JOAQUÍN MANSO / Madrid
28/06/2011/El Mundo
La Unión de Oficiales, que representa al 50% de la escala ejecutiva de la Guardia Civil, solicitó el pasado viernes ante la juez Coro Cillán una batería de diligencias que tiene por objeto, precisamente, acreditar cuál fue el destino de esas muestras y precisar en qué eslabón se rompió la cadena de custodia de las pruebas del mayor atentado de la Historia de España.
Además de otros tres interrogatorios a funcionarios policiales, los oficiales de la Guardia Civil piden la citación como testigo del artificiero Fernando Blázquez, al que señalan como «responsable de la cadena de custodia» porque «al parecer se hizo cargo de las muestras y de la elaboración de periciales» a propuesta del imputado Sánchez Manzano, a cuyas órdenes «trabajaba directamente».
En el escrito del letrado de la UO, Jesús Martín, se reclama asimismo una lista de los tedax que fueron propuestos para recibir condecoraciones en 2004, 2005 y 2006, y la de quienes finalmente la obtuvieron. También se solicita que la Comisaría General de la Policía Científica identifique a los funcionarios que realizaron la inspección ocular técnico-policial de los trenes, porque «este grupo de especialistas tiene equipos específicos para poder llevar a cabo una ardua/detallada tarea de recolección de vestigios probatorios y de ponerlos a disposición del responsable de la custodia hasta que éstos lleguen a su destino final».
Por último, la UO pide que la Comisaría de los Tedax remita al juzgado un listado de los artificieros que intervinieron en la selección de las muestras y que la Subdirección de Recursos Humanos de la Policía informe de los participantes en los cursos en desactivación de explosivos que hubo en marzo de 2004, ya que el imputado Ríos dijo ante la juez que alguno de ellos había presenciado la recogida y traslado de restos en la estación de El Pozo.
El procedimiento contra el jefe de los Tedax en el 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano -recientemente ascendido a comisario principal por el Ministerio del Interior-, ha entrado en una fase decisiva desde que a mediados de marzo declarase ante la juez un amplio grupo de artificieros de la Brigada Provincial de Madrid. Todos coincidieron en que los tedax de la Unidad Central [la que dirigía Manzano] incumplieron el protocolo en caso de atentado y se hicieron cargo de las muestras que luego desaparecieron sin clasificar y sin etiquetar, pese a que fueron advertidos de que hacerlo así rompía «la cadena de custodia». «Aquí mando yo», les habría respondido el ahora imputado.
El resultado fue que al tribunal del 11-M sólo llegaron 23 pequeños restos, algunos casi inservibles. El propio Manzano reconoció ante la juez que destruyó la mayoría, aunque el reglamento de los Tedax le atribuye a él la responsabilidad de su custodia.
Esa normativa también dispone que la «competencia exclusiva» para el análisis de los restos de explosivo corresponde a la Policía Científica y, de hecho, así se ha hecho en todos los atentados; con una notable excepción: el 11-M. Manzano retuvo las muestras para que su perito las analizase en el rudimentario laboratorio de los Tedax y nunca las envió a la Policía Científica, pese a que los resultados que obtuvo fueron prácticamente inútiles
Esto se pone más interesante, parece que van saliendo más de la kgb. Haber si no desfallecemos, y sacamos a la luz a todos de la kgb y que vean todos quienes son y que han hecho.
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