CHEMA RODRÍGUEZ / Sevilla / El Mundo
La excarcelación de este histórico de ETA se produce a raíz de que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional haya asumido el recurso de su defensa para que se le aplicase la doctrina del doble cómputo de la prisión preventiva, establecida por el Tribunal Constitucional en una sentencia dictada en 2008.
De lo repentino e inesperado de la decisión adoptada ayer por la Audiencia Nacional da idea el hecho de que nadie esperara a Troitiño a las puertas de la prisión onubense. A diferencia de su compañero José Manuel Sagarduy, recibido en la puerta de la prisión de Jaén ayer por un nutrido grupo de familiares y simpatizantes de la izquierda abertzale, Troitiño abandonó solo el penal en un taxi después de realizar una llamada telefónica desde el control de accesos. Según fuentes penitenciarias consultadas por EL MUNDO, ni el propio etarra esperaba ayer el fax que ordenaba su puesta en libertad.
Las fuentes penitenciarias consultadas explicaron que la excarcelación de Antón Troitiño Arranz estaba prevista, en un principio, para el año 2017, cuando se cumplían los 30 años de cumplimiento que, como máximo, fija la legislación española. A esta fecha se había llegado tras aplicarle la conocida como doctrina Parot, que la nueva tesis, la del doble cómputo de la prisión preventiva, ha vuelto a corregir.
Según esta interpretación, hay que restar el tiempo que permanezca un recluso en prisión preventiva de cada una de las penas que esté cumpliendo por otros delitos, lo que, en el caso de Miguel Ángel le ha supuesto seis años menos de cárcel.
Aunque, en su momento, Antón Troitiño tuvo un peso destacado dentro de la banda etarra, en los últimos años, señalaron las citadas fuentes penitenciarias, ha perdido relevancia y no ha destacado entre el colectivo de presos de ETA. Fue, señalaron estas fuentes, un recluso «disciplinado pero discreto», que acataba las directrices de la organización, pero sin sobresalir.
Antón Troitiño nació el 26 de junio de 1957 en Palencia y fue captado para ETA en 1982 por un destacado dirigente de la banda, Eusebio Arzalluz Tapia.
Tras su paso, junto a su hermano Domingo, por el comando Aizkora y su huida a Francia, se incorporó al comando Madrid, uno de los más sanguinarios.
En su haber tiene la muerte de 22 personas hasta que fue detenido el 16 de enero de 1987 en un piso de la calle Río Ulloa de la capital junto a Cristina Arrizabalaga, María Teresa Rojo, Esteban Nieto, Inmaculada Noble y De Juana Chaos. Pertenece a una saga familiar fuertemente vinculada a ETA que inauguró su hermano, alias Txomin, condenado por el atentado del Hipercor de Barcelona, entre otras acciones violentas, y que siguió el hijo de este último, Jon Josu, que estuvo detrás de la colocación de varios artefactos explosivos en hoteles de Benidorm y Alicante en 2003.
CARMEN REMÍREZ DE GANUZA / Madrid
Acebes pide impugnar Bildu, y Rajoy calla
Mariano Rajoy adoptó el papel de convidado de piedra en un acto que reunió a los tres ex ministros del Interior del PP -Ángel Acebes, Jaime Mayor y él mismo-, y al propio ex presidente José María Aznar, quien se sentó entre el público. Un público, por cierto, nutrido de representantes de las víctimas, como Ángeles Pedraza, quien se las tuvo tiesas hace sólo tres días con Rajoy por no haber asistido a la manifestación.
Aznar se había despachado en el prólogo del libro agradeciendo a Iturgaiz su resistencia a la banda, precisamente «en estos días de bonanza para la literatura, dirigida a dividir a los españoles, cuando ignorar cinco décadas de asesinatos, sufrimiento y destrucción se quiere presentar como una prueba de que los mismos que cumplían las órdenes de ETA 'socializando el sufrimiento' se han transformado en fiables demócratas».
Pero fue Acebes quien verdaderamente se despachó, al reprochar al Gobierno de Zapatero su decisión -adelantada ayer por este diario- de no impugnar la coalición Bildu. El que fuera ministro inspirador de la Ley de Partidos citó el artículo 12.1.b del citado texto para sentenciar que «si Batasuna, un partido ilegal, hace una coalición con otro partido político legal, esa coalición es fraudulenta y manifiestamente ilegal».
«No se puede renunciar a impugnar una coalición ilegal porque eso es lo que dice la ley y es lo que exige la razón democrática, la memoria de las víctimas y la causa de la libertad», solemnizó.
El artículo citado por Acebes no contempla de manera expresa el supuesto de una coalición, pero sí la «utilización fraudulenta» de «otro partido ya inscrito en el Registro».
Contra todo pronóstico, Mayor no abundó en esta idea ni en su conocida tesis sobre la negociación del Gobierno con ETA, sino que se concentró en elogiar a Iturgaiz. Como era de esperar, sin embargo, Rajoy tampoco contestó al emplazamiento de Acebes. Instalado en el apoyo a la política antiterrorista del Ejecutivo, se limitó a protestar por su «mentira» sobre que el PP negoció con ETA, a reprocharle que él sí, y a advertirle de que no vuelva al «error».
OORBYT.es
>Vea hoy el análisis de Carmen Remírez de Ganuza.
TESTIGO DIRECTO
FERNANDO LÁZARO / Jaén
Asesinato + asesinato= «¡gudari!»
