Quiere que el Parlamento vasco rechace la forma con que Bildu se refiere a los terroristas
El PP vasco convertirá su agria queja por el uso del término «presos políticos» referido a los miembros de ETA en un debate parlamentario en el que, de nuevo, EH Bildu tendrá que posicionarse después de haber sufrido en dos plenos consecutivos las críticas del resto de partidos de la Cámara vasca.
El parlamentario Borja Semper ha registrado una proposición no de ley en la que plantea que se declare «con total rotundidad que en España no existen presos políticos». El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, impulsor de esta iniciativa, pretende además conocer con detalle las estrategias del PNV y del PSE antes de decidir su participación en la ponencia de Paz y Convivencia que comenzará sus trabajos el próximo 11 de abril.
El PP vasco mantendrá la presión política sobre el grupo de EH Bildu que lidera Laura Mintegi y ha decidido transformar en una iniciativa parlamentaria la protesta que el pasado día 14 de marzo trasladaron a la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejería, tanto la portavoz popular, Arantza Quiroga, como su compañero Nerea Llanos. Las dos parlamentarias del PP reclamaron la intervención de la presidenta de la Cámara por la utilización por los portavoces de EH Bildu Laura Mintegi y Julen Arzuaga del término «presos políticos» para referirse a los miembros de la banda encarcelados.
Semper plantea una escueta pero contundente proposición no de ley que justifica a partir de la defensa de los Derechos Fundamentales que se recogen en los 30 primeros artículos de la Constitución. «Aunque para la inmensa mayoría de la población vasca y el conjunto de la española resulta una obviedad, en nuestro país es imposible que alguien pueda ser encarcelado por defender una opción religiosa, ideológica o política», señala la iniciativa parlamentaria impulsada por el PP vasco.
El parlamentario guipuzcoano denuncia que «la autodenominada izquierda abertzale, en sus múltiples marcas, se empeña una y otra vez en denominar a los miembros detenidos, juzgados y encarcelados de la banda terrorista como 'presos políticos', pretendiendo justificar o restar gravedad con ello a cientos de asesinatos y crímenes».
El texto que será objeto de debate parlamentario también incide en que «tampoco podemos permitir que quienes, desde una soberbia intolerable, persigan blanquear la crueldad de ETA y que sus crímenes queden en parte redimidos». La iniciativa volverá a generar un tenso debate entre los portavoces del PP vasco y EH Bildu, aunque será la posición que adopten PNV y PSE la que determine el éxito de la propuesta.
El PP vasco pretende resaltar en la Cámara autonómica las contradicciones de una EH Bildu que contextualiza los crímenes de ETA como consecuencias de un «conflicto político».
LEYRE IGLESIAS BILBAO
27/03/2013 ESPAÑA
El parlamentario Borja Semper ha registrado una proposición no de ley en la que plantea que se declare «con total rotundidad que en España no existen presos políticos». El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, impulsor de esta iniciativa, pretende además conocer con detalle las estrategias del PNV y del PSE antes de decidir su participación en la ponencia de Paz y Convivencia que comenzará sus trabajos el próximo 11 de abril.
El PP vasco mantendrá la presión política sobre el grupo de EH Bildu que lidera Laura Mintegi y ha decidido transformar en una iniciativa parlamentaria la protesta que el pasado día 14 de marzo trasladaron a la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejería, tanto la portavoz popular, Arantza Quiroga, como su compañero Nerea Llanos. Las dos parlamentarias del PP reclamaron la intervención de la presidenta de la Cámara por la utilización por los portavoces de EH Bildu Laura Mintegi y Julen Arzuaga del término «presos políticos» para referirse a los miembros de la banda encarcelados.
Semper plantea una escueta pero contundente proposición no de ley que justifica a partir de la defensa de los Derechos Fundamentales que se recogen en los 30 primeros artículos de la Constitución. «Aunque para la inmensa mayoría de la población vasca y el conjunto de la española resulta una obviedad, en nuestro país es imposible que alguien pueda ser encarcelado por defender una opción religiosa, ideológica o política», señala la iniciativa parlamentaria impulsada por el PP vasco.
