10:28 (24-10-2010)
El lunes se desconvocó a última hora un encuentro con ellas en la sede de Lokarri. La Fundación Fernando Buesa y la asociación Zaitu tenían previsto acudir a la cita.
El mediador sudafricano de parte, Brian Currin, abandonó esta semana el País Vasco sin cerrar la ronda de contactos políticos y sociales que tenía prevista desde el primer momento. Al final, además de llevarse el plantón público del presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, a última hora también tuvo que cancelar la cita que había concertado con algunas víctimas del terrorismo en Bilbao, tal y como publicó El Diario Vasco.
En principio, el encuentro se desconvocó porque, según trasladaron desde Lokarri a los afectados, al mediador le surgió un asunto personal en Sudáfrica y tuvo que marcharse. Según la fuentes consultadas por LA GACETA, Currin no ceja en su empeño y sigue queriendo verse con víctimas del terrorismo en su próximo regreso al País Vasco. Sin embargo, si al final lo consigue, será con una más que reducida delegación de las mismas, con escasa representatividad: la Fundación Buesa y la asociación Zaitu de amenazados, perseguidos y exiliados por ETA.
Además, según fuentes que preveían asistir al encuentro, su intención no era otra que aceptar la invitación de Currin “para ver si nos enterábamos de algo nuevo de los malos” y, sobre todo, “dejarle claro, también mediante un escrito, que no nos tome el pelo, que su trabajo es una burla, y que aquí no existe ni un sólo conflicto con dos bandos enfrentados como pretenden hacer ver, sino que en un lado se encuentra el Estado de derecho y en otro un grupo de criminales terroristas”.
Estas fuentes expresan a LA GACETA su alivio después de recibir la llamada de Lokarri desconvocando la reunión: “Nos hemos ahorrado un calentón”, reconocen, aunque siguen dispuestas a verse con Currin bajo las mismas premisas.
Desde el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, Covite –asociación abrumadormente mayoritaria de víctimas en el País Vasco–, trasladan a LA GACETA que ellas en ningún momento fueron citadas por Currin directa o indirectamente. “Lokarri no nos llamó en ningún momento, tal vez porque saben perfectamente cuál sería nuestra respuesta”, destacan fuentes de la asociación, quienes subrayan que ni han pensado ni piensan reunirse con este autodenominado mediador, entre otras muchas cosas, porque entienden que, inevitablemente, supondría legitimarle.
Lokarri, en cuya sede de Bilbao estaba previsto celebrar el encuentro, es la continuación y desarrollo de la organización Elkarri. Se autodenomina como “red ciudadana por el acuerdo, la consulta y la reconciliación”, y en su día, entonces como Elkarri, fue uno de los firmantes del Pacto de Estella. Apoyan la Declaración de Bruselas que avala la tesis de un presunto conflicto entre dos bandos que necesita de una pacificación, y abogan por la legalización de Batasuna-ETA, pese a oponerse a cualquier tipo de violencia.
Con el PNV en el Gobierno Vasco recibieron cuantiosas subvenciones, que, como ellos mismos han denunciado, tras el “cambio” en el País Vasco y la llegada de Patxi López a la Lehendakaritza, se han visto reducidas en más de un 80%.
Por otro lado, también fue Lokarri la mediadora entre Currin y Basagoiti. El primero trató de cerrar un encuentro con el dirigente popular, quien respondió por escrito al sudafricano recriminándole ser un “mercenario del proceso” que pretende la banda terrorista. Entre otros asuntos, Basagoiti le reprochó que tenga “el dudoso honor de lucrarse con el dolor de los demás, además de pretender que el Estado de derecho ceda ante el chantaje de una banda de asesinos”. Por ello, le recomendó que busque un “conflicto verdadero” donde le “paguen bien”.
Pues menudo pájaro, la pasta gansa y cruda que se llevará.
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