El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha remitido ya sus primeros informes al nuevo Gobierno y, entre ellos, uno que en fuentes populares han valorado como sorprendente y de especial interés.Se trata de una nota en la que se advierte al Ejecutivo de Mariano Rajoy de la existencia de movimientos en el seno de la izquierda abertzale en busca de apoyos internacionales para una precandidatura de Arnaldo Otegi al premio Nobel de la Paz.
El primer objetivo de esta estrategia sería el de lograr el respaldo de nombres lo suficientemente conocidos e influyentes como para generar un movimiento de presión a favor de la excarcelación del líder de la ilegalizada Batasuna.
Arnaldo Otegi se encuentra actualmente en prisión, condenado a 10 años de cárcel por pertenencia a organización terrorista en calidad de dirigente. La sentencia fue dictada por la Audiencia Nacional el pasado mes de septiembre.
En paralelo, habría un segundo objetivo, más de fondo, que pasa por blanquear el relato de décadas de violencia y extorsión, al menos en su última etapa, trasladando el mensaje de que, frente al inmovilismo y la cerrazón de los sucesivos gobiernos, ha sido la izquierda abertzale la que ha hecho posible la consecución de la paz y el anuncio del cese definitivo de la lucha armada por parte de la banda terrorista ETA.
El informe del Centro Nacional de Inteligencia ha sido uno de los primeros en llegar a manos del nuevo Gobierno. Lo que explica no es una estrategia nueva de los abertzales. De hecho, los apoyos políticos de ETA llevan años dedicando buena parte de su esfuerzo a las relaciones exteriores y de esa labor han logrado excelentes resultados.
Baste recordar el grupo de figuras internacionales que consiguieron congregar para su causa en la reciente
conferencia de Ayete, paso previo y bien calculado al anuncio del fin de la violencia. Allí estuvieron el ex secretario general de la ONU Kofi Annan; el ex primer ministro irlandés Bertie Ahern; el ex ministro del Interior francés Pierre Joxe, y la ex primera ministra de Noruega Gro Harlem Brundtland.
No obstante, los servicios de inteligencia han considerado necesario plantear la situación desde el primer día a un Ejecutivo que tendrá que gestionar el nuevo proceso que se vive en el País Vasco y que incluye una representación parlamentaria de la izquierda abertzale no desdeñable -siete diputados de Amaiur- en el Congreso de los Diputados, el órgano representativo de la soberanía nacional, además de un poder sólido en el País Vasco.
Tras el anuncio de cese definitivo de la violencia por parte de ETA, se han sucedido las demandas en favor de medidas de flexibilidad para los presos. El PP, sin embargo, se mantiene firme en la exigencia de una reparación y reconocimiento claro de las víctimas del terrorismo -con petición de perdón incluido-, el cumplimiento de las penas impuestas, la colaboración con la Justicia y, sobre todo, un anuncio taxativo, sin resquicio para la duda o la interpretación, de la disolución de ETA y la consiguiente entrega de las armas. Sólo a partir de ese momento, el Gobierno del PP tomaría en consideración la posibilidad de mostrarse flexible.
Hoy por hoy, el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ni siquiera está dispuesto a mantener un contacto directo con los representantes de Amaiur, pese a que forman parte de un partido legalizado por decisión del Tribunal Constitucional, que ha concurrido a las elecciones y ha obtenido excelentes resultados en el País Vasco y Navarra.
La izquierda abertzale es consciente del muro contra el que choca y pretende buscar vías alternativas para lograr no sólo minar la política dura del PP, sino, sobre todo, conseguir lavar su propia imagen y, de paso, recuperar un líder -Arnaldo Otegi- al que, en opinión del portavoz de Amaiur, Iñaki Antigüedad, no tardaremos en ver al frente de la Lehendakaritza.
En cualquier caso, los intentos abertzales por conseguir respaldo internacional son evidentes desde hace años. Ahora el objetivo es el de promocionar, según los informes del CNI, la posible candidatura de Otegi al Premio Nobel de la Paz, aspiración que hunde sus raíces en el año 2004, cuando el propio Otegi, por entonces líder de Herri Batasuna, compareció ante más de 15.000 seguidores en el velódromo de Anoeta con una kefiya palestina con la que cubrió el atril, pocos días después de la muerte de Yasir Arafat en París.
En aquella ocasión, aseguró que con su gesto se iniciaba un «proceso de paz» encaminado a resolver el «conflicto armado y político», algo que tendría éxito si se seguían los pasos y condiciones impuestos por Batasuna.
Otegi incluso comparó ese acto que él calificó de «histórico» con la intervención del líder palestino Yasir Arafat ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que proclamó que se presentaba «con una rama de olivo en una mano y un fusil de combatiente por la libertad en la otra». «Que nadie deje que la rama de olivo caiga de mi mano», añadió Arafat.
El dirigente abertzale no dudó en apuntar que Arafat había sido internacionalmente considerado como un terrorista, para posteriormente recibir el premio Nobel de la Paz y, finalmente, convertirse en presidente de la Autoridad Nacional Palestina.
El Gobierno 'no se va a dejar presionar' tras la manifestación de Bilbao
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha respondido este martes a la multitudinaria manifestación celebrada el pasado sábado en Bilbao en favor de los presos de ETA advirtiendo a la izquierda abertzale y a la propia banda de que el Gobierno "no se va a dejar presionar" y ha añadido de que, tratar a los internos terroristas de manera distinta, "sería infringir la Ley"."Si tratan de presionar al Gobierno se equivocan porque el Gobierno no se va a dejar presionar", ha dicho el ministro en declaraciones a Telecinco. Según ha recordado, la manifestación en defensa de los presos de ETA se produce todos los años por estas fechas por lo que no supone "ninguna novedad".
