Asegura que los 'recaudadores' toman nota por escrito de los que no colaboran
Aparenta ser una carta sin más intención que solicitar fondos de forma «voluntaria», pero detrás de la recaudación en favor de los presos de la organización terrorista ETA se esconden de nuevo prácticas de presión y métodos mafiosos. Desde las filas populares no se tienen dudas de que la nueva campaña emprendida desde la izquierda abertzale para el «Sorteo Solidario de Navidad» es, una vez más, la extorsión de los radicales contra empresarios y comerciantes.
Esta campaña se puso de nuevo en marcha, como años anteriores, el pasado mes de noviembre. «Son ya varios años los que llevamos organizando el Sorteo Solidario de Navidad a favor de los y las represaliadas políticas vascas. Este sorteo lo realizamos siempre gracias a vuestra colaboración y con él conseguimos aligerar en la medida de lo posible los múltiples gastos que origina la dispersión a las familias de las y los presos. Mientras la estrategia carcelaria siga siendo ésta, vuestra aportación sigue siendo imprescindible», indica la misiva remitida por la izquierda abertzale a empresarios, hosteleros y comerciantes vascos.
«Hemos decidido sortear un viaje. Nuestra intención es hacer referencia a los miles de kilómetros que están condenados a realizar los familiares y amigos de los y las represaliadas por culpa de la dispersión. Por todo ello os pedimos colaboración económica. Queremos aclarar que la aportación es totalmente voluntaria, cada uno puede aportar lo que quiera y lo que pueda puesto que todo será bien acogido». Y aquí viene la coletilla final que más inquietud está sembrando entre el empresariado y los comerciantes del País Vasco. «Gracias y pasaremos en breve a recoger vuestra respuesta», finaliza la misiva.El concejal del PP en Elorrio, Carlos García, es quien primero ha dado la voz de alarma y ha alertado a las Fuerzas de Seguridad del Estado de lo que entiende que son prácticas mafiosas de extorsión. Ya, de principio, indica que en la carta ni siquiera se dice en qué consiste ese «Sorteo Solidario de Navidad», ni se habla nada de ese viaje que se sortea.
Es más, las cartas solicitando ayuda a empresarios, comerciantes y hosteleros se entregan en mano a los «afectados», con la dosis y la carga de presión que supone esta entrega. Sólo les falta tener que firmar un acuse de recibo. Pero éste se produce cuando, apenas dos semanas después, pasan los recaudadores a por los sobres y las aportaciones voluntarias. Y en ese momento sí, en ese momento se toma nota de quiénes son los que aportan, los que entregan dinero a estos movimientos de la izquierda abertzale para ayudar a «los y las represaliadas políticas vascas». Y lo que es aún más presión y coacción, también toman nota de los que no aportan nada.
Además de las visitas a los comercios y empresas, los recaudadores colocan también en los pueblos del País Vasco un puesto donde se pueden realizar aportaciones para este fin, como si se tratara de una cuestación de la Cruz Roja.
En el pueblo de Carlos García, Elorrio, quien está al frente de ese puesto de recaudación es el presunto miembro de ETA Adur Aristegui, que está en libertad condicional a la espera de juicio. Es el etarra que aparecía en Facebook con la camiseta de la selección española de fútbol. La campaña navideña por los presos de ETA coincide también con la conmemoración del asesinato del empresario vasco Inaxio Uria, al que mató ETA por no pagar el impuesto revolucionario. Otra sibilina presión.
Es normal, siempre han hecho esto antes, asi que ahora siguen haciendo lo mismo. Estos personajes no cambiarán nunca, lo suyo no es la paz como intentan vendernos estos piojosos, lo suyo es la extorsión, el asesinato y el amedrantamiento para generar lo que hoy existe, la política del miedo.
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