León en «la era Zapatero»

Inaugura el aeropuerto de su ciudad, con capacidad para un millón de pasajeros al año

Se diría que desde los lejanos tiempos del rey Ordoño la ciudad no vivía semejante esplendor. «La era de José Luis Rodríguez Zapatero está siendo la era de la modernización de León». Con esa pompa de moderno héroe local presentó ayer el ministro de Fomento, Pepiño Blanco, al presidente del Gobierno durante la inauguración de la flamante terminal del aeropuerto de la ciudad. El Ejecutivo socialista ha invertido 80 millones de euros en seis años para reconvertir el antiguo aeródromo. Ahora sólo falta que alguien se decida a ir en avión hasta ahí.

Porque la nueva terminal tiene capacidad para asumir un tráfico de un millón de pasajeros al año, como si León fuese un destino turístico de sol y playa de primer nivel. «Nos adelantamos al futuro», afirmó Zapatero. Y tanto: en 2009, a la capital del románico y del río Bernesga viajaron en avión menos de 100.000 personas.

Para alentar este enorme desafío, Blanco anunció una bajada de tasas de hasta un 22%, lo que previsiblemente repercutirá en los precios y permitirá dar vida a la magnífica (y vacía) instalación.

En un tono exultante, Zapatero no sólo dibujó un futuro de progreso y modernidad para su tierra de acogida: «Llegamos a tiempo para adelantarnos al futuro y abrir las puertas del progreso y la modernidad. Esto ocurre en León y en toda España. No hay en Europa ni una provincia ni una ciudad del tamaño de León que tenga un aeropuerto de estas características. Somos el país con más vías de alta capacidad y el país con más kilómetros de AVE del mundo».

Las inversiones en la ciudad del presidente se completarán con el futuro Palacio de Congresos (80 millones) o la reforma del Hostal de San Marcos, sede del Parador Nacional, con categoría cinco estrellas gran lujo (40 millones). Pronto llegará el primer tramo de la autovía con Valladolid y el esperadísimo AVE, previsto ahora para 2012.

La presentación en sociedad del nuevo aeropuerto también fue la excusa propicia para una nueva secuela del duelo de inversiones entre el Gobierno central y la Junta de Castilla y León. Zapatero se enfrentó al consejero de Fomento, Antonio Silván, al que espetó un «las cosas claras y los números no se pueden discutir» y sacó pecho por los, según dijo, más de 2.000 millones de euros que su Ejecutivo ha invertido en infraestructuras en esa comunidad autónoma.

En una réplica posterior a la prensa, el consejero de la Junta de Castilla y León evitó entrar en una guerra de cifras, pero sí matizó «que el nivel de compromisos, ni en inversiones ni en plazos ni en previsiones, coincide con la realidad».