LUIS ÁNGEL SANZ / Madrid/ El Mundo
Aznar moderó ayer su discurso de hace unas semanas, cuando en León habló de una «España inviable» por culpa de las autonomías. En Madrid y ante de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, matizó sus palabras y las adecuó a las tesis que defiende Mariano Rajoy, que ahora no propone reformar la Constitución, ni que el Estado recupere competencias autonómicas.
Aznar consideró «inaplazable» acometer una «reforma profunda» del modelo territorial frente a Cospedal, que intervino antes que él y propuso «racionalizar» el modelo.
El ex presidente alegó tres razones para esta reforma urgente. La primera es «seguir formando parte del proyecto europeo» y no tener «dificultades crecientes para seguir anclados en el euro»; la segunda, «asegurar el futuro de nuestra sociedad del bienestar», porque son las comunidades las responsables de gestionar las principales políticas de bienestar, y la tercera, «hacer plenamente vigente la Constitución de 1978» y «preservar el derecho de la nación española a decidir su propio destino libremente».
Aznar y Cospedal presentaban el estudio de Faes Por un Estado autonómico racional y viable, que denuncia que las comunidades han creado 100 entes públicos en 18 meses y que han aumentado sus funcionarios un 29% en cuatro años.
Como señaló el ex presidente, «no podemos mostrarnos como un territorio fragmentado, enfrentado, inseguro y escasamente previsible». En definitiva, abogó por que España se convierta en un Estado capaz de asegurar las reglas del juego, las políticas de cohesión y «el acceso de todos los ciudadanos en condiciones de igualdad a los servicios públicos».
Como «ejemplo a seguir» a la hora de reestructurar territorialmente España, Aznar citó a Alemania -que es un estado federal-, que hace unos años reformó su Constitución para que el Estado ganara competencias frente a las regiones «para evitar solapamientos, duplicidades y una fuerte sobrecarga de gasto público, es decir, de impuestos».
María Dolores de Cospedal precedió a Aznar en el uso de la palabra. La actual número dos del PP comenzó su alocución haciendo un encendido elogio del modelo autonómico -«uno de los pilares de la democracia»-, del que destacó, sin embargo, que ha sufrido un «deterioro» en los últimos años por culpa de «la dejación» y «la frivolidad» del Gobierno y de su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, lo que ha provocado, dijo, «tensiones políticas», «territoriales» y «un desbordamiento» del sistema y de sus supuestos de eficacia, eficiencia y racionalidad.
Por eso, se mostró partidaria de «una reforma racional» del mismo, recuperando la estabilidad presupuestaria y estableciendo techos de gasto y endeudamiento a las autonomías. Cospedal denunció que las comunidades «han confundido el lujo con la necesidad, lo prescindible con lo imprescindible» e indicó que no se pueden mantener «17 defensores del Pueblo, 17 tribunales de Cuentas, 17 organismos reguladores de la competencia, acompañados por coches oficiales, asesores...».
Lo que no puede ser, es que los gastos que generen las comunidades, que los pague madrid, que cada comunidad sea responsable de sus actos, y si no tiene, que no pida.
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