Alerta Digital
E.P.- Los plenos municipales de Badalona, desde que el PP ganó las elecciones en esa ciudad el pasado 22 de mayo, suelen ser más interesantes, más que por sus acuerdos, por lo que no supera el filtro de la votación. Xavier García Albiol no tiene una mayoría estable para gobernar y así, el próximo 20 de diciembre, verá casi seguro estrellarse contra el muro de la oposición (PSC, CiU, ICV-EUiA) su última propuesta.
Pretende el controvertido alcalde del PP suspender durante un año cualquier trámite en curso que tenga como fin abrir un centro de culto en la ciudad. No hay que ser muy sagaz para intuir que la única comunidad con empuje para este tipo de iniciativas es la musulmana. García Albiol, pues, probablemente perderá el pulso en el pleno y, como es habitual en estos casos, saboreará ese resultado como una victoria cara a sus votantes. Si hay una nueva mezquita en Badalona, y parece que pronto la habrá, el PP se prepara ya para que no se anote ese apunte como herencia de su mandato.
«No me opongo a que haya nuevas mezquitas en Badalona, pero sí creo que es necesario antes de dar vía libre a cualquier nueva iniciativa meditar bien si para ello vale cualquier barrio», explica García Albiol en defensa de su propuesta. Sostiene que en barrios con más de un 35% de población inmigrante la apertura de una mezquita puede hacer irreversible la conversión de la zona en un gueto. Es un argumento que evidentemente ignora lo que podría llamarse la lógica del mercado. Las mezquitas suelen abrirse allí donde hay musulmanes. García Albiol, sin embargo, sostiene que las especiales características de Badalona aconsejan extremar la prudencia. ¿Si alguien solicita abrir un centro de culto en pleno centro, junto al Ayuntamiento de Badalona, le parecería mejor al alcalde? «Si cumple los requisitos legales necesarios, por supuesto», responde.
RIFIRRAFE GARANTIZADO
El próximo 20 de diciembre, por lo tanto, habrá rifirrafe en el salón de plenos. Y no solo por una hipótesis o por un por si acaso. Según fuentes municipales, una comunidad musulmana del barrio de La Salut formalizó el pasado mes de julio una petición para abrir un oratorio en ese barrio. No es, parece, ningún gran secreto. El jefe de filas de CiU en Badalona, Ferran Falcó, está al tanto de ello, con suficiente detalle como para saber que «ese proyecto cumple las condiciones que precisamente García Albiol ponía sobre la mesa cuando estaba en la oposición para resistirse a la apertura de nuevas mezquitas». «Entonces, el ahora alcalde exigía que este tipo de centros de culto se construyeran sin ayudas públicas y en locales correctamente acondicionados», recuerda Falcó. La iniciativa impulsada en La Salut cumple con esos dos requisitos, de ahí que, salvo giros inesperados, CiU se alineará con el PSC y con ICV-EUiA en el próximo pleno municipal.
De los tres eslabones que componen la cadena de la oposición en Badalona, CiU es, al menos sobre el papel, el más débil. No en vano, algunos de sus dirigentes, como Josep Antoni Duran Lleida, se molestan incluso en comprobar con qué nombres inscriben a sus bebés los padres en las comarcas catalanas para, acto seguido, alertar de inmediato que en el Baix Empordà la onomástica la encabezan los Mohamed.
Con esos argumentos en la retaguardia, o en la vanguardia, según se mire, el papel de Falcó en el próximo pleno del 20 de diciembre parece en principio comprometido. Él, no obstante, no lo ve así. «Sería injusto vetar una iniciativa absolutamente legal, y punto, no hay más que hablar», afirma el líder de la federación nacionalista en Badalona.
ORATORIO DE LISZT
También el PSC tiene claro que no le dará opción a García Albiol a tener luz verde a lo que considera una simple triquiñuela del alcalde. El oratorio de 140 metros cuadrados que una entidad musulmana impulsa en la calle de Liszt, en la Salut, no solo reúne todas las condiciones requeridas -explica el exalcalde socialista Jordi Serra- sino que además tiene ya la firma de distintas instancias municipales.
En cierto modo, solo falta la firma del alcalde, de modo que Serra intuye que el propósito de llevar la suspensión de nuevas licencias al pleno municipal sabiendo de antemano que la votación está perdida es solo una operación estética.
El alcalde García Albiol, sin embargo, insiste en afirmar que es un error no parar el reloj durante unos meses y sopesar qué le conviene más a la ciudad. «Yo respeto la libertad de culto, ¡faltaría más!, pero en contrapartida reclamo que se respete también el modelo de ciudad que defiende el PP y que fue el que se impuso en las pasadas elecciones municipales», ha declarado.
Hace bien, en parar la construcción de mezquitas. Si los pijos rojos las quieren, que se las pongan en sus casas.
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