Le exigió que renunciase a regresar a la política vasca para nombrar delegado a Urquijo
Basagoiti no quiso resucitar a una de las voces sangilistas más críticas con su actual dirección. El líder de los populares vascos requirió a su ex cargo y exiliado en Madrid, Santi Abascal, que renunciase por escrito a volver a la política vasca como condición para que su amigo y parlamentario, Carlos Urquijo, pudiese ser nombrado ayer como delegado del Gobierno, según un email al que ha tenido acceso EL MUNDO.
Basagoiti siempre había mantenido internamente su predilección por Urquijo. Sin embargo, un amplio sector del partido se había manifestado en contra antes de su nombramiento por las consecuencias que podían acarrear: la vuelta al Parlamento vasco de Santi Abascal, uno de los integrantes de la guardia pretoriana de María San Gil, que fue defenestrado por la dirección del PP vasco, y al que correspondía legítimamente el escaño de Urquijo.
La llegada de Abascal molestaba a algunos de los primeros espadas del PP vasco actual, que veían como el clima de paz del que ahora disfruta el partido podría resquebrajarse por la voz de una persona contraria a la política aperturista hacia el PNV o al mantenimiento del pacto con el PSE después de su negociación con ETA.
Consciente de este inconveniente, Basagoiti planeó desde antes de las navidades bloquear la llegada de Abascal, quien ahora es presidente de Denaes y director de la Agencia de Protección de Datos en Madrid por decisión de la presidenta Esperanza Aguirre, que ya repescó a Regina Otaola, otra de las políticas más cercanas a San Gil.
Basagoiti solicitó a Abascal, en un correo electrónico, que renunciase por escrito a su puesto pues su perfil no tenía cabida en la actual «línea» de su partido. También, según reconoció Abascal, Basagoiti tenía que contar con esa renuncia antes de la designación de Urquijo para evitar que sus compañeros boicoteasen su decisión de apostar por su «amigo».
El presidente del PP vasco le hizo llegar una carta de renuncia que Abascal firmó el miércoles -un día antes del nombramiento de Urquijo-, tranquilizando a esos dirigentes que le instaron a que reconsiderase su decisión en favor de Carlos Olazábal.
«Si estoy fuera de Euskadi no es por ETA, sino por mi partido», señaló Abascal a EL MUNDO.
Esta es la verdadera cara del pp, falta democracia interna. Eso pa que se enteren los de derechas de toda la vida....
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