ya que es improbable que el número de mandos alcance los 50.000.

Para acometer una reducción como la que estudia proponer Rubalcaba, no sólo habría que modificar la ley, sino que habría que cambiar el propio modelo de Fuerzas Armadas. Debería disminuirse el número de mandos, con lo que los accesos a las academias militares se reducirían muchísimo. Y, aun así, la disminución sería lenta, ya que habría que esperar a que los actuales oficiales y suboficiales se jubilaran, a no ser que se opte por despidos en masa.

La otra opción es seguir prescindiendo de tropa y marinería, pero aquí también hay límites. Los soldados y marineros son la base de las misiones internacionales, por lo que una reducción a gran escala de su número obligaría a España a replantearse su papel en la escena internacional. Y, dentro de nuestras fronteras, probablemente habría que eliminar unidades y acuartelamientos, por no hablar de la UME, el símbolo de la concepción de las Fuerzas Armadas del zapaterismo, en la que actualmente hay 3.500 efectivos.

1 comentario:

  1. Bueno, pues a lo tonto ya llevamos casi 100 soldados españoles muertos en acción de guerra, no en acción tipo ong, verdad ministra??. Haber los del no a la guerra y los titiriteros si tienen dignidad, y salen a la calle, no cuando a ellos les interesa.

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