Cambio después de 28 años

GEMA N. GARCÍA RUIPÉREZ

12/06/2011/ El Mundo

El que fuera alcalde de Getafe desde 1983, Pedro Castro, fue destronado ayer. Sobre su espalda quedan seis victorias electorales y en su recuerdo el tacto de un cetro que ahora acarician las manos del cabeza de lista popular, Juan Soler, que a partir de hoy gobernará en minoría.

Soler sólo contó con el respaldo de los 12 concejales del PP, ya que los dos concejales de UPyD decidieron abstenerse mientras que los nueve del PSOE y los cuatro de IU prefirieron meter en la urna la papeleta de sus respectivos candidatos.

Al pleno de constitución de la corporación municipal asistió la presidenta regional en funciones, Esperanza Aguirre, que abandonó su asiento en el mismo instante en el que le fue entregado a Soler el bastón de mando. Algo que no es de extrañar dado que, durante esa misma jornada, debía visitar varios actos de investidura.

También participaron del pleno medio millar de personas que no dudaron en desafiar la solemnidad del momento con gritos, aplausos, pitos, carteles con el lema «No nos representan» e incluso un enfrentamiento entre dos asistentes que estuvo muy cerca de llegar a las manos.

Tal vez, como dijera ayer el alcalde en su primer discurso, tanto jaleo respondía al hecho de que, después de 28 años de Gobierno socialista, se materializara en el municipio «una de las señas de identidad de la democracia: la alternancia política».

Y es que, en palabras de Soler, «los que se eternizan en el poder corren el riesgo de perder la percepción de la realidad y eso genera muchos problemas», algo que el popular no está dispuesto a permitir que ocurra de nuevo. Por esta razón, Soler reiteró su compromiso de «permanecer sólo dos legislaturas en el cargo, pues es un sano ejercicio saber limitarse».

Además, el recién estrenado alcalde no quiso, a pesar de sus discrepancias políticas, pasar por alto la oportunidad de reconocer la labor del regidor que gobernó el municipio durante más de un cuarto de siglo, Pedro Castro, sobre el que dijo que «Getafe siempre le recordará».

En agradecimiento, el líder socialista no dudó en propinar un sincero abrazo al primer edil cuya gestión deberá supervisar a partir de hoy desde la oposición. Una misión que tendrá encomendada, al menos, durante la presente legislatura pues, aunque Castro aún no sabe lo que pasará dentro de cuatro años, tiene claro que «hay gente joven detrás con mucha ilusión y hay que dejarlos crecer».

Fuera del edificio los aires estaban aún más viciados. Cientos de personas vinculadas al movimiento 15-M cercaron durante el desarrollo de la sesión la entrada al edificio provistas de cacerolas, silbatos y pancartas. Esperaban impacientes la salida de los concejales para recibirles al grito de «El pueblo unido jamás será vencido» y otras consignas semejantes. Sin embargo, cuando las puertas se abrieron, sus reclamaciones se transformaron en abucheos e insultos al alcalde y al resto de miembros del pleno que tuvieron que abandonar el lugar escoltados por un fuerte cordón policial.. M.