viernes, 10 de diciembre de 2010

El testimonio de un etarra, clave para absolver a Otegi por Anoeta


MANUEL MARRACO / Madrid/El Mundo


Zapatero embustero


La declaración del miembro del comando Donosti Sergio Lezcano ha sido uno de los datos clave para absolver a Arnaldo Otegi, Joseba Permach y Joseba Álvarez del delito de enaltecimiento que se les atribuía por el acto de Anoeta.Sigue en página 16

No todos los servicios del etarra Sergio Lezcano a Arnaldo Otegi han sido tan nimios como el de sujetarle el paraguas en un modesto mitin de Oyarzun (Guipúzcoa), tal y como reflejaba una foto difundida tras su arresto. Ante el tribunal que juzgaba al líder de Batasuna por enaltecimiento del terrorismo, el miembro del comandoDonosti desvió hacia una empresa de eventos la responsabilidad de organizar el acto de Anoeta, en un testimonio profusamente volcado en la sentencia.

Aunque ésta no menciona ninguna de las dos circunstancias, Lezcano fue, después de terrorista del Donosti, responsable de propaganda de Batasuna, subordinado por tanto a quienes le citaron como testigo.

Las palabras del etarra, que llegó y se marchó esposado de la sala de vistas, son el elemento de descargo más relevante de los recogidos en la sentencia, y la única testifical que la Sección Segunda considera valiosa. Pero, incluso prescindiendo de la declaración de Lezcano, el tribunal considera que no se ha probado la responsabilidad de Otegi, Permach y Álvarez en la organización del acto.

La fiscal de la Audiencia Nacional Teresa Sandoval reclamaba año y medio de cárcel para los tres acusados, una cifra que el abogado del Foro Ermua, Fernando García-Capelo, elevaba a dos años, el máximo legal. La decisión, que es recurrible ante el Tribunal Supremo, ha sido adoptada por los magistrados Fernando García Nicolás (presidente), Julio de Diego (ponente) y Ángel Luis Hurtado.

La clave para la absolución o condena residía en poder atribuir a los acusados la difusión del vídeo con el que se abrió el acto, que incluía imágenes de 14 etarras -recibidas con vivas a la banda-, así como el reparto posterior de un zutabe, el boletín interno de ETA. Y esa responsabilidad es la que el tribunal no considera suficientemente acreditada. «La Sala, examinando el acervo incriminatorio, en contra de lo planteado por las acusaciones, no puede llegar a la conclusión de que los elementos probatorios aportados sean tan fuertemente indicativos y verdaderamente determinantes que incontestablemente prueben que los acusados intervinieron en el montaje e infraestructura que acompañó a la proyección de las imágenes exhibidas y posterior reparto de zutabe», afirma la sentencia para cerrar el apartado de hechos probados.

El tribunal sí reconoce que en el juicio se practicó prueba de cargo contra los tres, pero no la suficiente como para desechar las explicaciones alternativas que ellos mismos ofrecieron. Básicamente, que estaban a otras cosas y no a la preparación concreta del acto. En el caso de Otegi, afirmó que los días previos los había pasado enfrascado en la preparación de su discurso.

El mitin de Anoeta, celebrado el 14 de noviembre de 2004 en San Sebastián, era el acto clave en el que la formación ilegal presentaba su propuesta de paz, pese a lo cual los magistrados dudan incluso de que Batasuna tuviera responsabilidad más allá de la mera convocatoria: «[...] Ni mucho menos queda acreditado que los acusados tuvieran un control sobre el desarrollo del acto tal como fuese planificado por ésta [Batasuna], si es que ésta lo planificó realmente de hecho». En cualquier caso, los magistrados recuerdan que la mera condición de dirigentes de Batasuna no permite atribuir a los acusados la responsabilidad penal por todo lo sucedido en el acto.

Las dudas del tribunal sobre los preparativos del acto convergen con las palabras de Lezcano, que los magistrados consideran «un contraindicio» que pone en duda la versión de las acusaciones. El etarra, condenado a nueve años como miembro de la banda, explicó que él era un autónomo contratado por la empresa que montó el acto. Y habló de un tal Mañel y un tal Asier como responsables de «diseñar» el guión del acto. Añadió -en palabras de la Sala- que «en el diseño del acto entraba la realización de un vídeo y cree que lo hizo Asier» y que «los acusados desconocían el desarrollo y contenido, lo sabía el que tenía la escaleta, interviniendo cuando les avisan, siendo los organizadores los que más o menos marcaban el ritmo del acto».

En varios puntos de la sentencia, el tribunal parece tener dudas sobre que la propia emisión del vídeo fuera realmente delito, puesto que insiste en que todos los etarras que aparecían habían fallecido antes de la Ley de Amnistía. Ya el tribunal que condenó a Otegi por enaltecer a Argala tuvo que sortear ese obstáculo, recordando que el ex jefe etarra siguió actuando como tal después de la amnistía.

Descartado el valor de todas las testificales al margen de la de Lezcano, la «base exclusiva de la acusación», según el tribunal, eran los informes de inteligencia elaborados por la Guardia Civil, que consideraban imposible que los tres dirigente batasunos no conocieran previamente la emisión del vídeo. Una aseveración, dice la Sala, «que sostienen pero que no explican lo suficiente, ni tampoco aportan qué dato externo permite llegar a mantener tal acusación». Por contra, lo que contienen los informes son «meras deducciones de sus autores», tras asistir al acto o analizar las grabaciones. Es decir, una actividad de análisis «que compete en exclusiva al tribunal». Y el tribunal mantiene que «no existe ningún dato objetivo que vincule a los acusados con el diseño del acto en cuestión».

La sentencia, que describe media docena de veces el mitin de Anoeta como «acto político», concluye diciendo que el discurso, también «político», de Otegi no contenía acciones o palabras de enaltecimiento de ETA. Y parafraseando al dirigente abertzale, añade que «en el mismo se trata[ba] de la conveniencia y la necesidad de un proceso de diálogo y negociación para la resolución del conflicto de manera pacífica y democrática».

1 comentario:

  1. Se pongan como se pongan, estamos ante un proceso de legalización y de negociación, por lo tanto auguro que tendremos de nuevo a los batasunos en las elecciones. Más claro el agua.

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