BELÉN PARRA / Barcelona /El Mundo
El Govern dels millors de Mas se volcó en la consulta con la participación de la mayoría de sus miembros -nueve de los 11 consejeros- Tras el envite del ex president Jordi Pujol en favor de la independencia y el voto anticipado en la consulta del actual president de la Generalitat, Artur Mas, otros pesos pesados del Ejecutivo catalán como el presidente del grupo de CiU en el Parlament, Oriol Pujol, siguieron sus pasos. De hecho, desde CiU se valoraba anoche que la implicación de Pujol y Mas habían sido determinantes para el resultado. De forma anticipada también votó la consellera Pilar Fernández Bozal, quien antes de acceder a su cargo ya se opuso a estos procesos de consulta popular, y de manera presencial lo hizo por sorpresa ayer la vicepresidenta Joana Ortega, que de esa manera se desmarcaba de la opinión marcada por el líder de su partido, Josep Antoni Duran i Lleida.
En la capital catalana, respondieron a la llamada de Barcelona Decideix los consejeros de Economía, Andreu Mas-Colell; Cultura, Ferran Mascarell, y Salud, Boi Ruiz. Fuera de la ciudad, el consejero de Interior, Felip Puig; el de Territorio, Lluís Recoder; la de Enseñanza, Irene Rigau, y el de Bienestar y Familia, Josep Lluís Cleries, votaron en sus respectivos municipios cuando se celebraron las consultas.
Los dos únicos consejeros que no participaron en la consulta celebrada ayer fueron el de Empresa i Ocupación, Francesc Xavier Mena, que es vecino de una localidad donde no se ha efectuado consulta, y el de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, que declinó votar en Lérida cuando tuvo la oportunidad.
El líder de Esquerra, Joan Puigcercós, aprovechó el 10-A para reclamar un referéndum vinculante esta legislatura al defender que «el país, las instituciones y el Parlament» deberían dar un paso adelante para llevar a Cataluña «al derecho a decidir sin límites». Desde ICV-EUiA, su portavoz en el Parlament, Dolors Camats, hizo público su voto en blanco porque la opción federalista no fue contemplada por la organización.
En la línea de discrepancia de los últimos días se manifestaron ayer Ciutadans y el PP. El líder del Grupo Popular en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, reiteró su posicionamiento en contra de la consulta y recordó que no iba a votar «por sentido común, ya que en estos momentos lo prioritario tiene que ser que Cataluña salga de la crisis». El líder de Ciutadans, Albert Rivera, adviritió por su parte que «quedan unos años por delante en los que la tarea de los no nacionalistas será fundamental».
Pues el pulso les a salido rana.Pero ya se sabe lo que tienen las grandezas.
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