Aguirre se salta el veto de Génova y acusa al Ejecutivo de estar detrás de que ETA esté el 22-M. Rajoy guardó silencio, pese al clamor de las bases.
Si algo demostró Esperanza Aguirre, en el más importante de los actos del inicio de campaña en Madrid, es que no le va la mordaza. Pese a que Mariano Rajoy le pidió, a través de su vicesecretaria de Organización, Ana Mato, que excluyera el tema de Bildu de sus discursos, la presidenta de la Comunidad no se mordió la lengua, apuntando directamente al Ejecutivo socialista.
En la explanada del Madrid Río, la obra más emblemática de Alberto Ruiz Gallardón, y ante la atenta mirada del jefe del PP, Aguirre hizo balance del Gobierno central: "Una España arruinada, una España dividida y la ETA en las instituciones", sentenció. El auditorio, abarrotado por unos 6.000 militantes y simpatizantes, le respondió al grito de un ensordecedor "Bildu fuera, Bildu fuera".
No obstante, la candidata popular no se quedó ahí, e hiló aún más fino: "Quiero tener un recuerdo muy especial para las víctimas del terrorismo", arrancó, para a renglón seguido mentar especialmente a las víctimas que han dejado claro "que Bildu es una maniobra de ETA". Y para rematar "un recuerdo también para todos los concejales del PP que se van a sentar en todos los ayuntamientos del País Vasco y Navarra junto a quienes les persiguen, les apuntan y les asesinan", exaltó, ante un público entregado.
"¡Rubalcaba!", gritó entonces un asistente, señalando a aquél en el que todos pensaban. Aguirre le respondió retomando una vez más el espinoso asunto para constatar que el próximo 22-M los españoles tienen "la verdadera oportunidad" para decir "basta ya" a un Ejecutivo que "ha permitido que ETA se meta en las instituciones".
Ley del Aborto y Memoria Histórica
Dos fueron los lemas más utilizados por la presidenta, que volvió a llevarse de calle a los suyos. El primero, con el que concluyó su alocución, el mítico "pico y pala", pero el segundo fue ese "basta ya" con el que inició todos los motivos enumerados para echar al PSOE de los cargos de representación. "Basta ya de un Gobierno socialista que ve impasible, diciendo que no le importa, que cinco millones de españoles estén en el paro".
Pero Aguirre, que ya en la precampaña instó a todos los debates, también apuntó a otras materias excluidas de los discursos de los miembros de la dirección nacional del PP: "Basta ya a un Gobierno socialita que ha creado leyes con el sólo objeto de dividir a los españoles, la Ley del Aborto y la Ley de la Memoria histórica. ¡Ellos sí que tienen un programa oculto en todas las elecciones!", remató.
"El 22-M tiene que ser un paso decisivo para que Rajoy sea el próximo presidente del Gobierno", afirmó Aguirre, en consonancia con la receta planteada por el alcalde de la capital, que tomó la palabra antes que ella. Gallardón, que no hizo mención alguna a la política antiterrorista diseñada por el gabinete presidencial, llamó a acudir "masivamente a las urnas" para demostrar que "no nos resignamos a esta situación".
El público le pidió ETA, pero Rajoy volvió a callar
El tercero y último en hablar fue el jefe de la oposición. Abierto el camino de la contundencia por Aguirre, se esperaba aún más si cabe que Rajoy se pronunciara sobre ETA, a tenor de que desde el fallo del Tribunal Constitucional sólo se pronunció una vez y a modo de declaración institucional.
Sin embargo, y una vez más, el presidente de los populares no se saltó el guión para desesperación, incluso, de un auditorio que le reclamó que fijara postura al grito de "Bildu fuera, Bildu fuera". Rajoy les escuchó, guardó silencio y, acto y seguido, continuó con su intervención, centrada en la economía. "Vamos a hablar de lo que preocupa a la gente", aseveró, en forma de advertencia.
De lo que se encargó el líder del PP fue de denunciar al Gobierno y al PSOE a cuenta de "los insultos" que le profieren desde hace días. "Insultos huecos", machacó, a los que se negó a entrar porque lo "enfangan todo". "Nosotros vamos a explicar lo que hemos hecho, y ellos que se peleen con quienes quieran. Eso no es lo nuestro", argumentó, ante una base electoral que languideció en aplausos. Y es que, en voz de un dirigente del PP, "Aguirre se volvió a comer a Rajoy, y en esta ocasión por goleada". "Son la antítesis", comprobó un miembro del Ejecutivo de Madrid.
Muy bien por Aguirre, eso es una presidenta, no el rajao de rajoy, que ni come ni deja comer.
ResponderEliminarMi voto para Rosa Díez.