El parlamentario guipuzcoano denuncia que «la autodenominada izquierda abertzale, en sus múltiples marcas, se empeña una y otra vez en denominar a los miembros detenidos, juzgados y encarcelados de la banda terrorista como 'presos políticos', pretendiendo justificar o restar gravedad con ello a cientos de asesinatos y crímenes».
El texto que será objeto de debate parlamentario también incide en que «tampoco podemos permitir que quienes, desde una soberbia intolerable, persigan blanquear la crueldad de ETA y que sus crímenes queden en parte redimidos». La iniciativa volverá a generar un tenso debate entre los portavoces del PP vasco y EH Bildu, aunque será la posición que adopten PNV y PSE la que determine el éxito de la propuesta.
El PP vasco pretende resaltar en la Cámara autonómica las contradicciones de una EH Bildu que contextualiza los crímenes de ETA como consecuencias de un «conflicto político».
Urkullu pide a la banda que «termine lo que empezó»
El lehendakari Iñigo Urkullu acusó ayer a ETA de «poner en entredicho» a los verificadores internacionales -que ella misma auspició- al «negar cualquier posibilidad de desarme», le culpó de «perjudicar» a sus presos y le recriminó que adopte «un papel de víctima» cuando es la «principal responsable».
El dirigente criticó que la banda terrorista «pretenda erigirse en un agente que condiciona la vida en paz» de la ciudadanía, e insistió en que si el paso anunciado por ETA ha sido «unilateral», es ella quien «debe terminar lo que empezó».
El lehendakarino sabía que ETA iba a enviar un comunicado y aseguró en la entrevista de ETB2 grabada a las 17.00 horas que no esperaba «nada» de ETA, ningún gesto ni comunicado, con motivo del Aberri Eguna (día de la patria) que se celebra este fin de semana.
Cuando salía de la sede del ente supo la noticia y regresó al plató para que la televisión pública incluyera una nueva pregunta al respecto. Sus declaraciones fueron facilitadas a este diario por su equipo de comunicación, antes de que la entrevista íntegra se emitiera por la noche.
En la primera grabación, Urkullu también consideró «difícil» que la banda se disuelva cuando tiene a un importante colectivo de terroristas entre rejas. El lehendakari reclamó además la «modificación» de la política penitenciaria, como viene haciendo el PNV desde la década de los 80, dijo. Si esta área fuera competencia del Gobierno vasco -como prevé el Estatuto de Guernica-, su Ejecutivo traería a todos los reclusos a las cárceles de Euskadi, porque el alejamiento de los presos de ETA «no tiene sentido», como tampoco la legislación excepcional diseñada para ellos. El objetivo de su gabinete sería la «resocialización» de los penados.
ÁNGELES ESCRIVÁ MADRID
27/03/2013 ESPAÑA
El dirigente criticó que la banda terrorista «pretenda erigirse en un agente que condiciona la vida en paz» de la ciudadanía, e insistió en que si el paso anunciado por ETA ha sido «unilateral», es ella quien «debe terminar lo que empezó».
El lehendakarino sabía que ETA iba a enviar un comunicado y aseguró en la entrevista de ETB2 grabada a las 17.00 horas que no esperaba «nada» de ETA, ningún gesto ni comunicado, con motivo del Aberri Eguna (día de la patria) que se celebra este fin de semana.
Cuando salía de la sede del ente supo la noticia y regresó al plató para que la televisión pública incluyera una nueva pregunta al respecto. Sus declaraciones fueron facilitadas a este diario por su equipo de comunicación, antes de que la entrevista íntegra se emitiera por la noche.
En la primera grabación, Urkullu también consideró «difícil» que la banda se disuelva cuando tiene a un importante colectivo de terroristas entre rejas. El lehendakari reclamó además la «modificación» de la política penitenciaria, como viene haciendo el PNV desde la década de los 80, dijo. Si esta área fuera competencia del Gobierno vasco -como prevé el Estatuto de Guernica-, su Ejecutivo traería a todos los reclusos a las cárceles de Euskadi, porque el alejamiento de los presos de ETA «no tiene sentido», como tampoco la legislación excepcional diseñada para ellos. El objetivo de su gabinete sería la «resocialización» de los penados.
