El etarra Mikel Ibáñez, que se encontraba en libertad condicional decretada por la Audiencia Nacional desde el pasado mes de enero por motivos de salud, fue encontrado muerto ayer jueves por su hijo en su domicilio, debido a un cáncer que le fue diagnosticado en 2008, según ha informado el Movimiento pro Amnistía.
Mikel Ibáñez, condenado a 27 años de cárcel por un delito de colaboración necesaria para cometer en 1988 el asesinato del empresario Francisco Javier Zabaleta Azpitarte, estaba preso en el centro penitenciario de San Sebastián, y el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional dio el visto bueno a su puesta en libertad condicional el pasado enero, debido a su estado de salud, ya que sufría cáncer.
Pues que quieren que les diga, que lo celebro, este ya no estrenará la cárcel vip que les están haciendo en su tierra del alma.
ResponderEliminar