La activista se cuela en la Eurocámara

JAQUE A LA DIPLOMACIA ESPAÑOLA / Un conflicto internacional
La activista se cuela en la Eurocámara

Bruselas debatirá sobre el comportamiento de España y condenará a Marruecos

MARÍA RAMÍREZ. CORRESPONSAL

Bruselas

El Parlamento Europeo acusará esta tarde a Marruecos de una «violación flagrante del Derecho Internacional» por la expulsión de Aminatu Haidar de su país, según una declaración que recibirá apoyo mayoritario en el Hemiciclo, que también debatirá el comportamiento del Gobierno español en este caso.

Según la resolución acordada ayer por los grandes grupos, la Eurocámara pide a Marruecos que permita «sin dilación» el retorno al Sáhara Occidental de la activista y exige «la preservación de su integridad física» para que se reúna con su familia en El Aaiún. La única mención a España, en principio, subraya que Haidar fue trasladada a Canarias «en contra de su voluntad» y pide al Gobierno que «continúe prestándole la asistencia y cuantas medidas sean necesarias» para que consiga «recuperar sus derechos legítimos».

El Partido Popular Europeo, el que tiene más escaños en la fragmentada Eurocámara, ha propuesto algunas enmiendas extra, críticas con el Gobierno español, en particular por el intento fallido del Ministerio de Exteriores de Miguel Ángel Moratinos de repatriar a Haidar el 4 de diciembre en un avión español sin la autorización clara de Marruecos. Según el añadido, el Parlamento «lamenta profundamente» que «con signos evidentes de deterioro en su salud y su estado físico, [Haidar] haya sido embarcada en una operación frustrada de expatriación organizada caóticamente por el Gobierno español, desembarcada de nuevo y reenviada a la terminal del aeropuerto, donde sigue con su huelga de hambre». Otra enmienda también considera a las autoridades españolas «corresponsables morales en la resolución del conflicto», por haber «obligado» a la activista «a entrar en territorio español contra su voluntad y de manera ilegal».

Fuentes populares mostraron su confianza en que alguna de estas enmiendas prosperará. La decisión la tomarán, como suele suceder un jueves por la tarde en el Parlamento Europeo, los escaños vacíos. Los socialistas europeos (no españoles) no suelen batir récord de asistencia en esta última sesión, lo que podría ayudar a los conservadores y a otros bloques que presentan enmiendas.

Los Verdes, con otros grupos a la izquierda del Partido Socialista Europeo, quieren pedir a la Comisión y el Consejo de la UE que «paralicen» las negociaciones del estatuto privilegiado con Marruecos, un acuerdo político y comercial que se debería firmar en marzo en Granada, bajo la Presidencia de turno española de la Unión. El texto de la resolución pactado hasta ahora, más suave, sólo demanda más implicación de la UE en la cuestión, por ejemplo con la mediación clara y directa de la nueva Alta Representante de Política Exterior, Catherine Ashton, que controla, entre otras cosas, el presupuesto comunitario de las ayudas a Marruecos. Los eurodiputados reclaman a la británica, que hasta ahora se ha resistido incluso a hacer declaraciones, que «redoble los esfuerzos» en este caso y que despliegue regularmente misiones en Marruecos para controlar el respeto a los derechos humanos.