ETA alaba a sus miembros por evitar 'accidentes y enfrentamientos'
Advierte al Gobierno de las «consecuencias negativas» de no haber negociado en Oslo
Probablemente la frase más característica del comunicado que ETA hizo público ayer fue aquella en la que dice: «ETA quiere destacar la responsabilidad y el nivel de compromiso de todos sus miembros, decisiva para evitar accidentes y enfrentamientos ante la irresponsabilidad del Estado». La organización terrorista sintió la necesidad de advertir de que su salida de Oslo sin poder negociar con el Gobierno de Mariano Rajoy va a tener «consecuencias negativas» en general y de precisar, no obstante, que «seguirá trabajando para construir una decisión definitiva», es decir, que como viene diciendo desde el cese definitivo, no va a volver atentar, pero no pudo evitar deslizar una amenaza subrepticia.
Quiso dejar claro el mensaje de que si no está pasando nada -y en ese nada incluye también alguna eventual división interna- es gracias a ella, porque a cualquiera de sus miembros se le puede escapar un mal gesto (involuntario, naturalmente); puede haber un accidente si alguien tropieza con uno de sus arsenales o puede escaparse alguna bala en alguna detención.
El presidente del Gobierno, precisamente desde París, recordó ante Françoise Hollande -también interpelado por la banda- que todo eso se puede evitar si hace lo único que debe. Mariano Rajoy alegó que prefiere «pensar en positivo» y que «las consecuencias positivas para todos los españoles serán cuando ETA anuncie su disolución definitiva».
El comunicado, que se produce en una de las tradicionales fechas elegidas por los terroristas para sus comunicados -el Aberri Eguna-, trata de intensificar la presión sobre el Gobierno español para que negocie, trata de acusarle de haber incumplido sus compromisos, pretende inducir al PNV también a este hostigamiento y es emitido en plena campaña de presión sobre el Tribunal de Estrasburgo, que ha de decidir sobre la vigencia de la doctrina Parot, de cuya aplicación depende el destino de 60 presos. No en vano, la izquierda abertzale se adelantó antes de la última vista para advertir a Europa de que «el proceso de paz» estará en peligro si la doctrina no es eliminada.
ETA reconoce lo que publicó este periódico hace un año: que los dirigentes de la banda se encontraban en Oslo desde que Rajoy llegó al Gobierno, que han recibido a representantes políticos e internacionales, que se han quedado esperando al Ejecutivo para negociar la hoja de ruta pactada por Rodríguez Zapatero y presentada en la Declaración de Ayete y que se han tenido que ir.
ETA advierte de las «consecuencias negativas» que pueden generarse de la decisión de «deshacer el espacio de diálogo y de negociación». Dicen que así «se atrasa y dificulta la resolución del conflicto», que para ellos estará resuelto cuando negocie con el Gobierno sobre presos y huidos, desarme y desmilitarización, y se alcance un acuerdo político. Asegura que ha cumplido su parte del acuerdo. Lo que oculta es que, aunque responsabiliza al Gobierno, hasta los verificadores internacionales dieron por perdidas por intransigentes las posiciones de Josu Ternera, David Pla e Iratxe Sorzabal, a quienes ETA confirma en la interlocución. Los terroristas les recordaron, como ahora revelan, que ellos estaban allí sólo para constatar que no atentaban porque el asunto de darles las armas pertenecía a otra fase. Y los verificadores se fueron.