"Lo novedoso es la situación de que ETA dice que deja indefinidamente las armas. El entorno abertzale quiere presionar al Gobierno para tratar a los presos de ETA de manera distinta y eso sería infringir la Ley y el Gobierno no va a infringir la Ley", añadido Fernández Díaz quien ha insistido que no se le debe nada ni a la banda ni a su entorno y que lo que tienen que hacer los terroristas es anunciar que desaparecen.
Príncipe de la paz
Uno de los primeros informes del CNI al Gobierno de Mariano Rajoy alerta de la existencia de una iniciativa de la izquierda abertzale para buscar apoyos internacionales para promover una candidatura deArnaldo Otegi al Premio Nobel de la Paz. Kofi Annan y los invitados de Ayete podrían ser los primeros en suscribir la petición por las mismas dietas que nos costó traerles a firmar el manifiesto.
Arnaldo Otegi ya contaba con el aval del presidente de su Gobierno, que el 30 de marzo de 2006 dijo a Pedro Piqueras en Telecinco: «Fernando (sic) Otegi ha hecho un discurso por la paz, por abrir una etapa distinta en Euskadi». Busquen el vídeo Otegi discurso de paz en Youtube.
A lo largo de su historia, el Nobel de la Paz ha distinguido a notables hijos de puta: Kissinger y Le Duc Tho, aunque al segundo le dio apuro aceptarlo. A gobernantes de mano pesada, como Anwar Al Sadat o a terroristas, como Menahem Begin y Yasir Arafat. El rais podría ser invocado como un precedente grato para Otegi, que en un momento cumbre de su vida política se acogió a su magisterio. Fue el 14 de noviembre de 2004, en el célebre mitin de Anoeta. Tres días antes, había muerto en París Arafat, al cumplirse 30 años justos de su legendaria intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas: «Vengo con el fusil de combatiente de la libertad en una mano y la rama de olivo en la otra. No dejen que la rama de olivo caiga de mi mano». La metáfora llevaba una amenaza tan implícita como evidente.
Treinta años y tres días después, Otegi comenzó su intervención cubriendo el atril con la kefiya palestina en señal de homenaje al fallecido. También se lo hizo mediante la cita en su discurso: «La izquierda abertzale viene con una rama de olivo en la mano. Que nadie deje que caiga al suelo». Aún sin especificar qué noble herramienta para la paz, el progreso y la libertad escondía la izquierda abertzale en la otra mano, la amenaza se hace más perceptible. También se lo han dado a tontitos, ahí está Adolfo Pérez Esquivel, asiduo firmante de todas las iniciativas a favor de la negociación con ETA, pero eso no cuenta, porque la falta de luces es perfectamente compatible con un corazón
Sólo indultos individuales y si piden perdón
Gallardón apela a la legalidad tras la marcha en favor de los presos de ETA
El ministro de Justicia fijó ayer la posición del Gobierno del PP en materia penitenciaria después de la multitudinaria manifestación a favor de los presos de ETA celebrada el sábado en Bilbao, en la que los asistentes clamaron por la amnistía y en la que la izquierda abertzale pidió pasos a Mariano Rajoy. Alberto Ruiz-Gallardón quiso dejar claro ayer en Vitoria (donde asistió a la toma de posesión del nuevo delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo) que no se aplicará otra hoja de ruta distinta al Código Penal. No habrá, por tanto, una salida colectiva para los 665 presos y todos los posibles beneficios penitenciarios se aplicarán sólo si cada uno de los etarras pide perdón a sus víctimas.
«La política penitenciaria del Gobierno se basará siempre en el principio de legalidad. La Constitución establece una prohibición de los indultos generales, lo cual es una forma de excluir la figura legal de la amnistía. En consecuencia, se exigirá una disposición individualizada por parte de los condenados», expuso el ministro. Y agregó: Instituciones Penitenciarias no moverá ficha con cada uno de los presos hasta que vayan pidiendo perdón y muestren «ánimo de reparación a las víctimas».
Un documento interno del colectivo EPPK, que agrupa a la mayoría de los reos de la banda, les instaba, precisamente, a no acatar esas exigencias. Otra veintena de históricos etarras, en cambio, sí ha manifestado su arrepentimiento y ya ha sido trasladada a Álava en un proceso de reinserción conocido como la vía Nanclares.
Gallardón, que no tiene responsabilidad alguna en este campo -las competencias de Prisiones son del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz- pero sí mucho peso político dentro del Gabinete de Rajoy, actuó como portavoz en materia antiterrorista en la primera visita de un ministro al País Vasco y trazó las líneas rojas que condicionarán la política del nuevo Gobierno. Así, hizo votos por no bajar la guardia hasta que ETA anuncie su disolución y entregue las armas.
Lo de otegui ya es la monda, pero claro, si lo consienten, pues veremos haber que ocurre. Yo creo que hay que dejarnos de tonterias, y soltar a los asesinos. Total, el haber podido matar a cerca de 1000 personas, tanpoco es para tanto. Luego el que no tenga curro al paro, y a cobrar 1500 euracos, y el nobel de la paz para otegui, aparte luego será lehendakari, que más pocemos pedir. Se me habían olvidado las victimas, como siempre, pues eso, que a las victimas que le sigan dando por donde le han dado estos años, y pelillos a la mar. Acabo todo, y comieron perdices y tal y tal. Véis que fácil es arreglar todo.Pues eso es lo que nos están haciendo y no queremos verlo....(.).
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