La tregua y las más de 300 listas presentadas dispararán los resultados de la franquicia electoral de ETA.
- Bildu rechaza pedir a ETA su desaparición definitiva e incondicional
- Voces contra el Terrorismo llama a los españoles a manifestarse el 14 de mayo
- Pedraza, sobre la convocatoria de VCT: "Nosotros nos sumamos a lo que haga falta"
La madrugada de este viernes, el Tribunal Constitucional enmendó la sentencia que el Supremo dictó el pasado domingo. De ese modo, permitió a Bildu, la coalición electoral conformada por EA, Alternatiba e independientes escogidos por Batasuna, participar en las elecciones municipales y forales que se celebrarán el próximo 22 de mayo.
La decisión tomada por el Alto Tribunal supondrá un vuelco del mapa político actual del País Vasco y Navarra, pues la suma conjunta de los apoyos de los partidos de la coalición y, principalmente, la contabilización de todo el grueso de apoyos que sigue manteniendo el brazo político de ETA, no es baladí.
En la actualidad, fruto de los resultados obtenidos en las elecciones municipales de 2007, Batasuna-ETA cuenta con 43 alcaldías en País Vasco y Navarra, así como 430 concejales repartidos entre ambas comunidades. Unos resultados obtenidos con su franquicia Acción Nacionalista Vasca en algo menos de 130 municipios, en los que pudo presentarse gracias a que la Fiscalía y la Abogacía del Estado, maniatadas por Zapatero, que estaba en plena negociación política con ETA, sólo impugnaron doscientas listas de ANV.
Eusko Alkartasuna, que se presentó a esos comicios en pleno proceso de ruptura interna entre los partidarios de los acuerdos estratégicos con Batasuna-ETA o con el PNV, obtuvo 18 alcaldías entre País Vasco y Navarra, entre las que no se incluyen las que alcanzó dentro de la coalición Nafarroa Bai –junto a PNV, Aralar, Batzarre e independientes–. Tampoco se cuenta la que cedió el año pasado a ANV fruto de un acuerdo electoral entre ambas formaciones, la de Busturia. A esto, se sumaron casi doscientos concejales entre las dos comunidades.
En total, los resultados cosechados en conjunto por estas dos formaciones de Bildu alcanzan las sesenta alcaldías y suman más de seiscientos concejales entre País Vasco y Navarra.
Sin embargo, los resultados obtenidos en aquellas elecciones de 2007 quedarán, previsiblemente, muy lejos de los que Bildu podría conseguir el 22-M. Un hecho que se producirá, fundamentalmente, por dos factores: el comunicado de ETA del 7 de enero en el que declaraba una nueva tregua, algo que aumenta siempre las perspectivas de voto de las franquicias etarras; y el hecho de que la coalición haya presentado más de 300 candidaturas en País Vasco y Navarra, lo que cubre la práctica totalidad de los municipios.
Las últimas elecciones en las que el entramado electoral de ETA se presentó en unas condiciones similares fueron las municipales de 1999. Lo hizo bajo las siglas de Euskal Herritarrok y con una tregua que facilitó el órdago al Estado de Derecho que supuso el Pacto de Estella. En ellas, obtuvo los mejores resultados su historia electoral: 890 concejales y 62 alcaldías – casi las mismas que ahora suman ANV y EA–.
Exactamente, se convirtió en la segunda fuerza política más votada en la comunidad vasca, al conseguir 228.169 votos, el 19,91 por ciento de los votos. Fruto de esos votos obtuvo 679 actas de concejal (339 en Guipúzcoa, 284 en Vizcaya y 56 en Álava) y 45 alcaldías (33 en Guipúzcoa, 10 en Vizcaya y 2 en Álava). Por su parte, en Navarra, consiguió en las municipales el 14,9 por ciento de los votos (211 ediles y 17 alcaldías) y en las forales el 15,58 por ciento de los sufragios y 8 diputados autonómicos.
A esto, habrá que añadir lo que puedan aportar Eusko Alkartasuna y Alternatiba a los resultados de Bildu. El partido de Peio Urizar –EA– se encuentra en descomposición y en franco retroceso electoral desde los años noventa, pero así se encontraba ya en las elecciones de 2007, por lo que es posible que su aportación sea relativamente similar a la que obtuvo hace cuatro años. Más complicado es cuantificar la aportación en votos que pueda atraer la escisión de Izquierda Unida que encabeza Oscar Matute, y que más que posiblemente será únicamente testimonial.
Pues nada, toma del frasco carraso. Gracias a los que dicen que son socialistas, que no lo son, que dicen que son obreros, que tampoco lo son, y mucho menos españoles, porque si lo fueran, no maltratarían como lo hacen a los españoles, tenemos los de siempre, donde siempre.
ResponderEliminar