MIKEL SEGOVIA / Bilbao / El Mundo
En el caso de la Comunidad Foral, la vía que se plantea es una coalición integrada por EA y la plataforma Herritarron Garaia [La hora de los ciudadanos], a la que se sumarían personas independientes, ideológicamente cercanas a la izquierda abertzale pero que no habrían ocupado cargo ni responsabilidad detectables en ninguna de las 14 marcas que ha empleado a lo largo de su historia.
La fórmula permitiría a la ilegalizada Batasuna sortear el veto de los tribunales. El modelo navarro se presentará esta tarde en el frontón de la localidad de Estella. Un municipio con una marcada carga simbólica. En 1998 todas las formaciones nacionalistas suscribieron allí el Pacto de Lizarra, antesala de la tregua que poco después decretó ETA. La presentación del nuevo acuerdo tendrá lugar a las 17.30 horas bajo el lema Bagoaz. Elkarrekin Nafarroatik Euskal Herri osora [Vamos. Todos juntos, desde Navarra a toda Euskal Herria]. Algunas fuentes apuntan a que en el caso de Navarra la denominación pueda ser Bagoaz en lugar de Bildu.
En Euskadi su participación en las elecciones se haría por una vía similar. En este caso, la coalición la integrarían EA, Alternatiba (escisión de EB) y Araba Bai (escisión de Aralar) y a ella se sumarían como independientes candidatos designados por la izquierda abertzale.
Esta fórmula complicaría sobremanera poder actuar para impedir que la izquierda abertzale pudiera estar presente en las próximas elecciones. La incorporación de independientes no requeriría recurrir a ningún tipo de registro al no tratarse de partidos y, en caso de atentado de ETA, no estarían obligados a condenar a la banda porque no podría acreditarse su vínculo con ninguna formación ilegalizada. Además, estarían respaldados por formaciones perfectamente legales, como EA o Alternatiba. Todo ello exigiría tener que demostrar de modo fehaciente la contaminación de los integrantes de cada una de las listas para poder anularlas.
En el caso del País Vasco, no se descarta que además de Bildu haya otro plan B. Las divergencias internas que el acercamiento con la izquierda abertzale han provocado en algunos municipios de EA, han hecho que Batasuna haya preparado plataformas específicas para algunos municipios vascos.
La próxima semana las asambleas de Alternatiba y de EA deberán dar luz verde definitiva -la decisión de usar esta salida fue adoptada por Batasuna al día siguiente de la presentación de Sortu- a la coalición en el País Vasco y está previsto que sea presentada el 9 de abril en el Kursaal de San Sebastián.
Esta segunda opción no cierra sin embargo la de Sortu, vía principal por la que seguirá apostando la izquierda abertzale. Pese a que la nueva marca inicialmente ha sido prohibida por el Tribunal Supremo, todo apunta a que sus promotores recurrirán la decisión ante el Constitucional. Un paso en el que los plazos jugarán un papel esencial.
Parece complicado que el Alto Tribunal pueda resolver una cuestión como ésta antes de las elecciones, porque no se trata de un contencioso electoral en el que los plazos determinados por la Ley de Partidos son muy reducidos sino que se aborda un asunto de inscripción en el Ministerio del Interior. El Constitucional dispone de tres meses para resolver un posible recurso de amparo y en casos anteriores ha agotado prácticamente el plazo. Aunque también podría considerar que la naturaleza de este asunto merece una decisión más rápida.
Ya han dado el siguiente paso los batusis. Ahora a colarse en las elecciones, dando en el morro al gobierno, aunque este, ya lo sabía lo que iba a pasar, por eso les han seguido el juego.
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