Alerta digital
EIG.- Iñigo Urkullu, actual presidente del PNV, filtró con varias horas de antelación a algunas personas cercanas a la autodenominada “izquierda abertzale” que la cúpula de la banda terrorista ETA, que fue detenida el 20 de mayo de 2010, iba a ser desmantelada por la Policía francesa.
El actual máximo responsable del PNV, y posible candidato a lehendakari por este partido, sabía de la operación policial que se estaba diseñando gracias a la información que, con suficiente antelación, le había sido suministrada desde el Ministerio de la Presidencia del anterior ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
Según ha podido saber Euskadi Información Global de fuentes directamente conocedoras de lo sucedido, Iñigo Urkullu no se limitó a guardar para sí esta información privilegiada que obtuvo en aquel momento como una dádiva más del PSOE para garantizarse el apoyo del PNV en el Parlamento de Madrid, sino que, apenas unas horas antes de que se produjera la detención de los etarras Mikel Carrera Sarobe, Maite Aranalde y Arkaiz Aguirregabiria, el dirigente peneuvista comentó personalmente los acontecimientos que se iban a suceder, y las posibles consecuencias de éstos, con destacadas personalidades del entorno político-social nacionalista del País Vasco.
Esta gravísima irresponsabilidad de Iñigo Urkullu, y de quien compartió con él esta información secreta (algunos analistas consultados señalan que el origen de la filtración solamente pudo ser el propio ex-presidente José Luis Rodríguez Zapatero) no solamente es un grave delito de revelación de secretos y de alta traición al Estado sino que, además, puso en riesgo las detenciones y supuso un grave peligro para todos los agentes implicados en la operación de desarticulación de la cúpula etarra, que en esta ocasión pertenecían a la policía francesa.
Otro luchando a favor de los asesinos, menudo confite de categoría.
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