QUICO ALSEDO / Madrid
18/05/2011 / El Mundo
Miles de personas, la mayoría jóvenes, volvieron a tomar ayer las calles de Madrid y otras ciudades de España como Barcelona, Palma, Valencia, Granada, Santiago, Vigo y Bilbao, en la continuación de las movilizaciones del pasado día 15 en protesta contra los políticos, el poder económico y los medios de comunicación.
Hasta 15.000 madrileños, según fuentes municipales, se congregaron en la Puerta del Sol para gritar lemas como «PSOE y PP misma mierda es» y «pedís austeridad desde vuestro Mercedes Clase A». La convocatoria, nacida en Twitter y Facebook, surgió por la mañana, como protesta después de que la Policía desalojara, la noche anterior, a decenas de jóvenes que permanecían delante de la sede del Gobierno regional. Durante todo el día se especuló con la posibilidad de un choque violento. Al final, la Delegación del Gobierno permitió la concentración.
Así, a las 20.00 horas Sol se llenó de jóvenes cabreados, pero también mayores que coreaban consignas como «manos arriba, esto es un atraco», y que lanzaban pitadas a la clase política y mensajes como «lo llaman democracia y no lo es».
No faltó Willy Toledo y tampoco los portavoces de Democracia Real Ya, quienes, como pudo comprobar este diario, se quedaron de una pieza cuando llegaron a la plaza y comprobaron alucinados que estaba llena: «Dios, la que hemos armado», dijo Pablo Gallego, estudiante.
Además, reían sobre el rumor acerca de la posibilidad de que el movimiento fuera un montaje de UPyD. «Es increíble, los medios tradicionales no se enteran de nada», dijo Gallego. No hubo ni un símbolo de partido o asociación en la protesta, muy pacífica «aunque ya verás como al final llegan los piojosos a reventarlo todo», decía Vladimir, uno de los manifestantes. Vigilaban la escena 12 lecheras de la Policía.
Al cierre de esta edición se había decidido repetir la acampada desmantelada la noche anterior y unos 3.000 manifestantes se preparaban para pasar la noche en Sol, al igual que en la plaza de Catalunya de Barcelona. En un ambiente festivo, se colocaron carpas y se organizaron comisiones de todo tipo para hacer una acampada prolongada. Mientras, algunos ideaban consignas -la que más éxito tuvo fue «no hay pan para tanto chorizo»- y los responsables pedían a los presentes que no se propasaran con el alcohol, porque no estaban en «un botellón».
Fuentes municipales informaron de que la Policía no tenía previsto desalojar a los acampados, por el peligro que podía suponer debido al elevado número de manifestantes y por ser su actitud pacífica en todo momento.
El movimiento ya había logrado congregar a unas 150 personas por la mañana frente a los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid, donde permanecían detenidos 16 manifestantes tras los disturbios del pasado domingo, informa Carla Pina.
Esto es lo que hace tiempo decía yo que había que hacer, una revelión cívica. Tanta hartura de todo, era de esperar que más tarde o temprano ocurriría. Esperemos que haya sido expontánea y no teledirigida por los de siempre.
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