- 22-08-2011 | La Gaceta
El desencuentro entre el Vaticano y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero vivió ayer un último episodio en el acto de despedida a Benedicto XVI que se celebró en el aeropuerto de Barajas. La mujer y las hijas de ZP aprovecharon la presencia del Papa para marcharse a Italia.
Redacción. Madrid
El presidente, que sí acudió el pasado jueves a recibir al Pontífice, no apareció para decir adiós al Papa, delegando en su lugar en el Legislativo. Entre los miembros del Gobierno se encontraba además el ministro de la Presidencia Ramón Jáuregui.
A la despedida sí acudieron, en cambio, los Reyes de España, que estuvieron muy cordiales y calurosos con el Pontífice. También acudieron el presidente del Tribunal Supremo, el arzobispo de Madrid, el jefe del Estado Mayor del Ejército, la embajadora de España en el Vaticano y la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, entre otros.
El Papa llegó al aeropuerto de Barajas a las 18.30, puntual, vestido de blanco y calzado con sus babuchas rojas. Allí fue recibido por los Reyes, las autoridades políticas y eclesiásticas y cerca de 2.000 jóvenes elegidos entre los voluntarios y los peregrinos para despedir a Benedicto XVI a pie de pista. Ellos pusieron el toque menos protocolario del acto, saludando al Papa con gritos y aplausos.
“Han sido cuatro días llenos de alegría y vivencias para la multitud de jóvenes que han seguido vuestras profundas palabras y reflexiones. Gracias por vuestra nueva visita a España”, le dijo el Rey. El Pontífice afirmó haberse “sentido muy bien en España” y agradeció el trabajo de los voluntarios como factor clave del éxito de la JMJ. “España es una gran nación que sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica”, subrayó.
A continuación, el Papa atravesó la alfombra roja en dirección al avión, siempre acompañado por los Reyes y por los saludos entusiastas de los jóvenes. El Pontífice partió en el vuelo de Iberia 2804, en un Airbus A321 bautizado como Villa de un castillo y decorado con las banderas de España y del Vaticano. Es el mismo avión, por cierto, que transportó al Papa a Valencia en 2006 para el Encuentro Mundial de la Familia. El avión despegó a las 19.25, rumbo a Roma. La Jornada Mundial de la Juventud había terminado. En Barajas, unos jóvenes peregrinos sujetaban una pancarta que decía: “¡Hasta pronto!”.
lunes, 22 de agosto de 2011
La última fechoría de Zapatero
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Lo raro hubiera sido que hiciera lo contrario. Que se puede esperar de un antipatriota, que encima no es socialista, mucho menos obrero y menos español, porque si lo fuera, no maltrataría a España como lo hace.
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