LEYRE IGLESIAS / San Sebastián
24/05/2011 / El Mundo
Pregunta.- ¿Qué titular pondría a lo que ocurrió el domingo?
Respuesta.- La ilusión se abre paso en Euskal Herria.
P.- ¿La izquierda abertzale está dispuesta a aceptar la pluralidad de la sociedad vasca?
R.- Bildu reconoce que Euskal Herria es un país con siete territorios dividido en tres administraciones y en dos Estados y que es una sociedad plural. Cuando no hay mayorías absolutas, claro que hay que pactar. Y la cultura del pacto está muy extendida en Euskal Herria. No ha nacido lo que llaman democracia española para enseñarnos a pactar.
P.- ¿Batasuna lleva décadas justificando a ETA?
R.- Lo desconozco. Yo no soy de Batasuna.
P.- ¿Y como espectador?
R.- Nunca he oído eso de boca de sus líderes.
P.- ¿Y qué visión cree que tienen sobre el terrorismo?
R.- Sobre la visión de terceros no puedo tener creencia o fe. Batasuna, hasta donde yo sé, no existe.
P.- En su caso personal, ¿cuál ha sido su evolución hacia ETA?
R.- Siempre he pensado que, en las vías políticas y el debate político, el independentismo vasco de izquierdas tenía mucho que ganar.
P.- ¿Ha pensado que ETA sobra?
R.- Yo no sé si alguien piensa siempre lo mismo. Cuando era joven, con Franco, no pensaba igual que ahora. A mí me gustan las entrevistas, no los interrogatorios.
P.- Le pregunto y usted contesta, si quiere.
R.- Pregunte, pregunte.
P.- ¿Usted condena el terrorismo?
R.- Desde que me he incorporado a la política, ETA no ha hecho absolutamente nada que no sea un comunicado. Más claro no puede estar.
P.- Antes de entrar en política, ¿condenaba la violencia?
R.- No tengo recorrido político. Me piden un compromiso con unas ideas y un proyecto político, me gustan, firmo un decálogo en el que rechazo expresamente el empleo de la violencia para la obtención de fines políticos y miro hacia adelante.
P.- Desde el presente, entonces: ¿condena la existencia de ETA?
R.- Negro sobre blanco. Tiene el papel que he firmado, lo tiene la Junta Electoral Central, el Tribunal Constitucional y todos los medios de comunicación, incluido EL MUNDO.
P.- ¿Por qué no quiere contestar?
R.- Ya lo tiene por escrito. Si no está respondida, tiene un problema, o lo tiene su director. Rechazamos el uso de la violencia política para conseguir objetivos políticos. Ésa es nuestra respuesta.
P.- ¿Qué ocurre si mañana ETA comete un atentado?
R.- No lo contemplamos.
P.- ¿Cuál sería su respuesta?
R.- No tenemos protocolos para casos que creemos que no van a ocurrir.
P.- ¿Le parecería mal, al menos?
R.- Le repito lo mismo.
P.- ¿Cómo debe ser el fin de ETA?
R.- Es algo que no afecta al proyecto en el que estoy comprometido.
P.- ¿Debe ser una disolución incondicional?
R.- Nosotros queremos que el proceso político abierto en Euskal Herria, que lleva a un cambio de ciclo político que pasa por el reconocimiento de la existencia del pueblo vasco y por el reconocimiento de sus derechos y deberes políticos, nos lleve a un escenario en el que no cabe la violencia política. Ni la represión del Estado ni el ensañamiento con los presos, ni el espionaje político que padecemos nosotros.
P.- ¿Qué comunicado le gustaría de ETA?
R.- ETA ha acompañado las propuestas en orden a un proceso de normalización política y de paz.
P.- ¿Qué supondrá la posible legalización de Sortu?
R.- Será una satisfacción para todos los demócratas de este país. Si así lo deciden sus afiliados, participará en Bildu.
P.- ¿Qué es ETA?
R.- ETA es una organización político-militar que ha ejercido la violencia política y la ha padecido, y que ha hecho su voluntad decidida de mantener un alto el fuego permanente, verificable y de carácter general.
P.- ¿Los presos de ETA son presos políticos?
R.- Hay 700 presos políticos en el Estado español que son vascos. No todos son de ETA; más de la mitad no han sido nunca de ETA. Y ETA es un agente político, si no, no estaríamos hablando de ella. Estaríamos haciendo una entrevista de sociedad.
P.- Un agente político con pistolas.
R- No lo dudo, es una obviedad.
P.- ¿Los que han apretado el gatillo también son presos políticos?
R.- Nelson Mandela era un preso político que empleó la violencia, premio Nobel de la Paz.
P.- ¿Entonces la violencia puede estar justificada?
R.- Yo no he dicho eso.
Que va a decir este, que a estado publicando todo de sus colegas.
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