07:40 (30-05-2011) | La Gaceta
Agradece al Rey el apoyo, compromiso y afecto recibidos durante estos años. El Gobierno recibe pitos y abucheos una vez más. Varios miles de malagueños se quedan sin presenciar el homenaje a la Bandera.
Javier Sedano. Málaga
La ministra de Defensa, Carme Chacón, es consciente de que su etapa al frente del ministerio está llegando a su fin. Han sido demasiados los movimientos y tan evidentes las complicidades y afinidades durante toda esta semana en el seno socialista como para que Carme Chacón pueda pensar otra cosa, más allá de considerar a Rubalcaba “un gran candidato”, como ayer afirmó en esta misma ciudad de Málaga.
El pasado jueves, cuando la titular de Defensa se desmarcaba de la carrera sucesoria, no sólo decía adiós a su objetivo prioritario y por el que ha luchando durante tanto tiempo sino que, dadas las circunstancias y a menos de un año vista, su trabajo al frente de la cartera de los Ejércitos ha concluido. Ya no hay más margarita que deshojar, hasta aquí, para bien o para mal, ha llegado su labor ministerial.
A partir de ahora empieza a jugar los minutos de la basura, otra cosa será una nueva ubicación en el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Como ya avanzó LA GACETA días atrás, entre las opciones que se barajan, sobresale la de alguna vicepresidencia, con lo que además de premiar su “generosidad”, se descargaría a Rubalcaba, ahora vicepresidente primero, de una sobreexposición.
“Han sido 1.140 días al frente del ministerio. Cuando llegué tenía una excepcional imagen de las Fuerzas Armadas, ahora esta impresión es aún mejor”. El breve discurso –aderezado por el dato numérico– de Carme Chacón ayer en Málaga, en presencia de los Reyes, los Príncipes de Asturias y la cúpula militar, durante la recepción que tuvo lugar en el Jardín Botánico-Histórico La Concepción de la ciudad andaluza y que ponía punto final a las celebraciones del Día de las Fuerzas Armadas, presagiaba su anticipada despedida, que se confirmaba cuando agradeció a Don Juan Carlos su apoyo durante todos esos días, “en esos 1.140 días he sido muy consciente del honor y del privilegio que ha supuesto trabajar cerca de Su Majestad. Le agradezco tanto apoyo, compromiso y afecto”. Y concluyó elogiando al Monarca como “referente moral”.
Tanto halago debía significar algo. Mandos militares presentes en la recepción mostraron su extrañeza por las palabras de Chacón, primero por ser poco habituales y segundo porque, efectivamente, escondían una intención y un cierto deseo.
Previamente, la ministra de Defensa dio las gracias al alcalde de Málaga por su esfuerzo en la celebración de los actos y la excepcional acogida profesada por el pueblo malacitano. “En el día de ayer –por el sábado, fecha de la exhibición militar conjunta– se desbordaron todas nuestras previsiones, con la asistencia de más de 80.000 personas y hoy han vuelto a vivir con nosotros un día tan especial que afecta a 13.000 soldados”, añadió Carme Chacón que, como es habitual en sus intervenciones, no quiso tampoco olvidarse de los miles de militares que en la actualidad desempeñan su labor en las misiones en el exterior, así como de la labor de la UME en Lorca y en los recientes incendios que ha padecido la isla balear de Ibiza.
Acto seguido, el Rey agradeció las palabras pronunciadas por Carme Chacón y también dio las gracias a todos los malagueños y a las Fuerzas Armadas “como primer militar y primer español”.
Pero el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, fue el primero en intervenir en estas alocuciones finales de La Concepción. El edil malagueño hizo referencia a la satisfacción que ha supuesto para el pueblo de Málaga acoger este día “que reafirma y refuerza nuestros históricos lazos con las Fuerzas Armadas, pero las palabras de Francisco de la Torre, ayer, al menos, escondían la verdadera realidad de lo que fue el acto central de estas celebraciones.
Es verdad que los ciudadanos se han volcado durante estos tres días con el Ejército, cuya presencia alteró la vida y el quehacer diario y cotidiano de los malagueños. Y si el sábado la exhibición militar conjunta fue todo un éxito, eso sí, con algunas críticas por parte de ciertos miembros del Ejército de Tierra que consideraron que su presencia fue testimonial y la mayor parte del protagonismo se lo llevó la Armada, ayer domingo el acto central del homenaje a la Bandera y a los Caídos por España no tuvo el colofón deseado.
La mala organización, más de forma que de fondo, impidió a miles de malagueños poder presenciar en toda su integridad la celebración del acto. Muchas de las más de 50.000 personas que desde primera hora de la mañana y bajo un sol de justicia abarrotaban el paseo del Parque y el entorno de la plaza del General Torrijos tuvieron que conformarse con ver el protocolario homenaje por las tres pantallas dispuestas a lo largo del paseo, entre otras cosas porque la propia estructura del acto impide un despliegue distinto, al estar concentrado en un único espacio, y porque, precisamente, ese espacio principal estuvo ocupado por los palcos de las autoridades, invitados y periodistas.
Los aplausos iniciales, especialmente dirigidos a los Monarcas y a los Príncipes, dieron paso al finalizar a los abucheos contra el Gobierno por parte de muchos de los espectadores y de quienes esperaban un gran desfile militar, que, por otro lado, nunca se celebra el Día de las Fuerzas Armadas, aunque, en esta ocasión, la información del Ministerio de Defensa brilló por su ausencia pese al despliegue publicitario y al coste de una campaña poco ceñida a la realidad.
Al finalizar el acto, muchos de los asistentes comenzaron a abuchear y a gritar “fuera, fuera” al paso de los vehículos que trasladaban a miembros del Gobierno, autoridades e invitados hasta el Jardín Botánico-Histórico. Llegaron a mover algunas de las vallas del perímetro de seguridad, siendo necesaria la intervención de la Policía, incluso con unidades a caballo.
Pese a los incidentes finales, la celebración del solemne acto de homenaje a la bandera y a los caídos tuvo la misma emotividad de siempre. No obstante, hubo otras celebraciones. Así, también hubo un concierto de música militar en la plaza de toros de La Malagueta y una exposición en el puerto que recoge material del que disponen los tres Ejércitos y la Guardia Civil, entre otras cosas.
Pues que se vaya con viento fresco, a su país de los rufianes, y que ya está tardando.
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