Alerta Digital
Nacho García.- Lleva tiempo circulando por la red un mapa de la corrupción en nuestro país. A pesar de que muchos socialistas y populares intentan siempre mirar al otro lado acusádole de “y tú más” es evidente que tenemos un problema que no distingue apenas de color político: la corrupción entre las filas del PSOE y PP, los dos partidos mayoritarios es galopante, preocupante y quizá crónica. Esta última década se ha caracterizado por el dinero fácil, el pelotazo urbanístico y la permisibilidad total de las distintas administraciones públicas. Por supuesto, esto debemos extenderlo a casi todas las fuerzas políticas y a otros campos como los medios de comunicación.
Cierto es que afortunadamente apenas podemos hablar de corrupción a nivel de Ministerios y Gobierno de la Nación y que la metástasis se encuentra sobre todo en ayuntamientos, diputaciones y comunidades autonómas. No obstante, llama la atención el elevado número de imputados entre PSOE y PP (464 imputados a fecha de 2009 según reveló Conde-Pumpido) y que ni uno ni otro tengan apenas propuestas contra la corrupción.
En todo caso, podemos poner rostro y casos concretos, como el del ex-presidente balear, Jaume Matas, imputado por corrupción urbanística, Camps imputado por el famoso Gürtel (mucho más que unos simple trajes como la derecha se empeña en minimizar), Chaves y el caso de los ERE’s y los beneficios a las empresas asesoradas por su hijo y un largo y lamentable etcétera. En el link que les adjunto pueden encontrar cientos de casos producidos en todo el país, con información adicional.
Lo que me preocupa en todo caso, no es ya sólo la enorme corrupción en España. Es mucho más. Por una parte la actitud condescendiente de los ciudadanos, pues es fácil imaginar que en este próximo mes de mayo millones de votantes respaldarán a Camps o al PSOE andaluz así como a cientos de listas plagadas de imputados de ambas formaciones. Sólo UPyD puede presumir de ser el único partido que presenta cero imputados entre sus algo más de 7.000 candidatos municipales y electorales. También considero preocupante que Zapatero y Rajoy (lo mismo son en esta materia) se nieguen de forma reiterada tanto a prescindir de imputados en puestos públicos como de presentar propuestas políticas que logren atajar de raíz este gran mal que es la corrupción. Digno de mención es la declaración de Marcelino Iglesias dicendo que los imputados del PSOE eran diferentes a los del PP, lo que le valió el “premio” de Gilipollas de la Semana en la revista El Jueves. Y bien merecido.
Por otro lado, muchos justifican la no exclusión de imputados en listas electorales y cargos públicos a que lo ideal sería esperar a la sentencia judicial. En mi opinión este argumento carece de toda lógica y sólo intenta preservar privilegios y prebendas de los interesados. Ningún cargo o puesto público pertenece a nadie, por lo que si un sujeto está imputado, no debe ni puede poder ostentar ese cargo ni un sólo minuto. Entre PP y PSOE presentarán este mes de mayo a 100 imputados en distintas listas electorales.
Igualmente, debemos meter en el saco de la corrupción la gestión de las Cajas de Ahorros, pues a pesar de que algunas de ellas hayan sido llevadas a la quiebra de mano de políticos (CCM, NovaCaixaGalicia, CatalunyaCaixa…), la condescencia hacia esos lamentables gestores ha sido absoluta. No olvidar tampoco la creación de innecesarias infraestructuras por todo el país sin ninguna lógica ni interés público alguno. Aeropuertos como el de Ciudad Real, Castellón y Lérida son buenos ejemplos de ello, así como estaciones de AVE semi abandonas o en dudosa posición estratégica (véase Guadalajara). O el obsceno poder de los partidos políticos sobre los medios de comunicación. Zapatero no ha hecho más que enfatizar y reforzar esta dominación.
En todo caso, si algo destaca ante todo, es que tal y como revelan las distintas encuestas electorales en nuestro país durante las últimas fechas, la sociedad en mayoría seguirá apoyando y votando a dos partidos políticos que, a pesar de contar con numerosos casos de corrupción en sus espaldas y de no hacer absolutamente nada contra ello, se repartirán las distintas comunidades autonómas y alcaldías. Algunos consideran que la Berlusconización de España está en camino. Sinceramente, creo que ya está aquí, y que PP y PSOE representan su rostro más visible. Por ello, me parece indecente e incluso negativo para la democracia que alguien pueda votar a ambas formaciones, pues representan en la actualidad una auténtica y absoluta perversión de la democracia y la victoria de las élites político-económicas sobre la ciudadanía. Felipe González, Solbes, Aznar o Zaplana desde sus millonarios Consejos de Administración en Telefónica, Gas Natural, Endesa o News Corp. son un buen ejemplo de cómo hemos caminado lenta pero contínuamente hacia una partitocracia.
Lamentablemente, me temo que los españoles seguirán apoyando con su voto la mediocridad, la corrupción y el neoliberalismo de ZP y Rajoy.
Asi es, lamentablemente si seguimos haciendo lo mismo, y no buscamos otras alternativas, es que estamos ciegos y sordos.
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