Una cosa no aclara: dice que ha sido constructiva «cuando el Gobierno ha pedido tiempo para la reflexión y cuando surgió la ocasión de una relación discreta y estable». No precisa a qué Gobierno se refiere
Probablemente la frase más característica del comunicado que ETA hizo público ayer fue aquella en la que dice: «ETA quiere destacar la responsabilidad y el nivel de compromiso de todos sus miembros, decisiva para evitar accidentes y enfrentamientos ante la irresponsabilidad del Estado». La organización terrorista sintió la necesidad de advertir de que su salida de Oslo sin poder negociar con el Gobierno de Mariano Rajoy va a tener «consecuencias negativas» en general y de precisar, no obstante, que «seguirá trabajando para construir una decisión definitiva», es decir, que como viene diciendo desde el cese definitivo, no va a volver atentar, pero no pudo evitar deslizar una amenaza subrepticia.
Quiso dejar claro el mensaje de que si no está pasando nada -y en ese nada incluye también alguna eventual división interna- es gracias a ella, porque a cualquiera de sus miembros se le puede escapar un mal gesto (involuntario, naturalmente); puede haber un accidente si alguien tropieza con uno de sus arsenales o puede escaparse alguna bala en alguna detención.
El presidente del Gobierno, precisamente desde París, recordó ante Françoise Hollande -también interpelado por la banda- que todo eso se puede evitar si hace lo único que debe. Mariano Rajoy alegó que prefiere «pensar en positivo» y que «las consecuencias positivas para todos los españoles serán cuando ETA anuncie su disolución definitiva».
El comunicado, que se produce en una de las tradicionales fechas elegidas por los terroristas para sus comunicados -el Aberri Eguna-, trata de intensificar la presión sobre el Gobierno español para que negocie, trata de acusarle de haber incumplido sus compromisos, pretende inducir al PNV también a este hostigamiento y es emitido en plena campaña de presión sobre el Tribunal de Estrasburgo, que ha de decidir sobre la vigencia de la doctrina Parot, de cuya aplicación depende el destino de 60 presos. No en vano, la izquierda abertzale se adelantó antes de la última vista para advertir a Europa de que «el proceso de paz» estará en peligro si la doctrina no es eliminada.
ETA reconoce lo que publicó este periódico hace un año: que los dirigentes de la banda se encontraban en Oslo desde que Rajoy llegó al Gobierno, que han recibido a representantes políticos e internacionales, que se han quedado esperando al Ejecutivo para negociar la hoja de ruta pactada por Rodríguez Zapatero y presentada en la Declaración de Ayete y que se han tenido que ir.
ETA advierte de las «consecuencias negativas» que pueden generarse de la decisión de «deshacer el espacio de diálogo y de negociación». Dicen que así «se atrasa y dificulta la resolución del conflicto», que para ellos estará resuelto cuando negocie con el Gobierno sobre presos y huidos, desarme y desmilitarización, y se alcance un acuerdo político. Asegura que ha cumplido su parte del acuerdo. Lo que oculta es que, aunque responsabiliza al Gobierno, hasta los verificadores internacionales dieron por perdidas por intransigentes las posiciones de Josu Ternera, David Pla e Iratxe Sorzabal, a quienes ETA confirma en la interlocución. Los terroristas les recordaron, como ahora revelan, que ellos estaban allí sólo para constatar que no atentaban porque el asunto de darles las armas pertenecía a otra fase. Y los verificadores se fueron.
Una cosa no aclara: dice que ha sido constructiva «cuando el Gobierno ha pedido tiempo para la reflexión y cuando surgió la ocasión de una relación discreta y estable». No precisa a qué Gobierno se refiere
Los del ppsoe no siguen mintiendo una y otra vez, de hecho hay está el comunicado de los asesinos, amenazando de nuevo con lo que mejor sabe hacer.
ResponderEliminarA estos del desgobierno, habría que darles duro y en la cabeza, para que espabilen y que sepan que los ciudadanos estamos más que hartos de sus mentiras, y de sus manipulaciones. Dicen que no están negociando y lo están, parece mentira este rajao a tragao sapos y ahora le toca escupirlos. Este pp no vale 1 euro, ya no es el pp del antiterrorismo, ahora es el del regocijo con los terroristas y el de la negociación como su amigo zetaparo.
España va bien.