Pasaban las 7.30 horas de la mañana cuando al centro penitenciario de la localidad andaluza llegó un autobús con un grupo de radicales. La Guardia Civil barajaba la llegada de cuatro más. Ikurriñas y pancartas en las que se pedía la libertad de los presos etarras acompañaban al séquito de bienvenida de José María Sagarduy, el terrorista que más años llevaba en prisión. Ayer salió tras cumplir 31 años por, entre otros delitos, los asesinatos de Juan Cruz Hurtado Fernández y José María Arrizabalaga Arcocha.
Sin tener ni un gesto de arrepentimiento, sin haber roto jamás las instrucciones de ETA, Gatza salió a las 9.05 horas de la cárcel de Jaén II. En ese instante, los abertzales comenzaron a corear su nombre de guerra al grito de «¡gudari!», «¡gudari!» [soldado], mientras ondeaban las ikurriñas y las pancartas. La decisión de Grande-Marlaska fue ignorada por los radicales. La Guardia Civil tampoco hizo intención de actuar.
Gatza, despistado, no sabía si dirigirse primero a los que le homenajeaban o a su familia, que estaba separada de este grupo. Pero se dirigió, puño izquierdo en alto, a los que coreaban «¡gudari!». Se acercó a este grupo, que se encontraba en una zona de olivares cercana a la cárcel y acto seguido se fue a abrazar a sus familiares. Primero a su hija y luego a su mujer. Junto a ellos, la abogada abertzale y presunta integrante de ETA Arantza Zulueta, que se convirtió en la maestra de ceremonias.
Rápidamente se dirigió al asesino, le cogió del brazo y se lo llevó al vehículo que le esperaba, un Ford Mondeo gris, en el que abandonó el recinto penitenciario en dirección al País Vasco. Durante los escasos 20 metros que tuvo que recorrer por los exteriores de la cárcel, el asesino fue arropado por gritos de exaltación del movimiento etarra. De hecho, los congregados corearon consignas en favor de los presos de la banda.
Mientras, una veintena de víctimas de ETA, convocadas por Voces Contra el Terrorismo, protestaba sonoramente contra la excarcelación y pedía la cadena perpetua para los asesinos. Liderados por Francisco José Alcaraz, llevaban ante la cárcel desde antes de que llegaran los radicales. Allí se dieron cita varias víctimas de atentados tan sangrientos y distintos como el de la plaza de la República Dominicana (Madrid) o el del 11-M. Junto a ellos, Pilar Díaz, hija de un policía nacional asesinado por ETA en 1985.
Los simpatizantes de los terroristas estuvieron junto a la puerta de entrada de la cárcel. Las víctimas tuvieron que acoplarse al otro lado de la carretera, a bastantes metros de distancia de la puerta de entrada al recinto. Pese a ello, megáfono en mano, lograron que sus gritos no cayeran en el vacío.
Lo que sí había en la entrada al centro de Jaén era un importante despliegue policial. A veces no quedaba claro si era para controlar a los simpatizantes de ETA o para vigilar a las víctimas. De hecho, alguno de los uniformados, con galones en el hombro, llegó a decir a las víctimas que trataran de no provocar con sus gritos a los radicales allí concentrados, petición que generó sorpresa e indignación entre los asistentes Otros, por el contrario, sin galones, lamentaron en voz baja que el autobús de los radicales no tuviera un mal viaje.
Cerca de un centenar de agentes de la Guardia Civil (más de la mitad llegados desde Madrid) controlaron en todo momento que no se produjeran incidentes. Y es que hace un año, en otro homenaje montado por la izquierda abertzale, el dispositivo de seguridad se vio desbordado ante la llegada masiva de radicales. Aquel día, los incidentes con víctimas y periodistas se multiplicaron. Ayer era una balsa de aceite en una tierra que de ese producto sabe mucho.
Los proetarras tuvieron oportunidad de reunirse con el asesino ya en carretera, lejos de los focos de la prensa no afín, cuando abrazaron y celebraron la salida de Gatza, concretamente en el kilómetro 220 de la Nacional IV. Allí se detuvo Arantza Zulueta con el asesino, esperando la llegada del autobús de los simpatizantes de ETA.
Madrid / París
Un etarra reconoce que secuestró a un empresario
Así lo reconoció en el juicio celebrado ayer ante la Sala de lo Penal de este tribunal, donde el fiscal Daniel Campos pidió 78 años y nueve meses de cárcel para el acusado, que declaró que llevaba una metralleta cuando salió de la cueva en la que estaba escondida la víctima, pero que no disparó.
El fiscal sostiene que Garate Galarza secuestró al empresario el 15 de octubre de 1986 junto con los otros miembros del comando Araba de ETA Juan María Gabirondo Agote, alias Chispas, y Francisco Antonio Cabello Pérez, Patxi, ya condenados por estos hechos.
En la vista oral, Gabirondo y Cabello, que declararon como testigos, también reconocieron haber participado en el secuestro aunque, como el acusado, negaron haber disparado contra los agentes.
Un ertzaina, que se encontraba fuera de servicio paseando por el monte Eguzki-Ola el 1 de noviembre, relató que alertó a sus superiores al descubrir que la entrada de la cueva Zubizabal había sido disimulada con «espino seco» y que había una «piedra triangular» que encajaba con un agujero en la zona donde debía estar la entrada.
ETA se reconstituye
Por otra parte, la organización ETA «continúa con su actividad de reestructuración» y de «reconstitución de su aparato militar» en Francia, según declaró ayer a Efe el responsable de la coordinación de la lucha antiterrorista gala, Loïc Garnier.
«Actualmente consideramos que ETA continúa en territorio francés con su actividad de reestructuración, continúa con la reconstitución de su aparato militar», afirmó el comisario Garnier, jefe de la Unidad de Coordinación de Lucha Antiterrorista (Uclat).
Entre los gudaris de mierda (con perdón), y los que miran para otro lado, vaya cobarde de país.
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