FERNANDO LÁZARO / Madrid
06/06/2011/ El Mundo
La última detención se produjo el 14 de abril, la captura de Lander Etxeberria en San Sebastián, acusado de ser el enlace entre el último comando etarra desmantelado y la dirección de ETA.
Desde ese momento, silencio policial. Y eso que el año había comenzado con mucha intensidad. Desde enero, 40 presuntos integrantes y colaboradores de ETA habían caído en las redes policiales, tanto en España como en Francia.
No había semana tranquila para los más buscados. Y, además, entre los capturados durante 2011, muchos de los considerados nuevos responsables de los autodenominados aparatos logísticos y militares. El año arrancó con la captura del máximo responsable del entramado informático etarra, uno de los más novedosos de la estructura delictiva. Esta actuación fue catalogada como una de las más importantes ya que se podía avanzar en el acceso a las tripas de las comunicaciones etarras por internet. Apenas una semana después se practicaron una docena de detenciones relacionadas con la nueva estructura de Ekin.
Ya en febrero, la policía francesa capturó a otro colaborador de ETA, el día 10; y el 28 capturó a tres de los integrantes de la ilegalizada Segi que se encontraban huidos en Francia.
El mes de marzo fue muy intenso. Hasta 15 presuntos terroristas fueron capturados en España y Francia. Una de las actuaciones más relevantes fue la desarticulación del comando Otazua, en Vizcaya. También fue detenido uno de los máximos responsables del entramado autodenominado militar de ETA Gregorio Jiménez, Pistolas. Otro de los jefes militares de la organización, Alejandro Zobaran, Xarla, también fue detenido y el responsable de los explosivos de ETA Mikel Oroz. Y así, una larga lista hasta que se desmanteló un comando que ETA tenía en reserva en el País Vasco y se localizaron los zulos donde ocultaban miles de kilos de materiales para la fabricación de explosivos. Pero, de pronto, el 14 de abril, se produjo un parón que se ha prolongado durante 40 días.
¿Y durante ese tiempo? Los expertos hablan de que ETA, una vez que puso en marcha, a principios de enero, su tregua, ralentizó sus actividades y por ese motivo es más difícil detectar a sus miembros. Pero esa tesis no resiste la comparativa de los datos, que demuestran que en marzo fueron capturados 15 etarras y en abril, otros cinco. Pero llegó el periodo electoral. Llegaron las presentaciones de candidaturas y los movimientos judiciales. De este modo, el 24 de marzo, el Supremo cortó de raíz las intenciones de Sortu de concurrir a los comicios autonómicos y municipales.
Pero la segunda marca de la izquierda abertzale ya estaba preparada. Así, el 4 de abril, la candidatura abertzale Bildu irrumpió en el escenario político vasco. El 2 de mayo, el Tribunal Supremo optó por ilegalizar esta formación al considerar que estaba bajo el zapato de la organización terrorista ETA y que era una continuación de la ilegalizada Batasuna. Sin embargo, cuatro días después, el Tribunal Constitucional, enmendó la plana al Supremo y, por seis votos a cinco, legalizó Bildu. Mientras, silencio de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado
Una detención judicial
Esta información estaba en manos de la Guardia Civil desde 2002. Fue Dignidad y Justicia la que puso una querella contra 'Iñaki de Rentería' justo después de su liberación y logró reactivar una investigación sobre su relación con este secuestro que estaba en el limbo
Nuevos cambios en la escolta
Pero la tensión creció y el debate fue aplazado por la consejería de Interior del Gobierno vasco para estudiarlo después de las elecciones del 22-M. Y el resultado de esas elecciones, con la fuerte irrupción de la formación 'abertzale' Bildu en el panorama municipal vasco y navarro ha enfriado mucho los ánimos de aquellos que tenían intención de prescindir de esta formación. Y es que son muchos los que temen que con los buenos resultados que ha obtenido esta coalición, pueda aumentar la presión social, la presión en las calles por parte de la izquierda 'abertzale' cercana a ETA, lo que puede poner de nuevo en el disparadero de la inseguridad a los concejales del País Vasco y Navarra del Partido Popular y del Partido Socialista, fundamentalmente.
Ahora, una vez echas las concesiones, están a lo suyo, osea, al tema de las elecciones, ya que se presenta un político nuevo, desconocido en la sociedad..
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